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Boletín N° 24 - 21 Diciembre 2016


UNA CASA UNIVERSAL

Rev. Prof. Luis Navarro, Rector del Universidad


Vivimos en una época de grandes cambios, donde las instituciones parecen haber perdido su autoridad y su credibilidad; esto nos pone de frente a un desafío importante: hacer comprender que la búsqueda de la Verdad vale siempre la pena, para todos, no sólo para nosotros académicos, sino para todos los católicos y para aquellos que no lo son.

Esta búsqueda rigurosa es la única respuesta posible y verdadera a las emergencias de la contemporaneidad, es la única forma para poder curar aquellas heridas que el hombre lleva consigo. Sobre todo, teniendo una mirada atenta hacia aquellos emarginados, aquellos excluidos, hacia los cuales el Papa dirige continuamente su atención y su mirada. Por eso el objetivo de nuestra Universidad es el de adherir a esta búsqueda de la Verdad, como servicio a toda la Iglesia y a todos los hombres.

No tenemos que ser tan sólo actores de esta búsqueda, sino que tenemos que actuar de tal forma que ésta se haga accesible, entonces, en cuanto Universidad, aceptaremos aquellos desafíos didácticos, culturales y espirituales que la contemporaneidad nos ofrece.

Por ejemplo, hoy en día tenemos el cumplido y el deber de utilizar al máximo las potencialidades de los instrumentos telemáticos que están a nuestro alcance. Tenemos que empeñarnos en el desarrollo de una didáctica online para poder alcanzar, a través de nuestra oferta académica, no tan sólo aquellos que tienen la oportunidad de frecuentar nuestras aulas, sino también aquellos que se encuentran en casa, y que viven muy lejos de nuestro Ateneo.

Este desarrollo tecnológico sin embargo no tiene que desnaturalizar uno de nuestros puntos fuertes del trabajo que se lleva adelante desde el nacimiento de nuestro Ateneo: la atención hacia la persona. Éste debe ser un desafío permanente para que nuestra Universidad siga siendo aquel lugar donde todos puedan sentirse en casa, donde cualquiera pueda decir: siempre he sido tratado como una persona por parte de todos, como otro miembro de la familia.

Hay que seguir acogiendo a todos, también aquellas personas que tienen diferentes impostaciones culturales y espirituales. Todos tienen que sentirse como en su casa, acogidos en familia.

Es hermoso saber que en nuestras aulas están presentes tantas culturas, tantas lenguas, ritos, razas, porque hacer convivir en la Caridad estas diferencias es una señal tangible de Esperanza,

que puede ser un modelo a proponer, ya que estamos centrado en el verdadero y único modelo de Esperanza que es Cristo.

Escuchar las experiencias de los demás, ver las cosas positivas de unos y de otros es una señal tangible de un camino a recorrer. Proponer este camino al exterior significa favorecer el conocimiento de la vida en Cristo, de la vida de la Iglesia y de la vida en Dios. Proponer este modelo significa favorecer la esperanza de cada hombre.

Otro desafío para todos nosotros será el de favorecer la interdisciplinariedad, porque ser Universitas significa comprometer los estudiantes, los docentes, los empleados, los técnicos, pero también los benefactores, hacia una meta común. La profundización teológica, filosófica, jurídica y la formación en la comunicación social e institucional, son ámbitos que tienen que estar siempre más al servicio del hombre, para su desarrollo integral.

Cada disciplina es y tendrá que ser abierta a los demás ámbitos del saber para no caer en una estéril auto-referencialidad.

Cada desafío que la sociedad nos presenta tendrá que ser enfrentado evaluando sus diferentes perspectivas para así adquirir una autoridad delante de los demás mundos del saber, porque pienso que el mundo académico eclesiástico de Roma desenvuelva bien su trabajo, pero aún no tiene esa incidencia que merece en el debate cultural.

En este sentido, pienso que nuestra Universidad tenga sus puntos de fuerza, como la capacidad de profundizar la relación entre el mundo y la Iglesia, entre la Iglesia y la sociedad civil o presentar con atractiva el laicado en la Iglesia y en la sociedad, y saber llevar a cabo una investigación de vanguardia sobre la familia y el matrimonio.

Una mayor investigación científica y una mayor interdisciplinariedad podrán llevar a resultados importantes en este terreno, aun así, habrá que empeñarse y aceptar el desafío.

Sin embargo, además de todas las cosas que he citado, en este periodo de Adviento quiero decir que estos objetivos no serán practicables si no ponemos a la Eucaristía y a Cristo en el centro de nuestras vidas, también en la universitaria, porque no se puede dar a los demás si no se está centrados en la Eucaristía.

Por eso, deseo a nuestros estudiantes, a nuestros alumnos, a nuestros docentes, a todo nuestro personal y a todos nuestros benefactores, el bien y la paz profunda que pueden nacer sólo desde la adoración de aquel Dios que se hizo niño por Amor nuestro y que encontramos cada día en la Eucaristía.

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13 Diciembre 2016


UN MILAGRO EN VIETNAM

Nguyen Duc Hoang, Facultad de Teología, 1 Año (I Ciclo)


En Italia me suelen llamar Giuseppe, pero soy de Vietnam, precisamente de una ciudad a 200 kilómetros de Saigón. Desde hace más de dos años vivo en Roma donde empecé a frecuentar el primer año de Teología del I ciclo.

Vivir la fe en mi país no siempre fue fácil y también ahora hay algunos problemas para la Iglesia local. Cuando escucho las historias de mis padres relacionadas al periodo después de la victoria de los Vietcong en la guerra, me considero afortunado.

La persecución que sufrieron los católicos en aquel periodo fue muy violenta. Mi madre siempre me cuenta que, cuando era niña, mientras iba a Misa, se cruzó con un grupo de policías que en aquel entonces patrullaban la calle. Eran las cuatro de la mañana, horario en el cual nosotros solemos ir a Misa antes de ir a trabajar los campos. Cuando vio a la policía llegar, se sintió aterrorizada pensando que la iban a encarcelar o incluso matar. Para defenderse se escondió en un cementerio cuando estaba todavía todo a oscuras. Después de una hora entendió que la policía se había alejado, sin embargo, la Misa se había terminado. De historias así he escuchado muchas, pero ésta en particular, no sé porque, me demostró el miedo en el cual vivían aquellos que profesaban nuestra fe.

Ahora, como os he dicho, la situación ha mejorado un poco, pero el Gobierno todavía quiere mantener el control sobre la Iglesia Católica, en modo particular sobre

las vocaciones al sacerdocio. De hecho, en el seminario de mi diócesis ha sido impuesto un límite de seminaristas, obligando nuestro Obispo a formar al sumo a veinte seminaristas a la vez. Aun así, las vocaciones son muchas más.

Si estoy aquí, no sólo como seminarista, sino como hombre vivo y sano, lo debo a la Virgen. Durante mi niñez tuve muchos problemas de salud, sin embargo, la Virgen me ayudó a superar una enfermedad que aparentemente podría haberme matado. Recuerdo que me encontraba en el colegio. En un momento empecé a sudar y me vino la fiebre. Mi maestra se preocupó e inmediatamente decidió llevarme al hospital donde me diagnosticaron una forma gravísima de malaria. Mi madre estaba sentada a mi lado, llorando, se acercó y me dijo de no perder la esperanza. Me susurró que tenía que recurrir a la Virgen María. Pasé aquella noche rezando. Aun no teniendo el Rosario conmigo, contaba las oraciones con los dedos de mi mano. Después de diez días me dimitieron del hospital, y tan sólo después de un mes me recuperé del todo. Pasado un tiempo supe que aquella misma noche los médicos dijeron a mi madre que no habría sobrevivido.

Recuerdo que mis oraciones me esforcé en ofrecer mi vida a la Virgen. Ahora soy un seminarista, vivo en Roma, estudio para servir la Iglesia y estoy realizando mi sueño: Encontrar al Santo Padre. Me gustaría encontrarme con él sobre todo para preguntarle cómo se puede llegar a ser un buen sacerdote. Sé que él podrá darme buenos consejos.

Gracias!


22 Noviembre 2016


APACIENTA MIS OVEJAS. SÍGUEME!

Melvin Paul, Facultad de Teología, 1 Año (I Ciclo)


Me llamo Melvin y soy de Maryland, USA. Nací en la India de una familia católica de rito siro-malabarés. Aquí transcurrí mi infancia hasta que mis padres decidieron mudarse a Estados Unidos, donde viví gran parte de mi vida.

Desde niño tuve la suerte de vivir sumergido en una casa repleta de fe gracias sobre todo a la devoción de mi madre y a la fuerza espiritual de mi padre. Pienso que estos dos ejemplos de vida y de humanidad hayan contribuido a mantener la familia unida durante los momentos más difíciles, también cuando íbamos muy justos de dinero.

Cuando era pequeño solía frecuentar un movimiento de jóvenes de la parroquia llamado “Jesus Youth”. Cada semana nos reuníamos para jugar y hacer pequeños ratos de oración juntos. Eran tardes donde se respiraba un espíritu y un clima de alegría que todavía ahora recuerdo vivamente. Cuantas más tardes transcurrían, más en mis oraciones afloraba la idea de que el Señor me estaba invitando a vivir una nueva vida junto a Él. En cierto modo sentía que debía cambiar mi vida. Gracias a mi participación al grupo ”Jesus Youth” reconocí que me había profundamente enamorado de la Iglesia y que todo esto me estaba lentamente llevando a un verdadero camino de fe.

Antes de entrar en el college fui a la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid. Recuerdo que hubo un momento particular en el cual Benedicto XVI levantó el ostensorio; allí vi con claridad la diversidad y la universalidad de la Iglesia, donde tantos jóvenes rezaban juntos compartiendo un mismo fin que unía a todos los fieles: ¡el Cielo! Nosotros jóvenes queríamos vivir aquella vida di fe con fuerza y con fervor. De vuelta al viaje empecé a estudiar contabilidad. Durante tres años tuve la sensación de que algo más profundo me estaba llamando, pero estaba desorientado. Fue sólo durante una misión en Haití que sentí la llamada al sacerdocio. Estuve en Haití por un mes con el grupo de jóvenes de la parroquia ayudando al pueblo haitiano, en aquel entonces devastado por el terremoto. Nuestra labor era la de distribuir alimentos, enseñar a los niños y reconstruir una Iglesia. Durante la estancia conocí a un sacerdote misionero italiano,

Don Isaia, que había dedicado toda su vida al pueblo haitiano. Aquel día toqué con mano lo que significaba ser sacerdote. Entendí que el Señor había respondido a aquella sensación profunda por la que tiempo atrás no había encontrado solución. Había algo más bello que me esperaba y deseaba poder vivir.

Sin embargo, todavía guardaba muchas dudas también después de mi misión en Haití. Volví a Baltimora. Aquí el director del centro vocacional me invitó a un retiro de discernimiento espiritual. Recuerdo que el último día, durante la adoración nocturna, sentí improvisamente una voz en mi corazón: “Melvin, ¿me amas?”, come Jesús dijo a Pedro. Fui de vuelta a mi habitación. La primera cosa que hice fue abrir la Biblia, y me topé con el versículo del último capítulo de Juan que decía: “Apacienta mis corderos…apacienta mis ovejas…y…sígueme”.

Ahora me encuentro en el seminario desde hace tres años. Mi obispo decidió enviarme a Roma en el colegio Sedes Sapientae, porque valora el trabajo de formación que imparte el Opus Dei. En un primer momento rechazaba la idea de estar tan lejos de casa, no sabía cómo me habría adaptado a la lengua y a la cultura italiana. Después de un tiempo empecé a apreciar la bonita experiencia de vivir en comunidad y de poder estar tan cerca del Santo Padre. Mi primera impresión fue de estupor: ver a tantos seminaristas de diferentes partes del mundo vivir como hermanos, metiendo de lado nuestras diferencias para ser sacerdotes de Jesucristo.

Rezo al Señor para que estos años de formación en el Sedes Sapientae, en el corazón de Roma, me puedan transformar para que llegue a ser plenamente de Cristo y de su Iglesia, con el fin de servir a su pueblo. Rezo para obtener la gracia de saber asumir responsabilidad de ser fiel discípulo de Cristo, y de ser formado para llegar a ser un sacerdote santo.

Gracias por todo!


02 Noviembre 2016


EN HAITÍ TODAVÍA HAY ESPERANZA

Enel Fils, Facolta di Teologia, 1 Anno (I Ciclo)


Me llamo Enel Fils y soy un seminarista haitiano. Procedo de una familia numerosa y muy creyente formada por ocho hermanos. Desde pequeño mis padres nos llevaban a la parroquia para participar en las actividades cotidianas y para frecuentar la Santa Misa. Fue aquí donde todo empezó. Recuerdo en modo particular a un sacerdote que solía celebrar misa en una capillita al final de la Iglesia. Era el mismo que, acabada la celebración, iba a visitar a mi abuela, muy enferma, para llevarle la Comunión. Este gesto se repetía cada vez que visitaba nuestra parroquia y quedó profundamente impreso en mi corazón hasta tal punto que un día le pregunté a mi madre en criollo, lengua muy difusa en Haití: “Mamá, ¿qué tengo que hacer para llegar a ser sacerdote? Ella me respondió: “Hijo mío, tienes que rezar mucho”.

Después de haber concluido los estudios de primaria mis padres decidieron enviarme a Port-au-Prince, capital de Haití, ya que en nuestra zona todavía no existía una escuela secundaria. Cuando terminé los estudios clásicos entendí que quería ser sacerdote. Tuve que esperar dos años para poder participar a las pruebas de admisión, de hecho, hace tiempo que mi diócesis no tenía obispos. Las demandas de admisión a la prueba fueron muchas, aun así, después de muchos test de evaluación que tenían en cuenta los aspectos humanos, comunitarios, psicológicos y espirituales empecé mi año propedéutico. Emprendí los estudios de Filosofía hasta que recibí la llamada del obispo. Me convocó y me dijo que quería personas que tuvieran una formación universal, que el país lo necesitaba, y Roma era el lugar por excelencia donde podía recibirla.

Poco tiempo después de aquel encuentro el obispo me informó que mi nuevo hogar habría sido el Sedes Sapientae, colegio eclesiástico internacional situado en el corazón de Roma, el Trastevere, porque consideraba que ese hubiese sido el mejor lugar donde crecer espiritual, intelectual y comunitariamente.

¡Imaginaros mi emoción! Esta oportunidad me permitiría un día de volver a Haití para ayudar las personas. De hecho, desde 2010 el país está atravesando una difícil y caótica situación. La población vive sumergida en la miseria más extrema, y gran parte de los recursos han sido destruidos después del sismo. Desgraciadamente la herida no se ha terminado de cicatrizar: el último en golpear ha sido el huracán Matthew, que creó ulteriores daños a todo el suroeste del país, dejando la mayoría de la población sin bienes primarios. A pesar de todo el pueblo haitiano es corajudo y fuerte.

Creo firmemente que la ayuda de Dios y la formación que estoy recibiendo puedan contribuir a que mi país retome esperanza, que aprenda a no rendirse delante de tanta miseria. Muchas personas en este momento son ayudadas por la Iglesia Católica y sobre todo por la Caritas diocesana, porque siguen creyendo en ellas. Fue la Iglesia Católica quien tomó cargo de esta situación porque sigue creyendo en la vida. Rezo para que muchos otros seminaristas puedan beneficiar de esta oportunidad que Dios me ha entregado para construir un futuro mejor para Haití y el mundo entero.

Gracias, ¡muchas gracias!

7 Julio 2016


POR UNA TEOLOGÍA DE LA CREDIBILIDAD

Prof. Tanzella Nitti, usted enseña Teología Fundamental en nuestra Universidad, ¿cuál es la diferencia entre la materia que anteriormente se impartía, Apologética, y la Teología Fundamental?

Sin lugar a dudas existen diferencias por lo que se refiere al planteamiento, aun así el rol interno de los estudios teológicos no ha cambiado. La Apologética católica de finales del ‘800 hasta casi la mitad del ‘900 desarrollaba su análisis sobretodo con el fin de defender el cristianismo frente a las críticas del ateísmo positivo y del racionalismo, y también de las derivas idealistas y fideistas. Tal defensa se realizaba principalmente recurriendo a itinerarios de tipo racional, filosófico y lógico. Se insistía sobretodo en la demonstración del “hecho” de la Revelación – Dios ha hablado al hombre a través de señales claras, como lo son las profecías y los milagros – teniendo como referencia la Omnipotencia de Dios, su imagen de Fundamento. Los motivos de credibilidad eran en gran medida aquellos que estaban relacionados con el acaecimiento histórico de la Revelación y a las notas teológicas de la Iglesia Católica, que de ésta Revelación era y es su depositaria. La Teología Fundamental contemporánea, en cambio, puso su acento en la credibilidad de la Revelación, en Jesucristo y en los motivos de credibilidad que el sujeto capta en su ámbito existencial, antropológico. La Teología Fundamental aun así está llamada a incluir en sí misma una dimensión apologética capaz de acompañar siempre aquella exposición de la Revelación y de la fe que la Teología Fundamental, en el pasado come en el presente, está llamada a ofrecernos.

Profesor, usted publicó recientemente con la editorial Città Nuova una voluminosa “Teología de la Credibilidad” en un contexto científico. ¿A cuáles preguntas quiere responder con esta obra?

Como indica el título la obra se propone exponer los contenidos de la Revelación en el contexto del pensamiento científico, es decir, teniendo en cuenta el interlocutor de nuestro tiempo y de su mentalidad, forjada sin duda por los resultados de la ciencia y de las aplicaciones de la tecnología. ¿Este hombre todavía necesita a Dios? Es más, ¿cuando la Teología habla, este hombre entenderá de qué y de Quién se está hablando? Pero hay también otra idea de fondo que atraviesa toda la obra: para que el hombre de hoy vuelva a comprender el anuncio cristiano y se sienta atraído por la predicación cristiana hace falta que su razón sea “resanada”. Me refiero a la superficialidad, a las derivas ideológicas, a la reducción del materialismo y del hedonismo. Una razón que no ha sido reeducada al sentido metafísico, que no sabe escuchar a la naturaleza y al ser, y tampoco sabe percibir su propia creaturalidad, una razón que no se reconoce libre y en búsqueda de la verdad, difícilmente podrá entender que el universo tiene un Creador, que este Creador se ha revelado en la historia y vino a nuestro encuentro a través de su Hijo, que se hizo hombre. Quien anuncie el Evangelio no puede ignorar más la situación de debilidad en la que se encuentra hoy la razón. Por otra parte, la predicación cristiana corre el riesgo de caer en el vacío y desvanecerse. Y todo esto ocurre no sólo por razones relacionadas con el lenguaje o con los cánones comunicativos, como se siente repetir hoy en día, sino, más radicalmente, por la falta de una razón sana capaz de acogerla.

En cuanto profesor de una Universidad Pontificia, usted está involucrado en la formación de futuros sacerdotes. ¿Cómo puede la Teología Fundamental transformarse en acción pastoral?

Puede hacerlo sobretodo si mantiene un lenguaje accesible y claro. Una buena Teología Fundamental tiene que estar dispuesta a conectar con la teología pastoral y con la catequesis. No queriendo sustituirlas o para confundirse con éstas. A lo que me refiero es que tiene que desarrollar unas argumentaciones y unas ideas que, con las oportunas mediaciones, puedan alimentar la predicación de los pastores y la formación de todo el pueblo de Dios. Una buena Teología Fundamental podrá servir mejor a los pastores si sabrá escucharles. El teólogo fundamental tiene que abrir bien sus orejas hacia la plaza para poder entender que está pasando en el mundo, en que piensa la gente, cuales esperanzas tiene y que se espera del testimonio cristiano. Al teólogo también le vendrá bien tener ese olor a ovejas del que tanto habla el Papa Francisco. Del hecho que la teología, en general, vuelva a ser una teología del pueblo, sin dejar de ser verdadera teología, dependerá mucho el futuro de la Iglesia.

Rev. Prof. Giuseppe Tanzella-Nitti
(Director del SISRI- Scuola Internazionale Superiore per la Ricerca Interdisciplinare)


1 Junio 2016


EL TESTIMONIO, LAS ESTRELLAS Y LA TEOLOGÍA

Hace poco tiempo, en mi país, ha sido celebrado el funeral de la personalidad más importante de la Iglesia eslovaca. En Octubre ha muerto el Cardenal Ján Chryzostom Korec. Él fue un padre para nuestra nación, viviendo en la cárcel testimonió su Fe durante todos sus doce años de detención.
La providencia quiso que naciésemos el mismo día, y tengo que reconocer que mi Fe ha sido alimentada en más de una ocasión por sus escritos y diarios.
Mi país, después de la caída del comunismo, se encuentra en una situación ambigua en la cual se hallan la mayoría de los países occidentales; vivimos en el difícil equilibrio entre una fe tradicional y la secularización.
Releyendo los escritos de nuestro querido Cardenal me di cuenta de las dificultades que suponía el ser católico durante la dictadura.
Es importante que tomemos conciencia que si nuestra Iglesia sigue viva es debido a hombres que han pagado un caro precio y una feroz persecución por su amor a Dios.
Quedé tan fascinado por la figura del Cardenal Korec que de joven pensaba ser jesuita, como él era. Yo, que cuando era pequeño me enamoré de la liturgia de la Iglesia, vi en esa personalidad excepcional un ejemplo a seguir.
Pero la “vía ignaciana” tomaba muy en serio la cuestión del estudio, y yo en aquel momento estudiaba astronomía, cosa que me desvió momentáneamente de mis propósitos vocacionales.
Me pasaba las horas en el observatorio y empecé a estudiar física. En mis aprendizajes y en mis observaciones de la bóveda celeste buscaba una respuesta que nunca llegaba.
Recuerdo que en un momento, mientras observaba las estrellas, me pregunté: ¿qué sentido tiene todo esto? La física y la astronomía no podían ofrecerme las respuestas que yo iba buscando.
Y ahora, quién iba a decirlo, estoy estudiando teología. Para mi sigue siendo muy extraño, vivo en la misma casa con jóvenes provenientes de todo el mundo y las diferencias culturales son muchas, pero a la vez esto supone un enriquecimiento personal importantísimo.
En cuanto al estudio, mi formación racionalista me lleva siempre a buscar respuestas exactas, pero la teología no es así, es una ciencia que tiene un método proprio y que propone otras soluciones.
Por eso tendré que “dejarme llevar” por el Misterio, e ir profundizándolo, sobretodo dentro de mi.

Lubomir Urbancok
Estudiante III Año de Teología


19 Abril 2016


UN DIOS ALTÍSIMO QUE SE HACE PRÓXIMO

Publicamos una entrevista realizada al profesor don Giulio Maspero, vicedecano de la Facultad de Teología.

Profesor Maspero, usted da clase a estudiantes de todo el mundo, ¿considera este hecho como un factor enriquecedor para los docentes? ¿cuáles son las dificultades con las que os enfrentáis?

Poder enseñar a estudiantes de todo el mundo es una de las alegrías más grandes que experimento en nuestra universidad. Cierto es que supone también una dificultad, no tan sólo por la barrera lingüística, sino ante todo por la barrera conceptual: hay culturas donde el modo de ver la realidad es diferente. No obstante es aquí donde se encuentra la verdadera fuente de la alegría. De hecho, en esta universidad enseñamos materias que interpelan la parte más profunda del corazón humano, ahí donde se juega la partida del sentido de la vida. La posibilidad de tener acceso a diferentes visiones del mundo es muy enriquecedora. Una vez, cuando le preguntaron a Joseph Ratzinger cuántas vías existían para llegar a Dios el respondió que son tantas cuantos son lo hombres. En este sentido, esta diversidad cultural me ayuda verdaderamente a abrirme a lo que Dios hace en la historia y hasta me permite comprender mejor la Escritura.

¿Podría contarnos una anécdota que pueda ilustrar cuanto los docentes puedan aprender de sus alumnos?

Recuerdo que un estudiante de la India durante un examen me explicó que también en la tradición religiosa hinduista existía un dios con tres rostros, y que Krishna recuerda el nombre de Cristo, y que además esta divinidad era considerada como el salvador del pueblo. En ese momento empecé a preocuparme de no haber transmitido la especificidad que el Cristianismo trajo en el panorama religioso, cuando en cambio el estudiante, al finalizar su explicación, me dijo que la diferencia esencial entre Krishna y Cristo era que el primero salvó al pueblo matando a sus enemigos, mientras que el segundo entregó su vida por sus enemigos. Confieso que me conmoví.

¿Cómo puede la formación académica contribuir al crecimiento espiritual de los estudiantes?

Tengo la suerte de haber sido formado en el estudio de los Padres de la Iglesia, y de haber encontrado mi vocación de cristiano y de sacerdote gracias a la figura de San Josemaría: éste hecho siempre me ha mostrado cuanto la Teología puede ser concreta ya que, como decía el Fundador del Opus Dei, quien ama quiere conocer a su amado, y la Teología es propiamente esto. Hablar a los estudiante de Dios significa ayudarlos a abandonar todas las defensas conceptuales, todos los ídolos, como decía Gregorio de Nisa, padre de la Iglesia del siglo IV, que les impidan experimentar la grandeza y la sencillez de Dios. Como afirmó un escritor francés: morimos de sed al lado de la fuente. El riesgo del cristiano es el de no darse cuenta de lo que tiene, porque Dios se entrega a nosotros en Cristo como amigo, porque el Dios altísimo y trascendental se hace próximo y vive dentro de nosotros.

En su opinión, ¿cuáles son los nuevos desafíos que la Universidad debería afrontar?

El principal reto de la Universidad es el de mostrar cuanto el encuentro con Cristo sea significativo para la vida de todos los días, es decir, el poder comunicar la fe de una manera que toque lo profundo de nuestro ser, que interpele los deseos del hombre. Algunos piensan que el verdadero desafío es el de la interdisciplinariedad, pero desde mi punto de vista creo que su ausencia representa la señal de la crisis del proyecto universitario en un mundo que ya no cree en la verdad, que le tiene miedo a la realidad. En este contexto posmoderno resulta ser esencial demostrar que no es verdad que el Cristianismo envenene el deseo, sino todo lo contrario: el Cristianismo habla al corazón de cada hombre.  Lo que se estudia es para todos, no tan sólo para pocos expertos. Lo que se profundiza en esta Universidad sirve para vivir, para amar, para ser felices, no para escribir artículos o para parecer más inteligentes. En síntesis, creo que el principal desafío de nuestra Universidad es el siguiente: profundizar con humildad el Misterio de Dios para poder comunicarlo al mundo, también a aquellos que no creen pero que a su vez desean amar a todos y buscar a Dios, aún sin saberlo. 

 


7 Abril 2016


CUANDO DIOS DESPIERTA LA ESPERANZA DE LOS MÁS PEQUEÑOS

Dudo sobre cuales puedan ser los mejores adjetivos que describan el significado que tuvo el reciente viaje del Santo Padre a Méjico. Tal vez, más que un adjetivo, es el verbo despertar el término más apto para delinear cuánta importancia haya representado este viaje para un pueblo, el mejicano, que por mucho tiempo estuvo perdido por los caminos de la corrupción y de la violencia. Pero cuál ha sido la verdadera novedad de éste viaje? Porqué era tan necesario que Francisco visitase Méjico?

La novedad se halla en el despertar de la fe. Méjico es el segundo país con el mayor número de católicos (casi el 84% de la población; 1000 millones de fieles sobre una población total de 120 millones en 2015), y sin embargo la sociedad sigue estando marcada por una creciente secularización y por las dificultades de la Iglesia que, en cuanto institución, todavía no ha recuperado su credibilidad después de algunos escándalos de triste memoria.

El Santo Padre vino a “sacudir” Méjico y lo hizo bajo la guía de la Virgen de Guadalupe. Es pasado 13 de Febrero, durante la homilía de la Misa, Francisco dijo que en aquel amanecer del 12 de Diciembre de 1531 Dios había despertado la esperanza de los más pequeños, y que sigue haciéndolo.

Cada discurso del Papa tuvo este mensaje central: redescubrir el asombro por un Dios que se ha enamorado de nosotros, que no nos abandona a nuestro destino y que quiso compartir con nosotros la ternura y el refugio de tener una misma Madre. En cada encuentro el Papa nos recuerda la belleza de ser católicos, de saber que tenemos una familia común –la Iglesia- donde cada persona se puede redescubrir.

La cosa más bella fue ver la sencillez –a la vez profunda y tremendamente rica- de la fe del Santo Pueblo de Dios. Me sigue sorprendiendo esa inmensa multitud formada por miles de personas que acompañaban al Papa por las calles. Hombres y mujeres, sanos y enfermos, ancianos y niños, que transcurrieron muchas horas a la espera, detrás de una valla, para ver pasar al coche papal aunque sea por un instante. Su deseo no fue el de ir al encuentro de un político que denunciase la corrupción o el narcotráfico, sino el de ir a ver a un padre, al mismo Vicario de Cristo en la Tierra, para que podamos acercarnos al verdadero rostro de un Dios que nunca perdió el interés por nosotros, que sigue ofreciéndonos su Salvación. Qué emoción poder ver este sinfín de persona que esperaban al Papa. Me impresionó observar con que santo orgullo los carpinteros de Michoacán esculpieron la sede, el altar y el ambón que Santo Padre más tarde utilizó durante la Misa en Morelia. Cómo no enternecerse delante de los niños que se acercaron a hablar con el Papa de sus enfermedades en el hospital pediátrico “Federico Gómez”, o asombrarse delante de las miradas conmovidas de los presos de la cárcel de Ciudad Juárez.

Me ayudó mucho el poder presenciar ante tanto amor y tanta cura con las cuales se adornaron los altares de las diferentes localidades donde el Papa celebró Misa: cuánta elegancia y cuánta gracia tenía el pueblito colonial donde los indígenas de Chiapas habían representado su propia tierra, para así obtener una mejor escenografía de la Misa en San Cristóbal de las Casas…

Habría muchos gestos y palabras que comentar pero, en mi opinión, lo que es capaz de despertar la fe de una persona es el saber que hay muchas personas buenas por el mundo que nos están esperando, que están sedientas por querer hablar con un pastor para que converse con ellas de este buen Dios, que es nuestro Padre. Pienso a todos aquellos estudiantes que pasan por nuestras aulas y a nuestra responsabilidad como profesores.

Creo que todos nosotros tenemos mucho que aprender de Papa Francisco, de sus gestos de cercanía, de su donarse sin reservas, de su esfuerzo por construir una cultura del encuentro, exigiendo si tener miedo al qué dirán o a los respetos humanos…

Espero que su viaje pueda traer sus frutos. A nosotros ahora nos toca releer sus mensajes y traducir en iniciativas concretas este deseo de despertar la esperanza de los más pequeños. Para encontrar la justa energía que nos permita llevar a cabo este objetivo nos basta aquella maravillosa foto del Santo Padre mientras reza delante de la Virgen de Guadalupe. Como dijo el Papa a los obispos, todos tenemos que ser alcanzados y transformados por Su mirada materna, por la fuerza irresistible de Su dulzura y por la promesa irreversible de Su misericordia.

 

Rev. Prof. Sergio Tapia-Velasco
Profesor de Public Speaking
Facultad de Comunicación Institucional


22 Marzo 2016


Mi vocación y mi familia

Venezuela es un país con un fuerte espíritu devocional y con una intensa religiosidad popular. Mi diócesis, San Cristóbal, tiene el más alto número de vocaciones de todo el país. Sin embargo, mi familia nunca fue particularmente religiosa. Aún así el Señor no dejó de tocar a nuestra puerta. La conversión de mi hermana y su pasaje a la vida religiosa supuso el principio de todo mi camino de fe. Desde aquel momento mi hermano y yo empezamos a estar más presentes en las diferentes actividades que nuestra parroquia ofrecía, tanto en las catequesis como en los encuentros organizados por los jóvenes católicos de mi ciudad. Un día mi hermana nos llevó a mi hermano y yo a comer en el seminario de la diócesis, donde vivía y estudiaba un amigo de familia. El encuentro fue determinante para mi ya que no sólo comencé a admirar esa vida sino que deseaba estar en su lugar. Entré en la Universidad con éste pensamiento que seguía vivo dentro de mi corazón. Frecuentando la capilla de mi facultad pude profundizar mi fe y acercarme a las Sagradas Escrituras al mismo tiempo que intentaba esclarecer mi vocación. La decisión no tardó en llegar: dejé Ingeniería y entré en el seminario. Tal vez la elección fue tomada con demasiada prisa y la tentación de no poder con todo se apoderó de mí. Me sentía inadecuado. En esos momentos pensaba que el sacerdocio no era mi verdadera vocación, pero en realidad me había dejado encandilar por la tentación. Esta inseguridad hizo que retomase mis estudios de Ingeniería con más provecho. La Universidad me gustaba mucho sin embargo sentía que algo dentro de mí había quedado pendiente. Dios seguía llamándome cada vez con más fuerza. Un día mi hermano y yo fuimos invitados a un encuentro en el seminario donde se iba a proyectar un video. Era el testimonio de un sacerdote que había vivido una inquietud y unas tentaciones muy parecidas a las mías. En aquel momento recuerdo con claridad que mi hermano gemelo me dijo: “Sé lo que estás sintiendo ahora!” Fue un nuevo inicio. Desde aquel día mis ratos de oración se hacían más frecuentes, mis visitas delante del Santísimo se resumían en una intención: que el Señor me diese las luces para aclarar las dudas que residían en mi corazón. Antes de volver al seminario terminé mis estudios de Ingeniería. No obstante, otro temor surgió al horizonte: la reacción de mis padres. Sabía que no iban a estar contentos de mi situación, y manifestarle mi decisión no fue fácil. Aún así mi madre sabía lo que estuve viviendo durante ese tiempo, y percibió mis inquietudes. Tomé coraje y en una comida en familia les dije que quería entrar en el seminario. La reacción fue sorprendente, mi padre frente a la noticia rompió en lagrimas.
Todavía me cuesta pensar que ahora me encuentro en Roma, pero tengo la certeza que mi elección tuvo una repercusión sobre toda mi familia. De hecho, desde que emprendí este camino Dios también tocó a las puertas de sus corazones, despertando una fe adormecida. Ahora mis padres son felices, mi padre en concreto ha cambiado mucho, del hombre frío que era se transformó en un padre afectuoso que no me hace faltar sus abrazos e insólitas manifestaciones de ternura. Cuando el Señor llama, no nos llama solo a nosotros sino a todas las personas que amamos y que nos aman. Jesús llamándome al sacerdocio transformó realmente mi familia en una Iglesia doméstica.
 

Edicson René Acosta Mejia

Estudiante II Año de Filosofía

 


11 Marzo 2016


LOS CHICOS DEL CORO

Publicamos una entrevista realizada al Rev. Profesor Ramón Saiz-Pardo que hoy en día dirige y coordina el coro universitario de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz además de ser docente del Instituto de Liturgia de la misma.

Cuando llegué en la Santa Cruz en 1997 descubrí que nuestra realidad universitaria poseía tantos y bellos matices. Recuerdo la impresión que me provocó el ver por primera vez los profesores llevando las típicas vestimentas académicas mientras entregaban doctorados “honoris causa”. Fueron muchos los pensamientos que surgieron de aquel momento. La solemnidad que revestía aquel acto no me resultaba extraña pero, inexplicablemente, se sentía con demasiada fuerza el ruido del silencio.
Antes que la ceremonia empezase noté que en los pasillos donde transitaba el cortejo se escuchaban exclusivamente el rumor de los paso adornado con algunos toques de nerviosismo. Aún así el silencio seguía reinando tranquilo.
Pienso que si nos tuviésemos que quedar con tan sólo las palabras se despreciaría o inclusive se evitaría el saber ir más allá; si nos quedásemos tan sólo con las palabras no podríamos entender la grandeza del canto y de la música en general.
En aquel entonces la pregunta surgió espontánea: hasta cuando durará este silencio? Es posible que en una universidad que rebosa de tanta riqueza en cuanto a ideales y proyectos todavía no posea un coro?
Algunas personas tocaron a la puerta en el momento adecuado. Fue así que el proyecto del coro universitario fue presentado a las autoridades académicas que lo aceptaron de la mejor manera posible. Después de la aprobación empezamos a realizar una pruebas para saber si el proyecto fuese realmente factible. El coro empezó a mover sus primeros pasos.
Tengo que reconocer que un coro universitario es un reto maravilloso en el cual diferentes mentalidades y culturas de los cinco continentes se encuentran. Es una experiencia enriquecedora para todos.
Empezamos a construir algo muy bueno que espero en el futuro pueda traer sus frutos. El tiempo dirá. Al fin y al cabo lo importante son las personas…y nosotros tenemos una gran personalidad!
Por este motivo nuestro coro sigue creciendo gracias al aporte de elementos que provienen de todos los ambientes de nuestra realidad universitaria. Pero al mismo tiempo somos conscientes de no haber tenido nunca una tradición corista. Sin embargo esta consideración nos motiva a mejorarnos con humildad. Todo lo que ahora nos hace falta lo construiremos, caminando…


19 Febrer 2016


LA OTRA CARA DE ÁFRICA

Suráfrica no es un país de tradición católica sino mas bien una nación con una identidad protestante muy fuerte. Yo soy de origen inglesa, y gracias a mi familia, de fe católica, tuve la oportunidad de recibir una educación muy sólida. Dentro de casa se respiraba un clima de fe muy vivo gracias sobretodo a la figura de mis padres, y de hecho puedo afirmar que ser católico siempre ha sido parte de mi identidad personal.

Entre mis amigos se contaban muy pocos católicos, pero aún así esa fe que mis padres me transmitieron nunca me dejó. La comunidad católica surafricana cuenta con una multitud de personas de diferentes etnias y culturas que roza el 7 % de la población. Las parroquias son pocas y lejanas entre ellas, lo cual no favorece la formación y la solidez de una verdadera comunidad.
Cuando era joven recuerdo que mi parroquia hospedó un grupo de misioneros laicos

de origen filipino. Gracias a ellos se intentó crear un grupo juvenil, algo que diese un toque más comunitario y enriquecedor a la vida parroquial. Este hecho hizo que mi madre me incitase a participar activamente en las actividades que se promovían, y así lo hice. Fue en esta ocasión que, por primera vez, sentí  con más fuerza que valor tenía la fe para mí, independientemente de mi tradición familiar y mis orígenes. Desde aquel momento la presencia de Jesucristo se hizo más fuerte, cambiando mi vida. Ése fue el inicio de mi vocación.

Gracias a ello descubrí la importancia que tuvo la Iglesia en la historia de Suráfrica, del relevante aporte que ésta prestó al pasado de mi tierra. Durante el apartheid la Iglesia Católica fue siempre fuente de esperanza, luchando en primera línea contra la segregación racial y contra cada discriminación.Actualmente mi país ha cambiado, a pesar de todos los problemas, y gracias a Dios el tema de la segregación racial pertenece al pasado.A todo esto también mi vida sufrió un cambio: vivo y estudio en Roma para ser sacerdote, anhelando poder ofrecer esa esperanza que solo la fe en Cristo puede donar.

 

Richard Andrew Stoner
Estudiante de primer año de Teología

 


15 Diciembre 2015


El Salvador de Haití


Para nosotros, los de Haití, la Navidad es un momento muy particular, especialmente para los niños. En los dos o tres días que preceden a la Navidad, los niños gozan de una mayor libertad respecto al resto del año. Sus padres les conceden salir todo el día para jugar con los amigos por las calles, pero mi cuidad es un lugar particular. Allí, una autentica devoción cristiana tiene que tener en cuenta el gran sincretismo religioso que existe, representado principalmente por los vudú. Con frecuencia aquellos que van a las iglesias en Haití practican en secreto ritos de magia y sincretismo.

Esto tiene repercusiones en toda su vida espiritual, y la Navidad nos está exenta de estas contradicciones. Para aquellos que viven una fe plena y coherente, el Adviento es un tiempo de preparación a la venida del Salvador, un momento de esperanza, y de auténtica y luminosa belleza. El problema es que no para todos es así.
Aquellos que no abandonan el sincretismo creen que, durante el Adviento y la Navidad, pueden desencadenarse las fuerzas malignas contra ellos y por ello recurren con mayor frecuencia a las prácticas mágicas. Haití sufrió en el 2010 la tragedia del terremoto. Una catástrofe que dejó más de 220.000 víctimas. La mayor parte de los habitantes de Haití ha vivió la Navidad bajo las tiendas de emergencia y fue en esas condiciones cuando se pudo ver la diferencia espiritual que existía entre la gente. Aquellos que vivian una fe plena en Cristo, la vivieron como un momento de grande esperanza. Jesús, pensaban, ha nacido en un lugar menesteroso, muy similar a nuestra condición. En aquella navidad bajo las tiendas hizo sentirnos más cercanos a Belén.
Pero aquellos que practicaban el vudú no sabían como sacar esperanza de aquel momento. Veían solamente el desencadenarse de las fuerzas adversas que había que luchar con magia.
Los sacerdotes de Haití hacen un gran esfuerzo para desterrar este fenómeno, sin embargo, es en los momentos difíciles cuando los cristianos encuentran esperanza, mientras otros ven solamente oscuridad.

Jean Gilles Kenley
Estudiante II Año di Filosofia

 


 

Prof. Padre Giulio Maspero

Aquello que estudiamos es para todos, no para pocos expertos.
Aquello que profundizamos aquí, sirve para vivir, amar y ser feliz, no para escribir artículos o aparentar que somos inteligentes.

 


30 Noviembre 2016


MISERICORDIA Y ESPERANZA EN BANGUI


Hay lugares lacerados por guerras sanguinarias que, con frecuencia, son invisibles y casi nunca mencionados por los principales órganos de información. Uno de estos es la Repubblica Centroafricana.
El 29 de noviembre, la capital de Bangui fue el centro del mundo. El Papa Francisco quiso anticipar el inicio del jubileo de la Misericordia, abriendo la puerta Santa de la catedral de la ciudad , como  un signo de grande esperanza, pero sobre todo es un gesto  para animar a aquellos hermanos nuestros  a  continuar  en el camino de  la  misericordia.
Testigo privilegiado de este evento fue uno de nuestros antiguos alumnos, el Padre  Mathieu Fabrice Evrard Bondobo, actualmente párroco de la catedral de Bangui, que tuvo el privilegio de acoger al Santo Padre. El Padre Mathieu realizo sus estudios en nuestra Universidad consiguiendo el doctorado en derecho canónico en el año 2014.
El Padre Mathieu es un verdadero testigo de cómo la misericordia sea una via de solución posible. Cuando las guerras, con frecuencia fraticidas, incendian toda una nación, la única solución es el perdón. Sin embargo, la capacidad  de perdonar y amar a nuestros enemigos no sale de nosotros mismos, sino que es un don de Dios.
El Padre Mathieu en una entrevista a Radio Vaticana en el 2013 hizo este comentario por el asesinato de su hermano “el cristiano, en cada momento de su vida, testimonia su fe y esta fe es una persona que se llama Jesucristo. Él es  nuestra  paz  y por ello, en nombre  de esta fe, yo les perdono. Perdono  a aquellos que han asesinado a mi hermano y  a la vez rezo  por ellos y por su conversión, para que cambien y dejen  de hacer el mal  antes del jucio divino “. Caminar por la vía de la paz y de la  misericordia es posible en Bangui.
Gracias Padre Mathieu

 


04 Junio 2015


TU DIRIGES MIS PASOS

Mi nombre es Daniel Segovia. Yo también -como el Santo Padre- tengo mi hogar en Roma, en el Colegio Sedes Sapientae.
Un mes de Agosto, hace ya dos años, y cansado por el largo viaje desde Argentina, pensaba en mi familia que acababa de saludar a la salida de la puerta de embarque y estaba convencido que habría vuelto solo después de tres años.
Este viaje me ayudó a redescubrir el sendero que Dios había trazado para mi. Todo empezó en una pequeña aldea cuyo nombre es Aviateray, al extremo Norte de Argentina, cercano a la frontera con Paraguay. Los extensos campos de soja, trigo y algodón constituyen el marco de esta región árida y pobre.
Recuerdo mi infancia, sumergida en los verdes jardines de mi casa, en compañía de mis hermanos, los domingos pasados en familia, las misas de los sábados en una capillita poco distante de mi casa, ya que pocos eran los sacerdotes que podían celebrarla en esa zona y, como no, la dulce imagen de la Virgen del Rosario bajo la cual nos reuníamos a rezar.
Mi vocación al sacerdocio empezó gracias al siguiente episodio: un día nos invitaron a casa de los abuelos y, junto con mis primos, decidimos sentarnos alrededor de una mesita que se encontraba en el centro del jardín. Elegimos actuar como si estuviésemos en una obra teatral. Saqué un cracker de mi bolsillo y pedí a los demás si querían actuar como si fueran los fieles asistiendo a misa, y yo, con tan solo cuatro años, queriendo ser sacerdote. Desde aquel momento en adelante no fui yo quien dirigía mis pasos. Con diez años sentía que mi camino tenía que ser el sacerdocio, pero ante todo quise que un sacerdote escuchase mis inquietudes para poder aclarar todo lo que tenía dentro.
Si vuelvo a pensar en aquellos momentos, me viene a la cabeza rápidamente la figura de mis padres: su unión se fundaba en la oración y en su fe en Cristo. A veces, cuando volvía del colegio, mi curiosidad me llevaba a ojear lo que pasaba en el salón de la casa y siempre los veía leer juntos algún paso de la Biblia y encender una vela a un pequeño altar dedicado a la virgen de Luján.
De esas primeras inquietudes nació en mi la voluntad de profundizar esta búsqueda. Fue así que me inscribí a un curso de discernimiento vocacional organizado por la diócesis. A los diecisiete años estaba listo para entrar en el pre-seminario. Más tarde tuve que trasladarme a la ciudad de Resistencia, en la cual viví un gran evento: mi confirmación, que coincidió el 26 de Junio, fiesta de San Josemaría.
Por una serie de circunstancias, acabé mis estudios de filosofía en tan sólo seis años. Parecía que el Señor estaba acelerando los tiempo para después, en un futuro, pedirme algo más. Ese “algo más” se convirtió en un encuentro con el obispo de Sainz-Peña, mi diócesis, el cual, después de haberme informado sobre la apertura de una nueva facultad teológica, me sorprendió preguntándome si estaba listo para mudarme a Roma. La voluntad de Dios, dije, viene antes que la mía. Así que, sin demasiadas preocupaciones, me lancé a esta nueva aventura. Y cómo no compartirla con mis familiares y, sobretodo, con mis padres acercándose el periodo de la Navidad ? Apenas les hablé de mi futura partida la Navidad se convirtió en una fiesta. Recuerdo que el día después mi padre, conmovido, estalló en un llanto de alegría mientras pintaba una de las paredes de mi casa. Fue el quien me donó un Rosario que todavía llevo conmigo y que le acompañó durante todo el periodo en el cual luchó durante la Guerra de las Malvinas, mientras veía sus compañeros perecer.
Pocos meses antes de venirme a Roma, mi obispo, con la intención de transmitir la importancia y la responsabilidad de ser sacerdote, me envió en misión en una de las regiones más pobres de mi país. De la humildad de aquellos campesinos, que vivían en unas simples casas de barro, entendí el importante regalo que me había concedido el Señor.
Las emociones no se acabaron aquí: el día de la elección del Papa Francisco, yo estaba, con algunos hermanos seminaristas, pendiente de las noticias del Cónclave. Minutos después, escuchamos ese nombre tan familiar, Bergoglio! En ese momento tan especial, recuerdo a toda la gente de la sala donde estábamos arrodillada delante de la televisión, orando.
Esos meses pasaron tan rápido que ya me encontré con la maleta en la mano, recién bajado del avión que me había traído a la ciudad eterna. Al día siguiente de llegar algunos compañeros del colegio, respetando la tradición, me llevaron a la Plaza de San Pedro para asistir al Ángelus de aquel Papa que, hacia poco, había visto a través de una pantalla. Qué emoción rezar junto con él ¡. Creo que la Iglesia tiene sus tiempos y que este Papa lleva a la práctica todas las enseñanzas de los dos precedentes. Tiene esta capacidad de atraer aquellas personas que se encuentran lejos de la fe, reflejando la imagen del Buen Pastor.
Ahora, ya en Roma, solo tengo palabras de agradecimiento hacía mi escuela de vida: la Universidad de la Santa Cruz. Aquí nos enseñan a saber estar con los demás. Se comparten penas y alegrías, hasta con los profesores. Me sorprendió ver la gran profesionalidad y, a la vez, la humanidad que distingue nuestros profesores, capaces de dirigir el corazón y la inteligencia del estudiante hasta Dios.

Doy las gracias a Dios por todo esto!

 


Presentación del libro "Humanism in Economics and Business"


Lunes 25 de mayo 2015, tuvo lugar la presentación del libro Humanism in Economics and Business, de Domènec Melé (IESE Business School) y Martin Schlag (Centro de Análisis MCE).
Además de otros editores, han intervenido el profesor Vittorio Cesarotti (Universidad de Roma Tor Vergata) y el prof. Paul Boccardelli (LUISS Guido Carli).

 


Gian Marco Romano, Filosofía, Italia:

“Uno de los puntos fuertes de esta Universidad es la estrecha relación que existe entre profesor y alumno, la cual permite un desarrollo tanto humano como académico del estudiante. Además, las diferentes estructuras universitarias ofrecen todos los instrumentos necesarios para profundizar los estudios que cada uno desenvuelve”

 


Jornada de saludo a los estudiantes que terminan sus estudios:

Jueves 28 de mayo 2015, por iniciativa de la Asociación de Alumnos, se llevará a cabo la Jornada de saludo a los estudiantes que terminan sus estudios.
A las 12.35 hrs., el Coro de la Universidad, dirigido por rev. prof. Ramón Saiz Pardo, ofrecera el Concierto "Scherzo Musicale in tre momenti" en la primera planta del Palazzo dell'Apollinare, con música de W.A. Mozart ("Viva el vino espumoso", "Bona nox") y C. Zöllner (El menú).
Después de un bufet y el saludo del Rector, Mons. Luis Romera, se presentará un video preparado para la ocasión.
A las 14:05 hrs., se tendrá la Premiación de los ganadores del Concurso Literario "Maria Antonietta Paulotto Colombino", organizado por séptimo año consecutivo por la Asociación de Alumnos, con el tema "Para servir, servir".
La jornada finalizará con la presentación de la Nueva Plataforma Alumnos, dirigido a aquellos que estudian y han estudiado en Santa Cruz y diseñada con el fin de crear el intercambio entre alumnos y proporcionar formación continua a los que han regresado a sus países.

 


14 Mayo 2015


“TODO LO PUEDO EN AQUEL QUE ME CONFORTA”

Soy Francis Chikwado Onwuchulum, tengo veintisiete años y desde hace nueve meses estudio el primer año de teología en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz.
Mi ciudad, Onytsha, es una gran metrópolis del sureste nigeriano que abraza el río Níger antes que este desemboque en el Atlántico. Nací en una pequeña aldea cercana a la ciudad pero desde el inicio mis padres se trasladaron a la ciudad para darnos una mejor educación a mí y a mis hermanos. Mi padre trabajaba en ese entonces como especulador en el mundo de las finanzas, mi madre en cambio trabajaba en el municipio de la ciudad, ambos pertenecen a la tribu de los Igbo que en Nigeria la totalidad profesa la religión católica.
Desde pequeño crecí en un ambiente afectuoso y tranquilo, al ser el más pequeño de la familia. Lamentablemente a los tres años perdí a mi padre, a quien recuerdo muy poco. Mi madre gracias a Dios logró siempre mantener vivo su ejemplo. Sé que en la ciudad era estimado por su laboriosidad, mi madre nos habla de un hombre enamorado de la verdad que lo llevó a tener una intensa vida de oración. De él conservo sólo algunos libros sobre la vida de san Antonio, al que era muy devoto.
Mi madre ante estos acontecimientos no se desalentó, su vida giraba entorno a Cristo, todas las mañanas nos llevaba a Misa en las primeras horas del alba, 5.30, luego nos acompañaba a la escuela y empezaba su intensa jornada de trabajo, así siempre hasta el momento en que mis dos hermanos se recibieron en economía y en marketing.
Mi historia fue diversa, la primera clara y evidente llamada de Dios ocurrió a los once años cuando era acólito en la parroquia, en el grupo de los Caballeros del Altar, donde creció el deseo de ser sacerdote. Dios me hizo ver también un detalle importante: los jóvenes que comenzaban los estudios en el seminario menor cambiaban en el transcurso de un año, eran más responsables para su edad, transmitían una gran paz, sus razonamientos eran más claros y sus sonrisas más atrayentes. Sin embargo, ante esta posibilidad el Señor me presentó otro camino. En ese entonces había ganado un premio para estudiar en una prestigiosa escuela en Abuja. Pero la Providencia me llevó a optar por el camino de la humildad: el seminario menor.
Era un día lluvioso y mi madre reflejaba un rostro conmovido. Recuerdo todo lo que sacrificó en su vida para darnos una educación y su testimonio vivo de fe, a través de la oración, la lectura frecuente del Evangelio, pero sobre todo, el amor hacia nosotros. ¡A ella le debo tanto!
Así, como comencé mi vida en el seminario menor, en una pequeña residencia fuera de la ciudad. Recuerdo que para no sentir la nostalgia del hogar me ponía a estudiar con mucha intensidad. Un profesor, de hecho, nos pedía resumir los pasajes del Evangelio y competíamos en lo que llamábamos los “Rosary’s decades”, que consistía en rezar el mayor número de misterios durante el día sin abandonar las responsabilidades del día. Este hábito nos formó tanto física como espiritualmente.
Después comenzó el “Año espiritual”. En esa época tenía diecinueve años y no entendía cómo podía uno dedicarse totalmente a intensificar la vida espiritual, parecía una broma. Sin embargo, fue el año más importante de mi itinerario de fe: fue el tiempo donde aprendí a hablar cara a cara con mi padre Dios. Fue un año decisivo porque recuerdo bien los obstáculos que se presentaron en el camino, sobre todo en el tema vocacional. Muchos de mis amigos con los que estuve en el seminario menor abandonaron la residencia, me sentí sólo y desorientado. Pero en los momentos más duros un rayo de luz me iluminó cuando leí el Evangelio: “Todo lo puedo en Aquel que me conforta” (Flp 4, 13). El Señor me daba la fuerza, siempre me la había dado, pensé. El Señor no nos exige más de lo que podemos dar. Gracias a esta luz comencé los cuatros años de filosofía en los que ahora me encuentro.
Roma me ha abierto los ojos y la mente, su historia me ha fascinado siempre, y pensar que sólo la conocía por televisión. Recuerdo como si hubiera sido ayer el día en que aterricé en Roma y me llevaron –como es tradición– junto con los demás compañeros del Colegio Sedes Sapientiae a la basílica de San Pedro. Las diez horas de vuelo valieron la pena después de estar arrodillado ante la tumba de Pedro.
Otra alegría inmensa es el período que vivo ahora en la Santa Cruz. Mis días en la Universidad se ven enriquecidos por el acompañamiento de muy buenos profesores. Ellos no sólo imparten clases, sino que son auténticos maestros de humanidad que se interesan verdaderamente por los estudiantes. Las materias son muy completas que en poco tiempo uno mismo ve el propio progreso académico. Pienso solamente que en Nigeria, para tener una cita con un profesor hay que pedirla con mucha antelación. Aquí son los mismos profesores quienes salen a nuestro encuentro.
Por último quisiera hablar del Pontífice. El testimonio del Papa Francisco ha sido de gran ayuda. Su vida misma me alienta a mirar más allá de mis errores, a experimentar la misericordia de Dios. Con Francisco puedo ver revelado un poco el rostro de Dios y su ejemplo me lleva a aspirar al Cielo.


Francesco Zhao, Filosofía, Italia:

“En la Santa Cruz tengo la posibilidad de conjugar el plan académico con una buena formación humana y espiritual, gracias a la disponibilidad de los profesores, de los compañeros de estudio y del material didáctico que recibimos”.


Simposio sobre "La Nueva Economía del Clima", Miércoles 20 de mayo

Miércoles 20 de mayo 2015 (10:00 hrs., en el Aula Magna "Juan Pablo II"), en colaboración con el Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz, el World Resource Institute, The New Climate Economy y la Embajada del Reino de los Países Bajos a la Santa Sede, la Universidad acoge el Simposio sobre el tema The New Climate Economy. How Economic Growth and Sustainability can go Hand in Hand.
El evento es organizado en vista de la publicación de la encíclica del Papa Francisco sobre el tema de la ecología, prevista para junio, y quiere ser una ocasión para la reflexión sobre el reciente The New Climate Economy Report, lo que demuestra que "los objetivos de mejorar el desempeño económico y la reducción de los riesgos climáticos son complementarios ".
De hecho, los organizadores explican, "el crecimiento económico no se puede lograr sin tener en cuenta los riesgos climáticos que conlleva. Al mismo tiempo, la reducción de las emisiones será mucho más difícil sin una economía fuerte".
Entre los asistentes a la conferencia, los Cardenales Peter Turkson, presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, y Donald Wuerl, Arzobispo de Washington, Felipe Calderón, presidente de la Global Commission on Economy and Climate, Paul Polman, administrador delegado de Unilever y Jeremy Oppenheim, director de McKinsey & Co.


Fiesta Académica de Santa Catalina de Siena, patrona de la Facultad de Comunicación, con el Card. Barragán

El Miércoles 29 de abril de 2015 (10.15 horas, en el Aula Álvaro del Portillo), con ocasión de la Fiesta académica de Santa Catalina de Siena, patrona de la Facultad de Comunicación, habrá una charla sobre el tema De los valores a la fe a través de la comunicación.
Intervendrán el Card. Javier Lozano Barragán, Presidente emérito del Consejo Pontificio para la Salud, y la Hermana Myriam Castelli, conductora del programa Cristiandad de Rai World.

 


04 Mayo 2015


UT VIDEAM!


Me llamo Akira Kirishima, desde hace dos años decidí servir a la Iglesia como sacerdote y es por ello que me encuentro en Roma, para terminar mis estudios de teología en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, tras un largo viaje desde Kagoshima,  lugar donde llegaron los primeros cristianos a Japón.
Y es precisamente ahí donde viví mi infancia y adolescencia, junto con mis dos hermanos más pequeños y mis padres. Mi padre es polaco y mi madre japonesa que no por casualidad se conocieron por primera vez en misa, en una de las pocas iglesias que existen en Japón. En ese entonces mi padre era estudiante de filosofía de la religión, y partió hacia el Japón con el propósito de profundizar sus estudios sobre las religiones budista y sintoísta muy presentes en el país. Su ejemplo dentro y fuera de casa me ha acompañado durante toda la vida, primero como estudiante de filosofía y ahora como seminarista. Su sacrificio cotidiano y la fe profunda fueron elementos decisivos para mi vocación. En mis recuerdos mantengo aún la imagen de mi padre rezando ante un cuadro de la “Virgen Negra” de Czestochowa que desde joven lleva consigo. A él le debo este hábito de confiar en las situaciones difíciles y abandonarme en los brazos de la Madre de Dios.
Posteriormente tuve la oportunidad de pertenecer a una parroquia muy activa gracias a un catequista y a un párroco muy bueno. Este último fue un gran maestro de oración que me enseñó a profundizar en ella.
Los últimos años de bachillerato me ayudaron a ver qué libros debería estudiar: así fue como opté por estudiar filosofía con enfoque Occidental en la Universidad estatal de Kyoto que sería mi hogar durante seis años. Gracias a esta nueva experiencia pude llenar un vacío interior que tenía desde hace muchos años.
Sin embargo, la respuesta vino después. Supe que cerca de mi departamento se fundaba un centro universitario dirigido por el Opus Dei. De ellos había escuchado poco, así que decidí visitarles por curiosidad. Tuve la gracia de ser acogido por personas excepcionales que con otros sacerdotes lograron ensanchar mi corazón, me enseñaron a tomar la responsabilidad de un cristiano inmerso en el mundo que tenía que vivir la santidad. Sobre este último punto reflexioné mucho. Hasta ese momento la santidad me parecía una utopía, algo inalcanzable. Sin embargo, en ese centro todos buscaban vivirla con decisión. Ante el santísimo leí estas palabras de San Josemaría y todo se esclareció: “Domine ut Videam (Lc 18, 41), ¡Señor que yo vea! Haz que mi inteligencia se llene de luz para permitir a tu palabra entrar en mi mente: haz que tu vida eche raíz en mi alma, para transformarme con vistas a la Gloria eterna (Amigos de Dios, Punto 127).
Desde ese momento sentí que el Señor me había llamado para llevar la alegría de la Revelación a mi país. Reconozco que el apostolado en mi tierra significa afrontar una realidad muy secular e indiferente, pero lo que me da fuerza son los ejemplos de vida cristiana: nací en Kagoshima, donde en 1548 llegó san Francisco Javier, muy cercano también se encuentra Nagasaki, teatro del martirio de san Pablo Miki y sus compañeros, y qué decir de los “cristianos ocultos”.
Un día, hablando con mi obispo, le dije que me hubiese gustado visitar Roma, él me escuchó y, dejando pasar un poco de tiempo, me dio la noticia que mi próxima residencia sería el  Instituto Sedes Sapientiae, y mi universidad la Santa Cruz. Mis padres se entusiasmaron conmigo. Siempre había puesto mi confianza en la providencia de Dios, pero no creía llegar a este nivel. Afortunadamente había estudiado algo de gramática italiana.
La Universidad  cuenta con la presencia de diversas culturas y representa una verdadera riqueza para la Iglesia. Me impresiona cómo el cristianismo en cada una de esas culturas ha dejado una identidad, algo que en Japón hay que realizar. Este espíritu de familia es un ejemplo claro que hay que proponer en las tierras japonesas. He visto que entre estudiantes y profesores hay un sentido de ayuda y confrontación en diversas temáticas. Las clases invitan a la investigación de la razón iluminada por la fe y la capilla ayuda a elevar el espíritu.
Por último quisiera dirigir mi pensamiento al Papa Francisco: sus discursos llegan directos al corazón, sus palabras tienen una fuerza que ha llegado a convertirse en modelo de pastor.


 


Un grupo de refugiados iraquíes visitan la Universidad

“Queremos ser cristianos y conservar nuestra fe a pesar de los dramas”. El lunes 20 de abril, un grupo de 40 refugiados católicos de Irak, residentes en Francia, visitó la Universidad, como una de las etapas de la peregrinación que están realizando en estos días en Roma y en las demás ciudades de Italia.
Para la ocasión, se reunieron con algunos periodistas, a quienes contaron su experiencia como refugiados.

 


 

Tom Sundaram, Derecho Canónico

Los estudios de derecho canónico me dan la posibilidad de adquirir un importante bagaje tanto filosófico como de los principios que se aplican a las leyes eclesiásticas, y es por eso que escogí la Santa Cruz. Al profundizar en los estudios sobre la justicia y el papel del juez, logro comprender que esta Facultad representa lo que el Libro de la Sabiduría explica en su primer versículo: “Amad la justicia, vosotros que gobernáis la tierra”. Creo que la Santa Cruz es el lugar ideal donde se puede desarrollar y profundizar esta ciencia.

 


 Jornada de estudio sobre la vida consagrada

En el marco del año de la vida consagrada, el miércoles 6 de mayo de 2015, tendrá lugar en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz una Jornada de estudio y reflexión sobre la misma. Están previstos algunos testimonios de religiosos y religiosas, y un encuentro de oración en la basílica de San Apolinar.

 


16 Abril 2015


Dios es misericordia
 

Soy Van Vien Tran, seminarista y estudiante de primer año de Filosofía en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz. Desde hace más de seis meses llegué a Roma tras realizar un largo viaje desde Vietnam, mi país de origen.
Mi infancia se desarrolló entre los inmensos cultivos de arroz de los campos de Nam Dinh, una ciudad que dista a cien kilómetros de la capital de Hanói. Soy el mayor de cuatro hermanos, cada uno viviendo la etapa de su vida, el más pequeño, en efecto, tiene doce años, la tercera estudia en la universidad y la que sigue de mí se recibió en economía y comercio, ya casada con un niño.
Mi vida transcurría de manera tranquila hasta los trece años. Mis padres, todos los días, comenzaban a trabajar desde muy temprano y es por eso que fui criado por mis abuelos que en ese tiempo vivían con nosotros. Recuerdo su profunda piedad como si fuera ayer, y la fe sólida que animaba a mi abuelo a rezar todos los días, mañana y tarde, ante una imagen de la Virgen de Fátima. Oraba intensamente por toda la familia, no se le escapaba ningún miembro. Mientras más lo veía más crecía en mí la curiosidad, y fue así como comencé a espiarlo. Pero era él quien estaba preparando ya el terreno fértil de mi alma.
Gracias a él decidí asistir a la parroquia por las tardes llegando a ser el acólito principal, luego fui encargado del coro juvenil y, por último, catequista para los niños más pequeños. Un día supe que en la parroquia organizaban un curso vocacional para los jóvenes. Fue ahí donde conocí a un sacerdote que dejó en mí y en mi itinerario espiritual una huella profunda. A los trece años la figura de los “hombres de negro”, dispuestos a todo para servir, y a quienes siempre les veías con una sonrisa, causó en mí una especie de admiración. Y así pasó con el último sacerdote. Recuerdo que con su sencillez y su facilidad para hablar lograba involucrar a los chicos de cualquier edad, en menos de un año el grupo parroquial fue muy numeroso. Las amistades que aún conservo fueron forjadas ahí, y me sorprendo siempre cuando me entero que muchos de estos chicos se han ordenado sacerdotes o han profesado los votos como religiosas.
Estos cursos continuaron durante años, mi abuelo al notar que mi entusiasmo y mi fe crecían con el tiempo, decidió regalarme una hermosísima cruz de madera que aún conservo y que siempre llevo conmigo. A mis dieciocho años me trasladé a Hanói para completar los estudios civiles, tenía la posibilidad de elegir entre cuatro facultades: Música, Comunicación, Inglés y Derecho. Sabía dentro de mí que al final elegiría esta última pero cada decisión tomada era meditada, y ¿qué podía ser mejor que hacerlo ante la cruz del abuelo? Los exámenes fueron complejos pero al mismo tiempo notaba cómo el sacrificio era compensado con las buenas calificaciones. La Cruz fue una gran ayuda para no tener miedo. Hasta la fecha la tengo en la mesita de cabecera, junto a la cama, y todas las mañanas cuando la contemplo reflexiono sobre el significado del sufrimiento y encuentro la fuerza para afrontar la jornada sabiendo que con Cristo todo lo puedo. 
Y he aquí que me encuentro cursando un nuevo ciclo de estudios en la Universidad de la Santa Cruz, una institución que logra conjuntar una alta calidad educativa con un fuerte espíritu de cercanía, sobre todo, hacia los seminaristas que como yo venimos desde muy lejos. Lo que me impresionó también fueron sus modernas estructuras, el cuidado del ambiente y la cantidad de libros que tenemos a disposición.Pero ¿cómo olvidar la primera vez que entré en la basílica de San Pedro? Quería participar en la misa de Navidad con el Papa Francisco, horas y horas de fila fueron compensadas por la magnificencia de esta iglesia, no creía que fuese tan grande después de verla sólo por Internet. Por último os comparto también una experiencia que me ayudó a contemplar todos estos acontecimientos en mi vida: la oración ante la tumba del cardenal Van Thuan. A través de sus escritos pude reflexionar sobre la vida de este gran hombre de Iglesia y las difíciles situaciones que afrontó con una profunda fe y tenacidad. De él aprendí que la esperanza en Dios y Su misericordia hay que considerarlas en cada instante de nuestras vidas.

 


 VI Congreso Internacional de la Facultad de Comunicación "Poética y Cristianismo"

Desde 27 hasta 28 abril, 2015 (Aula Magna "Juan Pablo II") será la sexta edición del Congreso Internacional "Poética y Cristianismo", promovido por la Facultad de Comunicación Institucional. El tema de este año es "Escribir, para quién y por qué. Alegrías y luchas del artista."
"Escribir una novela, un guión, una partitura musical o trabajar en una obra de arte - los organizadores explican -, provoca tanto una gran alegría y un gran esfuerzo, no sólo físico, sino del alma. Algunos escritores describen el proceso de creación de cada obra casi como una laceración interior. ¿De dónde nace la necesidad de escribir? ¿Quién es el destinatario? ¿Cuáles son las motivaciones e intenciones?
La sexta edición del Congreso "Poética y Cristianismo" se ocupará del escritor, ya sea novelista, músico o guionista, desde la perspectiva del sujeto y no tanto el propio trabajo. Muchas escuelas de escritura se preocupan del arte del escritor, o sea de componer obras que funcionen, y que tal vez incluso tienen éxito. Pocos, quizá ninguno, puede transmitir las disposiciones personales de aquel que crea, del talento y del trabajo que llevan, y en especial de la revelación de una llamada y una respuesta personal ".
Esta edición del Congreso quiere centrarse en las preguntas de por qué y para quién se escribe. Para responder habrán representantes del mundo de la escritura artística en diálogo con  críticos y académicos.

 


Giulio Capece, Comunicación

 

“La Universidad de la Santa Cruz es un ambiente que estimula intelectualmente al estudiante y en el cual la formación académica se dirige hacia un camino de crecimiento humano integral”

 

 


Presentación del libro: "Colaborar en el terreno de la Caridad", de María Eugenia Ossandón

Jueves, 26 de marzo, por iniciativa del Departamento de Historia de la Iglesia, ha tenido lugar la presentación del libro Colaborar en el terreno de la caridad, de la Prof. María Eugenia Ossandón.
El libro analiza las relaciones entre la Santa Sede y el Comité Internacional de la Cruz Roja, entre el inicio de la Comisión y de los años Treinta del siglo XX. Han intervenido Massimiliano Valente (Universidad Europea de Roma) y Gianfranco Armando (Archivo Secreto Vaticano).


31 Marzo 2015


El seminarista venido desde muy lejos


Me llamo Nguyen Van Cao, tengo veinticinco años y de “profesión” soy seminarista. Desde hace más de seis meses llegué a Roma de la diócesis de Hanói, Vietnam, y en este momento vivo en el Colegio Sedes Sapientiae.
Soy el último de tres hermanos, mi hermana está casada y trabajó como secretaria en una hacienda de la capital antes de convertirse en mamá. Mi hermano es decorador de interiores, también casado y con dos niñas. Venimos de una familia muy humilde, mi madre trabajó en los campos de arroz durante muchos años antes de retirarse, mi padre, en cambio, se dedicó a la construcción de casas.

Nuestra aldea se sitúa al este de Hanói, la capital del país, y está compuesta de casas pequeñas, negocios y una capilla ubicada en el centro de la ciudad. La vida transcurría normal en mi casa. Mi padre aprovechaba todos los momentos del día en que estábamos juntos para explicarnos algún pasaje del Evangelio, era más fuerte que él, recuerdo que con esto logró transmitirnos esta pasión por la Sagradas Escrituras. Mi madre por cuestiones de trabajo se tuvo que transferir a Saigón, al sur de Vietnam, dedicándose también al cultivo del arroz, el trabajo era tan intenso que sólo podíamos verla durante las vacaciones de Navidad, y así fue durante diez años. Mientras tanto, quien se ocupaba de nosotros era mi abuela, recuerdo vivamente como todas las mañanas nos levantaba alrededor de las cuatro, hora en la que la pequeña aldea empezaba su actividad, nos preparaba el desayuno y nos llevaba con ella a recitar alguna oración en la capilla. Mi hermano y mi hermana caminaban a su lado, yo, al ser el más pequeño, me subía a su espalda durante todo el camino con mis brazos sobre su cuello. Su fe en Dios era muy grande y me pregunté siempre cómo pudo mantener ese ritmo de vida durante esos años, todavía hoy pienso que sin su ejemplo no habría podido dedicar toda mi vida por la Iglesia. Tras la habitual visita en la capilla, mi abuela nos llevaba a la escuela y así todos los días hasta que volvió mi madre.

Durante ese tiempo tuve la gracia de conocer a uno de los nueve hermanos de mi padre que en ese momento estaba por acabar sus años de seminarista y recibir la ordenación. Nuestras conversaciones sobre Jesús se hacían cada vez más interesantes, me explicó lo que significaba ser sacerdote para él y todo el bien que se podía hacer vistiendo ese hábito. Todos estos testimonios tan vivos y directos fueron un don que lograron enriquecer y hacer crecer esa fuerza vocacional que me serviría para dar ese gran salto en mi vida. En Vietnam después de 1975 se cerraron muchas iglesias, nuestra pequeña capilla se llenaba sólo una vez al año durante la única vez en que se podía celebrar la Santa Misa. Hay que decir también que el sacerdote más cercano tenía que recorrer 70 kilómetros para llegar con nosotros. Es por eso que la oración estaba en el centro de nuestra vida cotidiana porque no pudiendo asistir a la Misa, la comunidad sólo vivía de esto.

Fue así que a los dieciocho años decidí ingresar en el seminario junto con un amigo muy querido. Al inicio nos dijeron que para prepararse mejor al seminario deberíamos pasar un período de estudios en una universidad estatal eligiendo una facultad entre ellas la de comunicaciones, música, ley o lenguas extranjeras, y nosotros elegimos esta última. Fueron años intensos, sumergidos en el estudio del chino y del inglés. Además, pude dedicarme a una pasión que cultivé desde pequeño y que mi padre fomentó, la de tocar el órgano. Lamentablemente en mi aldea jamás tuve la oportunidad de tocar, de pequeño practicaba sólo con una mesa de tabla en la que mi padre había tallado las teclas.

Concluido los tres años de estudio le pidieron a mi amigo que continuara sus estudios en la Universidad de Navarra, poco tiempo después me enviaron también a mí. Fui llamado por el secretario del obispo, me miró y por la emoción recuerdo sólo una palabra: Roma. Tenía miedo de esta decisión, no me sentía a la altura de esta misión. Decidí entonces rezar durante diez días para pedir fuerzas a Dios, y fue en ese momento donde leí una frase del Evangelio de san Lucas (12, 49-53):
“He venido a traer fuego a la Tierra y ¡cómo quisiera que ya estuviera ardiendo!”
A partir de aquí todo fue sencillo. Era la primera vez que viajaba a otra ciudad y esta representaba el corazón de la cristiandad. Llegué en junio y pude disfrutar toda la belleza y la historia de Roma. Con un grupo de compañeros visitamos la basílica de San Pedro, apenas entré en ella, quedé lleno de una emoción indescriptible y comencé a llorar. De pequeño la vi sólo por fotografía y ahora me encontraba allí dentro y un poco más distante el Papa Francisco, otro gran ejemplo de vida para mí. Lo considero un idealista, en el buen sentido de la palabra, la llamada evangélica a vivir la pobreza que está en la base de sus mensajes me sorprende siempre. Haciendo un recorrido de su vida como obispo y sacerdote descubrí su cercanía a los más necesitados y esto me anima aún más a querer seguir su ejemplo.

En octubre del año pasado comencé con las clases de Filosofía del primer año de licenciatura en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz. La Universidad me impresionó positivamente, un detalle en especial: la capilla junto a la Universidad. En Vietnam jamás vi algo igual, tener a Jesús tan cerca cuando se estudia es algo único. Los profesores desde el inicio han estado siempre muy disponibles y pacientes, sobre todo con estudiantes como nosotros que provenimos de otras realidades. Las clases son muy claras, los profesores logran esquematizar conceptos muy profundos y complejos para que podamos comprenderlos fácilmente.
Por último me gustaría concluir diciendo que cada vez que me encuentro ante el sagrario pido incesantemente a Dios que me convierta en el sacerdote que Él quiere y jamás en el sacerdote que quiero yo.

 


Giovanni Fasulo, Comunicación, Italia


“Mis años de estudiante en Roma encuentran en la PUSC un lugar rico de encuentros humanos y espirituales. La PUSC ofrece oportunidades de convivencia entre todos los estudiantes incluso con actividades externas que no son precisamente académicas, pero sí fuertemente comunitarias. Los cursos son muy interesantes, los profesores están siempre disponibles para los alumnos además de que están muy bien preparados y con muchos años de experiencia en la docencia. La PUSC es una experiencia que recordaré para toda la vida”.

 


Al Profesor Arturo Bellocq el Premio Internacional “Economia e Società”, sección jóvenes, de la Fundación Vaticana “Centesimus Annus”:

El rev. Arturo Bellocq, docente del Departamento de Teología Moral, ha sido el ganador del Premio Internacional “Economia e Società”, promovido por la Fundación Vaticana “Centesimus Annus-Pro Pontifice”, en la categoría dedicada a los jóvenes investigadores en Doctrina Social de la Iglesia.
En el año 2012 Bellocq publicó a través de la editorial Edicep-Edusc el estudio “La doctrina social de la Iglesia. Qué es y qué no es”, perteneciente al segundo volumen de la colección MCE-books.

 


Felices Pascuas

“Esta es la culminación del Evangelio, es la Buena Noticia por excelencia: Jesús, el crucificado, ha resucitado. Este acontecimiento es la base de nuestra fe y de nuestra esperanza: si Cristo no hubiera resucitado, el cristianismo perdería su valor; toda la misión de la Iglesia se quedaría sin brío, pues desde aquí ha comenzado y desde aquí reemprende siempre de nuevo. El mensaje que los cristianos llevan al mundo es este: Jesús, el Amor encarnado, murió en la cruz por nuestros pecados, pero Dios Padre lo resucitó y lo ha constituido Señor de la vida y de la muerte. En Jesús, el Amor ha vencido al odio, la misericordia al pecado, el bien al mal, la verdad a la mentira, la vida a la muerte.”

Papa Francisco

 


La Pontificia Universidad de la Santa Cruz os desea una feliz y Santa Pascua.

 


12 Marzo 2015


EN LAS MANOS DE DIOS

Me llamo Centus Muhogalu, tengo veintinueve años y apenas, desde hace dos meses, llegué a Roma para estudiar la licenciatura en teología en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz tras haber terminado mis estudios en Nigeria, precisamente en la archidiócesis de Onitsha. Soy el cuarto de cinco hermanos y el único que ingresó en el seminario.
Mis primeros encuentros con Jesús se los debo a mis padres. La vida en familia fue un tiempo especial, cada mañana al despertar nos juntábamos para rezar, y lo mismo sucedía por la tarde, este momento de oración juntos llegó a ser tan importante que sólo iniciábamos cuando estábamos todos presentes.

Mi casa llegó a ser un lugar donde se rezaba siempre el Rosario. Todas las tardes los niños de la aldea eran acogidos en nuestra sala y se les reunía en torno a una imagen de la Virgen de Fátima con los tres pastorcillos y el más grande del grupo narraba los hechos de este acontecimiento. Esto enriqueció muchísimo mi vida espiritual. Recuerdo que cada vez que escuchábamos las historias relacionadas con las apariciones surgía en mí el deseo de ser como esos pastorcillos y hablar cara a cara con la Virgen. 

Todas estas cosas me llevaron a buscar un ambiente en el cual podría cultivar mi inquietud vocacional y de este modo acercarme más a Dios. Un día, durante la Misa, el párroco anunció que para el que quisiera ser sacerdote existían unas fichas para rellenar a la salida de la iglesia. En ese instante vi el anuncio como una llamada a la que quise responder, así que no lo pensé dos veces y escribí mis datos. Confieso que no me sentía a la altura de tal compromiso, pero después de realizar dos exámenes muy difíciles para ingresar en el seminario, me di cuenta que la mano de Dios estaba allí para sostenerme a pesar de mis debilidades.

Mis padres y hermanos estaban entusiasmados con mi decisión, la noticia se difundió en toda la aldea y recuerdo que muchos me felicitaron porque era el primer joven del lugar que entraba en el seminario.

El período transcurrido en el seminario –a pesar de que era muy joven–  fue muy tranquilo gracias al apoyo que tuve por parte de mis familiares, especialmente de mi padre. Él era un hombre generoso sobre todo hacia quien tenía menos que nosotros, se empeñaba mucho en las actividades parroquiales y no por casualidad todos los niños de la aldea se reunían en nuestra casa. A pesar de las dificultades siempre era constante en la oración, no había una mañana en la que no viniera a despertarnos para comenzar la jornada con Jesús, lo vivía como un compromiso personal y le agradezco por esto. Su cercanía en el período de formación fue esencial para mí, siempre me alentó en los momentos de dificultad porque sabía que ese era el lugar donde yo había querido estar.

Sin embargo, viví un momento especialmente delicado antes de que llegara a Roma. Poco tiempo antes mi hermano menor se transfirió con su familia al norte de Nigeria para abrir un negocio. Este hecho preocupó mucho a mi padre por la amenaza constante del grupo terrorista “Boko Haram” en esa zona. Posteriormente la casa y el negocio de mi hermano fueron asaltados por estos terroristas y fallecieron dos personas. Recuerdo que en ese tiempo rezaba mucho por mi hermano y su conversión, pues atravesaba momentos difíciles.

Tras algunas complicaciones que tuve empezó mi aventura en Roma. La Universidad me hizo experimentar ese clima de acogida como el que respiraba en mi casa, es decir África. Los estudios que realizamos no sólo nos permiten profundizar en el saber teológico sino también enriquecernos espiritualmente.

¿Qué decir del Papa Francisco? Quisiera encontrarlo. Creo que es un hombre que está dando todo por Dios y lo demuestra en la forma que habla y acoge a la gente, él no ahorra tiempo con cada persona que encuentra, busca un contacto íntimo con el otro. Quiere hacer de la Iglesia un punto de encuentro universal donde la acogida hecha con humildad se convierta en el primer paso fundamental.
Finalmente, como digo siempre, lo que me sostiene en la vida y lo que me impulsa a seguir adelante es el amor de Dios, por eso quiero trabajar por Él y decir a la gente que este Amor es también para ellos.


 


FRANCESCA FALATO, FILOSOFÍA

“Cuando eres parte de la Santa Cruz descubres la riqueza de un ambiente que transmite seriedad académica con una profunda humanidad tanto en los profesores como en el personal. En la PUSC he podido apreciar desde los primeros días esta unión de culturas que me abren los ojos al mundo permitiendo que conozca así otras realidades”.

 


XVI CONGRESO DE LA FACULTAD DE TEOLOGÍA

El 3 y 4 de marzo de 2015, por iniciativa de la Facultad de Teología, ha tenido lugar el Congreso: El misterio de Cristo, hecho presente en la liturgia.
"La finalidad del congreso era ofrecer una reflexión teológica sobre la liturgia que dirija su atención hacia su centro y raíz: el misterio de Cristo, entendido con todas las facetas que presenta en el Nuevo Testamento, tanto en los Evangelios como en las Cartas paulinas.
El “misterio” se identifica con Cristo: su Persona, su Pascua, junto con la Iglesia como cuerpo suyo, mediante el don del Espíritu Santo. Esta perspectiva conduce a una comprensión histórico-salvífica de la liturgia. En este contexto se integran los argumentos de las comunicaciones: el mystêrion en el Nuevo Testamento; Mysterium et sacramentum en las fuentes litúrgicas; la actualización del Misterio en la celebración litúrgica; la liturgia de las horas como celebración del Misterio; la experiencia del Misterio pascual a través de la música litúrgica; la vida cristiana en cuanto marcada por el Misterio celebrado".

 


Curso para periodistas "vaticanistas"


A partir del jueves 5 de marzo, y durante los próximos dos meses, se llevará a cabo el VI Curso de especialización en información religiosa para "vaticanistas". El objetivo es "llegar a conocer a fondo las estructuras y dinámicas de la Iglesia católica para favorecer el trabajo de los profesionales que se ocupan de sus temáticas, de las actividades del Papa y de la Curia romana".


26 Febrero 2015


La visita de Lolo Kiko

Me llamo Emmarlone Ravago, soy de Filipinas y estudio en la facultad teológica de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz. Este es mi tercer y último año en Roma por lo que quisiera dar las gracias de manera especial a todos aquellos que han contribuido con su granito de arena para que yo pudiera vivir esta experiencia de cursar mis estudios muy cerca del Santo Padre. Y, puedo decir que no soy el único, porque actualmente en Roma somos alrededor de cuarenta filipinos los que estudiamos en esta Universidad.

Antes de contaros mi impresión sobre la visita del Papa a mi tierra, quisiera hablaros brevemente de mi vocación, pues creo que esto ayudará a ver un poco la trascendencia de la visita pastoral del así llamado con cariño “Lolo Kiko”, eslogan que quiere decir abuelo y con el cual mi gente bautizó al Papa Francisco al recorrer las calles y durante los encuentros multitudinarios. Puedo decir que lo que más sobresalió de su visita fue la cercanía y su amor paternal.

La llamada de Dios se remonta a mi infancia, cuando ayudaba como monaguillo al sacerdote de mi parroquia, recuerdo que él me dio un gran testimonio de sacrificio y alegría. Pero no fue sino hasta los dieciséis años cuando decidí ingresar en el seminario diocesano de Maasin, en la provincia de Leyte, una diócesis que dista a dos horas de Tacloban, el lugar que fue arrasado por el tifón Yolanda hace año y medio y donde el Papa celebró la santa misa del pasado 17 de enero ante miles de fieles que sufrieron el desastre natural.

El momento de la llamada fue muy claro para mí, recuerdo que estaba en la iglesia haciendo una visita ante el sagrario, cuando de repente, sentí una gran paz y un gran silencio. Es una experiencia que nunca podré describir cómo fue, pero que se asemeja al salmo 83 cuando exclama: “cuán hermoso es estar en tu santuario Señor”. Así, comencé mis primeros años de formación y fui enviado a Manila a realizar mis estudios de filosofía en la Universidad de Santo Tomás, precisamente donde el Papa Francisco se reunió con setenta mil jóvenes un día antes de partir de Manila.

Recuerdo que una ocasión –justo antes de venir a Roma– mi director vocacional se encontraba en la Universidad por cuestiones de trabajo y providencialmente lo encontré. Conversando con él me preguntó si me gustaría  estudiar teología en Roma. Yo le dije que sí, pero era como soñar porque no contaba con los medios económicos. Meses más tarde recibí una carta del obispo donde me decía que había recibido una beca para estudiar en Roma.

Y, así, llegué a la gran Roma, fue algo increíble, estaba muy emocionado pero no niego que me costó mucho adaptarme al idioma, a la cultura, etc. Pero la prueba más dura ocurrió cuando tenía pocos meses de haber llegado y recibí una llamada telefónica de una tía avisándome que mi padre había fallecido. Recuerdo que viajé a Filipinas pensando que ya no regresaría a Roma, pues cómo iba a dejar a mi madre sola, ¡quién la iba a cuidar ahora! Pero la gracia fue más fuerte, esa experiencia que tuve cuando decidí entrar en el seminario me hizo permanecer firme y perseverar en el camino.

Es muy difícil perder a un padre, sobre todo cuando más lo necesitas. Yo lo experimenté y por eso me cautivó enormemente ver al Papa Francisco rodeado de niños abandonados en uno de los orfanatos de Manila que visitó inesperadamente, parecía realmente un abuelo en medio de todos esos niños. En definitiva, Francisco no se dirigió a mi pueblo como Pontífice o como jefe de Estado. Se dirigió como un simple papá, o más bien, como un abuelo que abraza a todos. Es por eso que para los filipinos será siempre nuestro “Lolo Kiko”.



Héctor Patricio Aranda Mella, Facultad de Comunicación:


“El estudio en Roma me ha ayudado a tener una visión universal de la Iglesia y sobre todo a conocer las diversas realidades que me afianzan aún más en la misión que Dios me ha confiado”.

 



Fiesta de la Virgen de San Apolinar

El 13 de febrero tuvo lugar la fiesta litúrgica de la Virgen de San Apolinar, en memoria del descubrimiento de su Sagrada Efigie. El fresco, que representa a la Virgen entre los Apóstoles Pedro y Pablo, se encuentra en la entrada de la Basílica y se remonta al siglo XV.
En diciembre de 1494 el fresco fue cubierto con una capa de yeso para protegerlo del paso de los soldados de Carlos VIII y de los peligros que surgieron por la lucha entre los Orsini y las milicias del senescal de Belcari, que acamparon en la entrada de la Basílica. Junto con la caída del yeso, la Efigie reapareció intacta el 13 de febrero de 1647, tanto que suscitó una fuerte devoción popular y fue coronada por el Capítulo del Vaticano en el año 1653.
A los pies del trono hay una inscripción que se supone que fue colocada con ocasión de la peste de 1657:
SANTA MARIA REPARATRIX NOSTRAE CONCORDIAE OMNIUM FIDELIUM CHRISTIANORUM FIDELIUM CHRISTIANORUM TU INTERCEDE PRO NOBIS APUD DEUM UT LIBEREMUR A PESTE EPIDEMIA ET AB OMNIBUS MALIS PRAESENTIBUS ET FUTURIS. AMEN.


Matrimonio y familia. La "cuestión antropológica" y la evangelización de la familia


En el documento final del Sínodo Extraordinario sobre la familia, los Padres Sinodales han puesto de relieve cómo la cuestión antropológica es central para entender la familia y para dar respuestas concretas a la crisis que vive la familia en la sociedad actual: «Fieles a las enseñanzas de Cristo miramos a la realidad de la familia hoy en toda su complejidad, en sus luces y sombras (…). El cambio antropológico-cultural hoy influye en todos los aspectos de la vida y requiere un enfoque analítico y diversificado» (n. 5).

Además, como el mismo Papa Francisco ha afirmado, en el proceso de redescubrimiento del “Evangelio de la familia” la cuestión antropológica es un elemento necesario para llevar a cabo una pastoral de la familia verdaderamente eficaz.

Partiendo de estas sugerencias, la Facultad de Derecho Canónico, con la participación de las otras Facultades de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, ha decidido organizar este Congreso interdisciplinar sobre matrimonio y familia, en el periodo entre los dos Sínodos.

El Congreso pretende dar una contribución a la reflexión de la Iglesia sobre realidades centrales, como son el matrimonio y la familia. El elemento común de las diversas conferencias será representado por el estudio de la “cuestión antropológica”, que se refleja en diversos ámbitos del saber: desde la antropología teológica y filosófica, pasando por la teología sacramentaria y el derecho matrimonial canónico, hasta la pastoral matrimonial.

Junto a las ponencias sobre temas antropológicos, teológicos y jurídicos, habrá espacio también para sesiones más prácticas, en las cuales expertos que trabajan en estos ámbitos presentarán algunas iniciativas que han producido abundantes frutos en dos áreas específicas: la preparación al matrimonio y el acompañamiento de los esposos, sea en el recorrido de su crecimiento, sea en las situaciones de crisis.

 


12 Febrero 2015


Optimista y alegre

Soy Emmanuel Jipson Fernando Warnakulasuriya, seminarista esrilanqués de la diócesis de Colombo. Este es mi cuarto año en Roma y estoy en el último semestre de licenciatura en teología espiritual en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz. De Sri Lanka somos actualmente cinco los que estamos estudiando en dicha Universidad, de los cuales sólo tres de nosotros residimos en el Colegio Sedes Sapientiae, donde tenemos la oportunidad de convivir con seminaristas de diversos países y culturas.

Este año ha sido ya desde el inicio muy especial. Sobre todo porque he podido seguir desde el corazón de la cristiandad la visita del Pontífice a mi país. Un país que hace 10 años sufrió un terrible tsunami dejando a miles de muertos y desaparecidos, un país que está también profundamente marcado por 30 años de guerra civil y en donde hace apenas unas semanas ha sido elegido el nuevo presidente de la República.

Esta es la tercera vez que un Papa visita mi país después de Pablo VI y san Juan Pablo II, de este último sólo guardo una vaga memoria de la emoción que había en mi ciudad pues era apenas un niño. Sin embargo, me atrevería a decir que ésta última visita ha sido probablemente la más importante y la más esperada por mi pueblo, digo esto pues desde el verano pasado en mi parroquia se han venido organizando jornadas de oración y actividades de preparación para la visita.

Pero creo que la visita ha sido importante, sobre todo, por tres cosas: Una es que desde el punto de vista religioso, las relaciones con las demás religiones budista, hinduista y musulmán han mejorado. Esto ha permitido que el Papa tuviese más libertad en el territorio y que las demás religiones lo hayan acogido de muy buena manera. Tanto es así que de las seiscientas mil personas que asistieron a la canonización de José Vaz, el primer santo esrilanqués, ciento cincuenta mil eran budistas. Un segundo motivo, también religioso, es precisamente la canonización del primer sacerdote misionero en Sri Lanka. Una figura muy importante no sólo para los católicos sino también para las demás religiones pues fue un hombre que ayudó a todos sin distinción de religión o condición social.

El tercer motivo es más bien político, pues al estar viviendo ahora un momento de tranquilidad, después de 30 años de conflicto entre cingaleses y tamiles, Francisco ha sido el primer Papa en visitar el santuario mariano de Mahdu, un santuario que significa mucho para los esrilanqueses pues allí llegaron los primeros cristianos, y que fue bombardeado y tomado por terroristas que estaban a favor de la separación entre las dos etnias. Recuerdo que de niño me tocó presenciar varios enfrentamientos. Una ocasión llegaron las fuerzas armadas a mi casa para alertarnos que estábamos en peligro y que teníamos que huir lo más rápido posible.

En definitiva la oración del Papa en Mahdu ha sido para mí el momento más conmovedor de la visita pues, a pesar de los conflictos, el santuario nunca fue destruido. Hasta la fecha de hoy se conserva todavía un agujero enorme precisamente a lado del santuario, en memoria de un proyectil que estuvo a punto de destruirlo pero que no alcanzó su objetivo. El Papa en Mahdu ha hablado con autoridad y valentía, y creo que ello traerá de nuevo el deseo de una total unidad. Al menos ya lo podemos ver en las noticias pues recientemente han liberado cerca de seiscientos presos como gesto de bondad por la visita del Papa Francisco.

Recientemente en una entrevista que hicieron al cardenal de Colombo, leí una frase que me ayudó mucho, él decía que tanto el Papa Francisco como José Vaz tienen algo en común que ha cautivado al pueblo de Sri Lanka, y esto es el espíritu de optimismo y la alegría por afrontar los desafíos que plantea la misión. José Vaz y Francisco han sabido salir de sus tierras confiando totalmente en el Señor y sus hechos lo demuestran.

 

 


 

Giulia Latella,

Filosofía


“Llegue aquí por pura casualidad, casi de malagana. De primeras todo me parecía extraño per lentamente este mundo me fue cautivando siempre mas. Nunca me hubiese imaginado que una experiencia así alargara tanto mis horizontes y me enriqueciera por adentro. Es maravilloso pensar como esta realidad me lleno de verdadera vida, de felicidad, de compartir “amor gratuitamente”, de atención a la persona, en donde la pregunta “como estas” no es simplemente una frase de circunstancias. A esta universidad le debo, gracias a la sabiduría de los profesores, a las experiencias compartidas con mis compañeros y a la disponibilidad del personal, la persona que soy ahora.”

 


 

Jornadas de Estudio "Ratzinger y Daniélou ante el misterio de la historia

 

Jueves 12 y Viernes 13 de febrero 2015, en colaboración con la Fundación Joseph Ratzinger-Benedicto XVI, la Asociación Patres y la Fraternidad San Carlos, la Universidad acoge las jornadas de estudio sobre el tema Ratzinger y Daniélou ante el misterio de la historia.

 


"El papel educativo de la Filosofía". El 23 y 24 de febrero, el XXII Congreso de la Facultad

Del 23 al 24 de febrero 2015 se celebrará el XXII Congreso de la Facultad de Filosofía, sobre el tema "La filosofía como Paideia". Se profundizará, por lo tanto, el rol educativo de esta disciplina, bajo el perfil histórico-filosófico, teórico y didáctico-pedagógico.
Tres mesas redondas se han previsto, centradas en muchos aspectos educativos de la filosofía, como su impacto en el mundo "de la escuela y la universitaria" (con la ayuda del profesor Giacomo Samek Lodovici, de la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán, y la prof. María Teresa Russo, de la Universidad de los Estudios "Roma Tre"), en la "vida profesional" (intervenciones de la prof. Benedetta Giovanola, de la Universidad de Macerata, del Ing. Nuzio Mirtillo, Presidente Ericsson Región del Mediterráneo, y del prof. Francesco Perillo, de la Universidad "Suor Orsola Benincasa" de Nápoles), y "la formación del hombre y del cristiano" (con la participación del Rector de la Santa Cruz, Mons. Luis Romera, y el prof. Giuseppe Savagnone, de la Lumsa de Palermo).


3 Enero 2015


Encontré la alegría de mi vida

Soy Alberto, provengo de Ghana y me encuentro en Roma estudiando el segundo año de teología. Mi familia es numerosa, tengo seis hermanos de los cuales, una hermana es religiosa y superiora provincial de la Congregación Misioneras de San José de Cluny. Los demás, en cambio, ejercen la profesión de cardiólogo, oculista y otorrino. En verdad puedo decir que tenemos un hospital en casa.  
Desde niño estaba convencido de que quería ser abogado hasta que un día, en la primaria durante el tiempo de receso, vi que llegó un sacerdote que venía para bendecir nuestro colegio. Observándolo tuve una sensación extraña, recuerdo que en ese momento me asombró mucho y de manera especial su alegría y jovialidad. Pero me concentré en un detalle: la cruz dorada que traía bordada en la estola que vestía. Ese encuentro cambió totalmente mis proyectos.
Hasta ahora no creo que dicho encuentro haya sido casual, pues durante mi adolescencia y juventud me fui alejando de la fe y no tenía intención alguna de asistir ni siquiera a misa, además  que estaba influenciado por los amigos de la escuela. Creía que no tenía sentido adorar al Señor. Pero recuerdo muy bien cómo mi padre, al ver mi comportamiento, me ayudó con mucha delicadeza a comprender cuánto era importante la eucaristía en mi vida. Y desde ese momento decidí acompañar a mis padres todas las mañanas y así fue creciendo mi deseo de conocer cada vez más a Jesús, y en mi corazón sentí esa llamada a servirlo como aquel sacerdote que había encontrado hace muchos años en el colegio.,
Mientras tanto continué con mis estudios.  Al final de mi último año de bachiller, debido al buen promedio que había alcanzado en los exámenes se me presentó la primera dificultad. Ese año tenía la oportunidad de estudiar en una excelente universidad, pero a la vez sentía esa fuerte moción de ingresar en el seminario. Al no estar seguro sobre qué camino tomar, empecé a trabajar dando clases de religión en un colegio, del cual llegué a ser vicedirector. Pasé dos años de duro discernimiento hasta que un día escuché en mi interior fuertemente una voz: “Alberto ven conmigo”. Fue así que decidí entrar en el seminario en contra de la opinión de mis hermanos y amigos que me consideraban demente. Mi padre jugó un papel importante en mi decisión pues gracias a su testimonio aprendí a amar a la Iglesia. Su espíritu de servicio por la comunidad no tenía límites: a menudo expresaba su deseo de dejar totalmente su trabajo para dedicarse a la parroquia. Yo no entendía esa actitud suya hasta que un día me respondió diciendo: “Alberto, el Señor es mi fuerza, Él es mi fuente, toda mi riqueza”.
Después de cinco años en el seminario de San Gregorio Magno en la ciudad de Paakoso, fui enviado al corazón mismo de la Iglesia: Roma, a estudiar en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz. Tras dos años de teología me doy cuenta que estoy viviendo una experiencia importantísima en mi vida ya sea desde el punto de vista de la formación espiritual como desde el punto de vista académico, rodeado por culturas y tradiciones diversas y de las que aprendo mucho. ¿Qué podría decir del Papa Francisco? Sencillamente un Pontífice extraordinariamente cercano y amigable. La idea de una Iglesia pobre y para los pobres me fascina porque me recuerda precisamente la realidad de donde vengo: África.

 



Bartosz Wasad,
Comunicación Social Institucional

“La Santa Cruz es una Universidad muy bien organizada y de gran envergadura: en el sentido de que da luz al mundo y está abierta a todo el mundo. Los profesores están siempre disponibles y las clases son verdaderamente interesantes. Me siento muy contento de formar parte de esta realidad”.

 


 

Fiesta del Patrono de la Facultad de Teología

El martes 20 de enero de 2015 la Facultad teológica de nuestra Universidad celebró la fiesta académica en honor de su Patrono Santo Tomás de Aquino. Después de la Misa, que tuvo lugar en la Basílica de San Apolinar, el profesor Robert Wielockx impartió una conferencia intitulada: la certeza y la libertad en Santo Tomás.

 


 

Máster y Curso para formadores de seminarios

El 19 de febrero próximo, el Centro de Formación Sacerdotal inicia la segunda edición del Máster para formadores de seminarios, contribuyendo así a la formación permanente de sacerdotes que estudian en Roma. Asimismo a partir del 25 de febrero tendrá lugar el seminario “Ars predicandi” que tiene como tema: la retórica clásica y la comunicación moderna al servicio de la Evangelización. El curso busca ante todo ayudar a los sacerdotes en la preparación adecuada de las homilías partiendo de los estudios de la retórica clásica y ofreciendo aplicaciones prácticas.

 


18 Diciembre 2014


FELIZ NAVIDAD!

“La gloria de Dios no se manifiesta en el triunfo y en el poder de un rey, no resplandece en una ciudad famosa, en un suntuoso palacio, sino que establece su morada en el seno de una virgen, se revela en la pobreza de un niño. La omnipotencia de Dios, también en nuestra vida, obra con la fuerza, a menudo silenciosa, de la verdad y del amor. La fe nos dice, entonces, que el poder indefenso de aquel Niño al final vence el rumor de los poderes del mundo” Benedicto XVI

La Universidad de la Santa Cruz os desea una Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo.


Dios Jamás nos abandonará

“Estamos perdiendo nuestra humanidad”, estos son los gritos clamorosos que llegan de Liberia, y particularmente de la diócesis de Gbarnga, dirigida por monseñor Anthony Borwah que alerta de la emergencia sanitaria que está afectando a su país tras la propagación del virus del Ébola. “Esta desgracia hace incluso imposible demostrar gestos de afecto como consolar con un abrazo a una persona que vemos llorar”.

Monseñor Borwah –ex alumno de la Facultad de Comunicación Institucional de nuestra Universidad– nos relata cómo, debido a esta situación del virus, no pudo asistir al Sínodo de los obispos sobre la familia de septiembre pasado que tuvo lugar en Roma. Esta cita habría sido muy importante pero desde el momento en que se descubrió el primer caso, recuerda monseñor Borwah, se declaró el estado de alarma en el país, las escuelas cerraron, los mercados de las plazas fueron desalojados, y las oficinas tuvieron que cerrar completamente. La enfermedad causó lamentablemente una mayor pobreza en las familias, no pudiendo estas últimas ni siquiera permitirse una comida al día.

“Además de estar hambriento y enojado” –relata el obispo– “el pueblo liberiano está perdiendo la esperanza rápidamente y cree que Dios les ha abandonado de nuevo. En efecto, antes que surgiera el ébola como nueva amenaza, la Iglesia en Liberia estaba tratando de sanar las heridas aún abiertas de la guerra civil de hace diez años que había puesto al país de rodillas, causando una fuerte crisis económica y una proliferación de armas.

La situación es dramática, las víctimas contagiadas han llegado a los 2400, según fuentes internacionales. Mientras tanto, como informa el obispo, la diócesis de Gbarnga inició la distribución de víveres puesto que los precios del arroz, del maíz y de otros alimentos están aumentando de precio debido a la escasez de suministros y que nadie quiere comprometerse debido a la presencia del virus. Además, diez minutos antes del rezo del rosario, en todas las parroquias, los fieles son informados sobre los eventuales riesgos de contagio. Por lo demás, la Iglesia católica colabora con el Gobierno del país a través del “Ebola Task Force Team”, instruyendo a los grupos de enfermeras en las diversas diócesis de Liberia.

Pero la historia de monseñor Borwah es también una historia de lucha personal, en efecto, a causa del virus ha perdido un amigo y padre espiritual muy querido, el sacerdote español Miguel Pajares, uno de los primeros europeos contagiado y trasladado a España donde ha fallecido. 

“¿Cuál es la solución?” –se pregunta el obispo–  “Volver a encontrar nuestra humanidad, nuestra espontánea bondad, buscando dar, como Iglesia, soluciones que tengan un efecto duradero”.
Y después hace un llamamiento al mundo: “Los amigos de Jesucristo –los pobres, las mujeres, los niños, los inocentes– tienen necesidad de ayuda espiritual y material. El pueblo liberiano está perdiendo la fe, la esperanza y el amor. Están más pobres, más hambrientos y desesperados. Dios no nos abandona y jamás nos abandonará, es por eso que, por favor, no nos abandonéis en la devastación que está provocando el ébola”.

“¡Por favor, rezad por nosotros!


 

COSTANZA MURGIA 1 Año de Filosofía:
“Cuando ingresamos en la Santa Cruz nos damos cuenta que no se estudia solamente para pasar un examen, sino para crecer juntos, apasionarse, interesarse y profundizar la investigación de la verdad”.

 


Seminario sobre economía en ámbito eclesiástico
El viernes 16 de enero de 2015 se llevará a cabo en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz la V sesión del curso “Economics for Ecclesiastics”, organizado por el Instituto MCE sobre el tema: “moneda e inflación”. El curso será presidido por el Barón Brian Griffiths de Fforestfach, vicepresidente de Goldman Sachs International RU.

 


2 Diciembre 2014


 



“La cosa que a primera vista más me impactó de esta universidad fue la actitud tan cercana de los profesores hacia nosotros, estudiantes de segundo año. Me demostraron que antes viene la persona y después el ser estudiante.”

Marina Scarrone, segundo año de Comunicación Social Institucional


Inaugurado el 30º curso académico de la Santa Croce. "Una Iglesia en salida necesita de una universidad en salida"

El martes 7 de octubre tuvo lugar la ceremonia de inauguración del 30º curso académico de nuestra Universidad.

A las 9.30, en la Basílica de Sant’Apollinare, el Obispo Prelado del Opus Dei y Gran Canciller, Mons. Javier Echevarría, presidió la Misa votiva del Espíritu Santo, concelebrada con los decanos y otras autoridades académicas.

A continuación, en el Aula Magna “Juan Pablo II”, se desarrolló el solemne acto académico con la lección inaugural a cargo del rev. prof. José María La Porte, decano de la Facultad de Comunicación sobre “Comunicación de la fe y periferias existenciales”.
En el discurso de apertura del nuevo año académico, el Gran Canciller ha afirmado que “una Iglesia en salida necesita de una Universidad en salida, que no se cierre en una especie de torre de marfil sino que desarrolle un pensamiento que nazca de la vida y esté al servicio de la vida”.

Al final de la ceremonia se entregaron las medallas de plata a profesores y personal que han cumplido 25 años de trabajo al servicio de la Universidad.


El Instituto Acton asigna el "Premio Novak 2014" al Prof. Oskari Juurikkala, estudiante de doctorado en teología

Jueves 04 de diciembre (17 hrs, Aula Alvaro del Portillo), la Universidad acoge la ceremonia de entrega del Premio Novak 2014 al prof. Oskari Juurikkala, estudioso finlandes experto en economía y derecho que está completando su doctorado en teología. Por motivo de la asignación, el prof. Juurikkala sostendrá la conferencia Una apreciación pro mercado de Papa Francisco.


Nº 27 Junio 2014


Un maronita en Roma


Mi nombre es Charbel Obeid, soy de Biblos, una ciudad al norte del país, situada a 30 km de Beirut.  Me encuentro estudiando mi primer año de teología en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz y resido en el Colegio Sedes Sapientiae. Tengo el privilegio y también la responsabilidad de ser el único seminarista de Líbano que estudia en Roma.

Provengo de una familia sencilla. Mi padre tiene pastelerías y mi madre es ama de casa. La religiosidad de mi padre me ayudó mucho a crecer en mi fe y a acercarme más a Cristo. Desde la escuela mis amigos me consideraron siempre como un joven sensible para las cosas de Dios: tanto es así que me apodaban “el padre”.

A los 18 años comencé la carrera de derecho civil y al mismo tiempo fui nombrado presidente de la pastoral juvenil de la diócesis, de la que formaban parte alrededor de 120 jóvenes. Esto me permitió conocer de una manera especial la realidad de la Iglesia maronita y colaborar estrechamente con el entonces Obispo de Jbeil, Cardenal Béchara Boutros Rai, que en 2011 fue elegido patriarca de Antioquía y en 2012 fue creado Cardenal por Benedicto XVI.

Mi experiencia trabajando con mi obispo fue muy enriquecedora porque por un lado pude ver la confianza que depositó en los jóvenes, y por otro, su incesante trabajo por la unidad de los cristianos. Recuerdo que a pesar de su trabajo siempre nos dedicaba el tiempo necesario para escuchar nuestras necesidades y compartir nuestros logros. Esto ciertamente fue creando en mí un aprecio por la vocación al sacerdocio.

Finalmente, a los 22 años, tras un largo discernimiento vocacional, ingresé en el seminario de la sede patriarcal de Bkerke, donde realicé mis estudios de filosofía. La Iglesia maronita de Líbano tiene la particularidad de convivir con otras iglesias y religiones, especialmente con la iglesia ortodoxa griega y con los musulmanes. Cada año tenemos un encuentro con estos últimos donde fomentamos el diálogo y la convivencia fraterna.

Mi primer año en Roma ha sido maravilloso porque he tenido la dicha de aprender y adentrarme en la liturgia latina, conocer otros puntos de vista e intercambiar opiniones. Esta experiencia me ha ayudado a abrir horizontes y a seguir fortaleciendo los lazos de unidad.

La experiencia más bella ha sido conocer al Santo Padre Francisco. En él he podido ver a un verdadero pastor y guía que se entrega totalmente a su pueblo. Precisamente hace unas semanas tuve la oportunidad de participar en el encuentro que el Santo Padre tuvo con los estudiantes de los colegios pontificios de Roma y en dicha ocasión tuve también el privilegio de hacerle una de las preguntas que le habíamos preparado. Al final del encuentro pude saludarle y ver su interés por la Iglesia en Líbano y en todo Oriente Medio.

La misión es muy ardua y difícil pero también emocionante y alentadora. Por ello agradezco de manera especial a todos los bienhechores de la Universidad de la Santa Cruz y del Colegio Sedes Sapientiae que, con su constante empeño y con el único interés de ayudar a la Iglesia, colaboran en la misión de formar verdaderos pastores para cuidar la grey del Señor.

 

 


Seminario para profesores sobre la "Evangelii Gaudium y la labor universitaria"

¿De qué manera la Evangelii Gaudium –primera exhortación apostólica del Papa Francisco– cuestiona a la comunidad académica y la investigación universitaria? Esta pregunta estuvo al centro de las reflexiones del Seminario para profesores que se llevó a cabo el pasado 15 de mayo de 2014 con la participación de profesores de todas las facultades y del Instituto de Ciencias Religiosas. De las intervenciones y del debate surgieron orientaciones útiles para la labor docente y de investigación en el campo de la teología, la filosofía, el derecho canónico y la comunicación.

 


 

“Continuamente me pregunto qué es lo que me hace seguir adelante en medio de tantos trabajos académicos. La respuesta es sencilla: profesores apasionados buscando transmitir sus conocimientos que se reflejan en la grandeza misma de Roma.

Cecilia O'Reilly
Fac. Comunicaciones
Estados Unidos

 


Seminario "St. Thomas Aquinas on Free Choice"

Del 23 al 27 de junio la facultad de filosofía de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, en colaboración con The Lumen Christi Institute for the promotion of the Catholic Intellectual Tradition, llevará a cabo un seminario de 5 días donde se estudiará el pensamiento de Santo Tomás de Aquino con respecto al liberum arbitrium y sus principios metafísicos y psicológicos. El seminario busca profundizar en los temas que el doctor angélico expone sobre la relación entre intelecto y voluntad tratando algunas cuestiones de especial interés como el determinismo causal y la elección del bien y del mal.

 


Nº 29 Mayo 2014


¡Delante para guiar; en medio para conocer; y detrás para alentar!


Me llamo Héctor Patricio Aranda Mella. Soy de Chile, y provengo de la diócesis de San Bartolomé de Chillán. Una diócesis de las periferias del país, sufragánea de la arquidiócesis de Concepción. Actualmente me encuentro realizando la Licenciatura en Comunicación Social Institucional en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz y resido en el Colegio Sacerdotal Altomonte, que dirigen sacerdotes de la Prelatura del Opus Dei, y donde tengo la oportunidad de intercambiar experiencias con otros 50 sacerdotes jóvenes de distintas nacionalidades.
En mi familia somos cuatro hermanos, de los que yo soy el segundo y el único varón. Mi familia estuvo  siempre  muy allegada a la Iglesia y esto ciertamente contribuyó para que mi vocación sacerdotal naciera y creciera de una forma muy natural. Desde niño me impactó siempre la alegría de los sacerdotes y la naturalidad con la que viven su vida parroquial en medio de sus feligreses. Pero no fue hasta los 24 años cuando Dios intervino directamente a través de una Jornada vocacional que marcó mi vida de una manera especial y me hizo dar ese sí generoso para servirle como sacerdote y pastor de sus ovejas.
Después de la jornada ingresé inmediatamente en el seminario arquidiocesano de Concepción, donde realicé toda mi formación sacerdotal que consistió en 4 años de filosofía y 3 de teología. Una experiencia maravillosa, a través de la cual, Dios fue moldeando mi corazón y preparándome para grandes sacrificios: uno de ellos fue la muerte de mi padre durante mi primer año en el seminario. Puedo decir que fue una dura prueba, pues por un lado tenía todo el peso de la familia: ¡qué harán mi madre y mis hermanas!; y por otro, la voz de Dios que me llamaba a dejarlo todo –incluso esto– y seguirle. Al final, con la ayuda de mis formadores y por medio de la oración no sólo superé esta gran prueba sino que salí de ella aún más fuerte y convencido de que Dios me quería como su pastor.
Fui ordenado sacerdote el 6 de octubre de 2007, de manos de mi Obispo Monseñor Carlos Pelegrin. Inmediatamente comencé mi ministerio como vicario parroquial, encargándome de la pastoral juvenil diocesana. Años más tarde, fui enviado como párroco a una de las zonas de la periferia. Esos 6 años fueron un tiempo de aprendizaje y de identificación con la misión de pastor en la que he podido constatar cómo es Él quien guía a su pueblo a través de nosotros.
Gracias a Dios la diócesis cuenta ya con una radiodifusora y con una revista que se difunde a todos los fieles de la diócesis, pero se puede hacer aún más. Precisamente de esto hablé con mi Obispo hace unas semanas, cuando estuvo en Roma con ocasión de la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II.
Ciertamente, nos espera un gran trabajo por realizar, pero es necesario hacerlo, para cumplir lo que el Papa nos dijo hace unos días al encontrarse con los estudiantes de las Universidades pontificias de Roma el 12 de mayo pasado. En pocas palabras dijo: “Es preciso que el pastor vaya delante para guiar al rebaño, en medio, para saber cómo está su rebaño y conocer sus inquietudes; y detrás para empujarles y alentarles a seguir adelante”. 

 



Seminario en Comunicación de la Iglesia


Del 28 al 30 de abril de 2014, por iniciativa de la Facultad de Comunicación Institucional, tuvo lugar el 9° Seminario Profesional para las Oficinas de Comunicación de la Iglesia.
Con el título “Comunicación de la Iglesia: estrategias creativas para promover un cambio cultural”, el Seminario quiso proporcionar "experiencias positivas y criterios para comunicar de modo creativo la fe en la esfera pública".
El primer día intervino el Arzobispo de Nueva York, Cardenal Timothy M. Dolan, sobre los retos culturales para los comunicadores de la Iglesia. En los días sucesivos, intervinieron también, entre otros, el Cardenal Arzobispo de Lyon, Philipe Barbarin, sobre la familia como oportunidad comunicativa; y del Prof. Joaquín Navarro-Valls, ex portavoz del Vaticano, sobre Santidad y comunicación: la figura de Juan Pablo II.

 

 


 “Me encanta trabajar con personas, y aquí estoy siempre en contacto con mucha gente. No sólo para relacionarme laboralmente, sino para entablar amistades. No hay nunca un momento sin trabajo, pero me siento muy contenta así”.
Laura Rocchi
Bibliotecaria
Italia

 



Jornada de estudio sobre "La Misericordia y el Derecho en el Matrimonio"


El Jueves 22 de mayo, por iniciativa de la Facultad de Derecho Canónico, se realizó la Jornada de estudio sobre La Misericordia y el Derecho en el Matrimonio.
Con ocasión del próximo Sínodo de los Obispos sobre la familia, esta jornada quiso estimular la reflexión sobre la relevancia de la misericordia en el derecho canónico matrimonial, teniendo en cuenta los desafíos pastorales actuales relacionados con la familia.

 


Nº 9 Mayo 2014


Una semilla sembrada mucho antes de nacer

Me llamo Danilo Jubenal Aranda, estudio el tercer año de teología en la Universidad de la Santa Cruz. Soy argentino; provengo de la diócesis de San Roque; y soy el más pequeño de tres hijos de una familia muy humilde. Debido a esto crecí con mi abuela y fui el único de los tres nietos que logró sacar adelante los estudios con su apoyo y el de mis hermanos. Fue ella también quien me inculcó un amor grande a Dios y a la Virgen. Podría decir que ella, sin ser consciente de ello, fue la que regó esa semilla que Dios había ya sembrado en mi corazón mucho antes de que yo naciera.

Siendo adolescente, solía recorrer casi 30 km. en bicicleta para asistir al catecismo y a la Iglesia. Esto sin duda creó en mí una sensibilidad mucho mayor hacia las cosas de Dios, pero fue más bien la falta de sacerdotes y la necesidad de la gente lo que causó, a mis 15 años, la inquietud de querer ser sacerdote. Sin embargo, Dios quiso que caminara todavía por otras sendas para cultivar mejor esa semilla y estar dispuesto a dar un “sí” más firme y consciente.

Así que terminé mis estudios de bachiller e ingresé en la academia de policía. Sin embargo, antes de ejercer el oficio, Dios me pidió cambiar de rumbo y en vez de proteger a las personas me pidió darle la vida por ellas, justamente como lo había hecho su Hijo. A los 22 años, tras un intenso discernimiento vocacional, ingresé en el seminario de la arquidiócesis de Resistencia donde realicé mis primeros años de formación filosófica.

Mis años de estudios en dicho seminario coincidieron con el 25º aniversario de su fundación y para tal ocasión fue invitado el cardenal arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio. Lo que me impactó de ese primer encuentro, y lo que siempre me ha edificado, ha sido su sencillez y cercanía. Recuerdo que acolité la Misa y al final tuve la oportunidad de saludarlo y comentarle mi venida a Roma para realizar mis estudios de Teología. Él se mostró muy amable, me felicitó y me animó a seguir adelante.

Concluidos los estudios de Filosofía llegué a Roma para empezar la Teología. Estaba muy ilusionado, pero también tenía un gran temor de no estar a la altura de lo que se me pedía, porque pensaba que sólo los intelectuales venían a Roma y ciertamente conmigo se habían equivocado…  Pero ahora, después de tres años, veo que ha sido una experiencia maravillosa en todos los sentidos: la convivencia con seminaristas de otros países y culturas; la profesionalidad y el sentido de Iglesia que percibí en los profesores de la Santa Cruz; la fe de la Iglesia plasmada en su arte y arquitectura; y, sobre todo, la cercanía al vicario de Cristo, viviendo momentos tan importantes como la renuncia de Benedicto y la elección de Francisco.

Sobre esto último, les comparto la dicha que tuve de acolitar por segunda vez al Cardenal Bergoglio, pero esta vez como obispo de Roma. La ocasión se me presentó en la Misa de Pentecostés del año pasado. Fue algo espectacular: se realizó un sorteo entre todos los que vivimos en la residencia para ver quiénes serían los acólitos, y yo fui el primero en salir elegido. Al final de la Misa tuve otra vez la oportunidad de saludarlo y agradecerle todo lo que está haciendo por la Iglesia.  Hace algunos días me ha tocado también vivir otro momento importantísimo y único en la historia de la Iglesia. La canonización de dos Papas. ¡Qué dicha y qué regalo por parte de Dios que me permite vivir estos momentos inolvidables en el corazón de la Iglesia!

 


Acto académico en honor del Prof. Miguel Ángel Tábet

 

El miércoles, 9 de abril, por iniciativa de la Facultad de Teología, tuvo lugar el acto académico en honor del Rev. Prof. Miguel Ángel Tábet. Durante el acto se presentó el volumen del libro Collectanea Biblica, editado por el Prof. E. González, en el que se contiene una recopilación de la mayor parte de sus escritos.

 

 


“En Roma sentimos un poco la experiencia de los primeros cristianos que salieron a transformar el imperio entero”.

Alla Kovalenko
Facultad de Comunicación
Ucrania


 


Peregrinación de universitarios al Santuario del Divino Amor

 

El sábado 10 de mayo, por iniciativa de la Pastoral Universitaria de la Diócesis de Roma, se llevará a cabo la Peregrinación nocturna de Universitarios al Santuario del Divino Amor, con el tema Caminemos en la alegría.
Al finalizar la Peregrinación –de la que participará un numeroso grupo de estudiantes de nuestra universidad– el Cardenal Agostino Vallini, Vicario del Santo Padre para la Diócesis de Roma, celebrará la Eucaristía.

 


Nº 8 Abril 2014


Me llamó sin conocerle

Soy el P. Kennedy Rodríguez Montes de Oca, de República Dominicana y provengo de la arquidiócesis de Santo Domingo. Soy el octavo de doce hermanos, que nacimos y crecimos en Barahona, una provincia al suroeste del país, donde la presencia de la Iglesia es exigua, y el porcentaje de sectas y no creyentes muy alto. Mi familia pertenecía a este último grupo –los no creyentes– no porque no quisiera adherirse a la fe católica, sino porque nadie les había anunciado el mensaje.

Solamente cuando nos mudamos a la capital oímos hablar por primera vez de la religión católica, pero aun así no practicábamos la fe. Todo ocurrió a través de una vecina que, al invitarme a unas clases de catecismo, hizo que conociera por primera vez a Jesús y me acercara a Él: durante toda mi niñez no había escuchado hablar de Él; ahora era ya un adolescente, pero todo lo que escuchaba me resultaba extraordinario e increíble. En mi juventud tuve la oportunidad de conocer otras denominaciones y tipos de creencias pero ninguna me convencía tanto como la Iglesia católica. Lo que me llamaba más la atención era la liturgia, los sacramentos y la figura del sacerdote: ¿cómo era posible que un hombre pudiese bajar en sus manos a Dios mismo y darlo a los demás?

A los 17 años me invitaron a participar en un retiro espiritual que marcó mi vida de manera especial: aunque en ese momento no se me pasó por la cabeza pensar que era Él quien me llamaba a seguirle, allí sentí una inquietud que me llevó a acercarme más a Dios. Por poner un ejemplo, recuerdo que –a partir de entonces– los domingos para no crear sospechas en mi familia, me levantaba muy temprano –cuando todos estaban aún dormidos– y asistía a la misa dominical, luego regresaba a casa, me volvía a acostar, y me levantaba con todos como si nada hubiera pasado.

Finalmente ese mismo año expresé a mi familia mi deseo de ser sacerdote católico. Obviamente todos se opusieron: no lo podían creer. Pensaban que estaba mal de la cabeza. Allí, hasta mi ordenación sacerdotal, comenzó un camino empinado: un período de sufrimiento y de purificación, en el que tienes que aceptar hasta el hecho de que tu familia misma, tus parientes y amigos parezcan estar en tu contra. Lo que me consoló fue saber que quien me llamó había ya recorrido el mismo camino; y que, por lo tanto, no estaba solo. Fui ordenado sacerdote de Cristo el 23 de agosto de 2008 por manos del arzobispo de Santo Domingo, el Cardenal Primado de América Nicolás de Jesús López Rodríguez.

Inmediatamente después fui destinado a trabajar en la parroquia Evangelizadora Mediática San Antonio de Padua, una iglesia muy particular pues su misión, además del trabajo pastoral ordinario, es emitir las celebraciones litúrgicas y demás eventos del período litúrgico en diversas emisoras dentro y fuera del país, llegando a trece canales nacionales y a cuatro en Estados Unidos. En esta parroquia entendí y palpé la importancia de los medios de comunicación para poder transmitir el Evangelio a un mayor número de personas.

Posteriormente fui enviado a una parroquia pobre de las periferias. Fue un cambio fuerte, pero la misión siempre es la misma: evangelizar. Allí logramos construir capillas y escuelas, gracias al apoyo de mucha gente que había conocido en la parroquia anterior. En 2013 me pidieron venir a Roma para realizar mi especialización en Comunicación social institucional. Puedo decir que ha sido –y sigue siendo– una experiencia que me enriquece y me está abriendo los horizontes para poder realizar la misión de Jesús en los vastos y fértiles campos mediáticos ya listos para la siega.


Ordenación sacerdotal en la Basílica de San Apolinar

El Sábado 22 de marzo, en la basílica aledaña a nuestra universidad y que sirve de capilla a nuestros alumnos, el diácono Paterne H. Koyassambia-Kazondo, proveniente de la diócesis de Bangui (República Centroafricana), recibió la ordenación presbiteral de manos de Monseñor Guerino Di Tora, obispo auxiliar de Roma. Don Paterne es alumno de la Facultad de Derecho Canónico y reside actualmente en el Colegio sacerdotal Altomonte.


“Vivir en Roma es una oportunidad para entender con mayor profundidad las raíces de nuestra fe y caminar por los lugares donde pasaron los primeros cristianos”.

Pilar Berian
Comunicaciones
España


Jornada de estudio “Libertad y dependencia: Perspectiva interdisciplinar”

El jueves 10 de abril, la facultad de Filosofía de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, en colaboración con el Instituto de Ciencias y Tecnologías de la Cognición y la Universidad de Estudios “Roma Tre”, llevará a cabo una jornada de estudio sobre el tema: “libertad y dependencia. Perspectivas inter-disciplinares”.

Como destacan los organizadores, “el objetivo de esta jornada será describir y definir los distintos tipos de dependencia, individuar sus causas y buscar encuadrarlos en un espacio conceptual que permita afrontar el problema de manera positiva y acorde con la dignidad humana”.

Participarán como ponentes los profesores Robert Gahl y Wenceslao Vial, docentes respectivamente de las facultades de filosofía y teología de nuestra universidad. Para una mayor profundización, el tema será afrontado desde una perspectiva interdisciplinar que busca implicar la filosofía, la neurobiología, la psiquiatría, la psicología y la sociología.


Nº 25 Marzo 2014


Sacerdote Rockero

Soy el P. Krzysztof Seroka, provengo de la diócesis de Elk, en Polonia, una región colindante con Lituania, rica por sus maravillosos y abundantes lagos y bosques, que llegó a ser famosa por la figura de aquel sacerdote entusiasta que en los años 40’ organizaba excursiones con sus alumnos. Itinerarios que existen aún hoy, y que muchos de nosotros hemos realizado, emulando al queridísimo Beato Juan Pablo II.

Mi madre era maestra de una escuela primaria y mi padre chofer del mismo colegio. Allí se conocieron y Dios les unió en matrimonio concediéndoles tres hijos varones, de los cuales yo soy el segundo. Puedo decir que somos una familia que vive intensamente su fe. Pertenecemos al movimiento familiar llamado “Domowy Kosciól” (Iglesia doméstica).

Fue en este ambiente donde –poco a poco– creció en mi alma la semilla del sacerdocio. Lo que más influyó en mi vocación fue el testimonio de los párrocos; y, sobre todo, el de los vicarios que me acompañaron durante mi adolescencia: dos sacerdotes jóvenes y misioneros que, con su celo y alegría, supieron infundir en mí un gran amor a Cristo. Aún recuerdo las peregrinaciones que realizábamos. La más famosa era la que se hacía dos veces al año al Santuario de Czestochowa: caminábamos 517 km durante dos semanas, acampando aquí y allá; rezando y cantando en un ambiente verdaderamente cristiano. Caminatas inolvidables que después he vuelto a recorrer muchísimas veces, ya como sacerdote. Pienso que Czestochowa fue un punto clave en mi vocación.

A los 19 años, tras haber terminado mis estudios de bachillerato, entré en el seminario. Fue un paso muy natural, pues desde pequeño estaba convencido de que eso era lo que Dios quería de mí. Lo tenía tan claro que, a pesar de que tuve muchas amigas, no quise nunca entablar una relación de noviazgo. Pero tenerlo tan claro no me ahorró las dificultades, que llegaron después, durante mis años de formación. Creo que estas pruebas me sirvieron para consolidar más la llamada de 4Dios.

Durante el período de formación en el seminario diocesano –dos años de filosofía y cuatro de teología– tuve grandes experiencias, que me ayudaron a formar un corazón sacerdotal; y también muchos modelos qué imitar: entre ellos el de Juan Pablo II, de quien aprendí –y sigo aprendiendo– especialmente su gran amor por el hombre; y, especialmente, por los jóvenes.

Del seminario también tendría que destacar la banda de rock cristiano, formada por los seminaristas. Fue una iniciativa que tuvo gran éxito pues ofrecíamos conciertos donde enseñábamos a Cristo, dábamos nuestro testimonio y mostrábamos a los jóvenes la alegría de dejarlo todo para seguirlo. Yo era el bajista de la banda. Esto dio mucha vida al seminario y a toda la diócesis; y cambió la visión que muchos de los jóvenes tienen de quien se encuentra en el seminario.

Fui ordenado sacerdote en mayo de 2010 y desempeñé los primeros años de mi ministerio en la parroquia de Gizycko. Ahí tuve la oportunidad de convivir con grandes sacerdotes, y aprender trabajando con ellos en la formación de adolescentes y jóvenes. En verano de 2013 mi obispo me pidió que viniera a Roma para estudiar Comunicación Social Institucional, con la finalidad de mejorar más este aspecto en la diócesis, a mi regreso; y aprovechar mejor los medios que tenemos, para evangelizar y poder dialogar con el hombre de hoy. 

 


Exposición sobre monseñor Álvaro del Portillo

El miércoles 12 de marzo, coincidiendo con el congreso organizado por la Universidad de la Santa Cruz, con ocasión del centenario del nacimiento de Monseñor Álvaro del Portillo, el proyecto Harambee (una organización internacional de solidaridad que promueve la educación en África) realizó una Exposicion en la que se mostraban algunas iniciativas sociales, promovidas gracias a la dedicación y el empeño del futuro Beato. La exhibición, dio también la posibilidad de sostener cuatro proyectos para 2014, entre los que se incluyen algunas becas para estudiantes africanos de la Universidad.

 


 

“Gracias a la formación que recibimos en la Santa Cruz, seremos capaces de realizar la Nueva Evangelización en cada rincón del mundo con la fuerza que viene de Dios”

Catalina Echevarría
Bachiller
Facultad de Filosofía
España


 


Seminario para profesores

El Martes 18 de Marzo, tuvo lugar en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, un seminario para profesores de la Facultad de Filosofía con el título: «Cuestiones de Ética». El seminario fue impartido por el Prof. Robert Gahl, docente ordinario de Ética fundamental en nuestra Universidad.

 

 


Nº 20 Marzo 2014


Como una descarga eléctrica


Mi nombre es Pratheesh K. Thomas, pertenezco a la archidiócesis de Thrissur, en la provincia de Kerala (India). Soy de rito siro-malabar, comunidad que se remonta al apóstol Tomás. Provengo de una familia pequeña: soy el mayor de dos hermanos. Mis padres se han dedicado siempre a la tipografía, y juntos crearon una pequeña empresa familiar en la que realizan trabajos dentro de la misma ciudad. De mi infancia recuerdo muy bien todas las veces que solía ayudar a mi padre durante el período de vacaciones, y cómo mi madre nos hacía siempre esperar a que llegase mi padre para comer todos juntos.
Mi madre nos inculcó desde niños la Misa diaria, y desde los 10 años –tras recibir mi primera comunión– fui siempre constante y fiel acólito de mi parroquia. De niño tuve siempre la idea de ser médico, pero también decía que quería ser sacerdote. Recuerdo que a los 14 años, cuando le comenté por primera vez a mi madre mi inquietud de entrar en el seminario, ella me dijo que lo olvidara por el momento, que era todavía muy pequeño para eso, y que ya se vería después cuando tuviera más edad. Esa misma semana hablé con mi párroco; y él convenció a mis padres para que entrara al seminario, pues no hay edad temprana para seguir a Jesús.
El siguiente fin de semana me encontraba realizando mi retiro vocacional y en pocos meses el curso de verano al que en mi diócesis llaman “selection camp”, pues de los 300 niños que participan sólo 50 son escogidos cada año para estudiar en el seminario menor. Estuve tres años en el seminario menor, y recuerdo muy bien, junto a mis primeras dudas, la experiencia inolvidable que cambió el rumbo de mi vocación.Ocurrió durante las vacaciones con mi familia. En mi casa había siempre un generador de electricidad que abastecía el taller de mi padre y que daba energía a la casa. Éste, a su vez, era controlado por un switch que debía apagarse o encenderse siempre antes que el generador. Pero un día, por descuido, no apagué el switch, y cuando intenté desconectar el generador recibí al instante una descarga eléctrica de 220 voltios que me tiró al suelo y me dejó pegado al conductor sin poderme soltar. Bastaban pocos minutos para que no pudiera estar ahora contando esta historia. Sólo recuerdo que no pude gritar, quedé sin voz, y poco a poco fui quedando inconsciente. Pero aquí fue donde Dios actuó. Mi Padre, que regresaba del trabajo, por hábito –o tal vez como instrumento de Dios– se dio cuenta de que el switch estaba prendido y lo apagó sin saber que yo estaba del otro lado inmóvil. Minutos después advirtieron mi falta y me encontraron desmayado pero vivo, gracias a Dios, y a mi padre que había apagado la corriente. Sin embargo, la descarga que recibí de Dios fue aún más fuerte porque aquello hizo que me afianzara más en mi vocación y estar más enamorado de Él.
Años más tarde ingresé en el St. Joseph Pontifical Seminary en Alwaye para continuar con mis estudios de filosofía. Puedo decir que en este seminario archidiocesano aprendí el sentido de la convivencia y la fraternidad. Aprendí también el sentido de universalidad pues éramos unos 300 seminaristas de toda la provincia desde el primer año de filosofía hasta el último de teología.
En 2009 comencé mi año de práticas y fui enviado los primeros 6 meses al seminario menor para apoyar como formador; la otra mitad la dediqué a trabajar en mi parroquia como profesor de catecismo, visitando casas y ayudando en las necesidades de la parroquia.En 2010 me pidieron venir a Roma para comenzar mis estudios de teología. Sinceramente no quería venir. Me sentía muy a gusto en Kerala, con mi gente. Pero ahora después de casi 4 años, veo que han sido años llenos de espiritualidad y de gracia que me han enriquecido mucho: haber conocido el rito latino; participado –siendo seminarista– en la beatificación de Juan Pablo II; y hacerlo ahora –ya como diácono, ya que recibiré la ordenación la semana anterior– en su canonización, son algunas de esas experiencias que –sin duda– recordaré toda mi vida.


El “exequátur” a treinta años del Acuerdo de Villa Madama

El lunes 17 de febrero tuvo lugar la jornada de estudio sobre «El “exequátur” a treinta años del Acuerdo de Villa Madama: cuestiones y perspectivas» organizada por la Facultad de Derecho canónico de la Pontificia Universidad Antonianum en colaboración con la Pontificia Universidad de la Santa Cruz y con el patrocinio de la Consociatio Internationalis Studio Iuris Canonici Promovendo

Entre los exponentes se contaron al Prof. Massimo Del Pozzo, docente de nuestra universidad que habló de la evolución del derecho de los tratados y su aceptación. Honró el evento con su presencia, S.E.R. el cardenal Francesco Coccopalmerio, presidente del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos.


“Estoy impresionado del amor y el afecto por la Iglesia y el Papa que la Universidad de la Santa Cruz pone en la base de su formación académica”.

Gian Luca Teseo
Licenciatura
Fac. de Comunicaciones
Italia

 


Seminario en Sagrada Escritura

El Jueves 27 de febrero, tuvo lugar en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, un seminario para profesores del Departamento de Sagrada Escritura con el título: «La historia de Israel en la bibliografía reciente: contribuciones, problemas y propuestas de solución». El seminario fue impartido por el Prof. Francisco Varo, docente ordinario de Antiguo Testamento en la Universidad de Navarra, España.

 


Nº 19 Febrero 2014


Junto a Francisco en la JMJ

Soy el P. Arnaldo Rodrigues, vengo de la archidiócesis de San Sebastián, en Río de Janeiro, Brasil. En mi familia somos cuatro: mi padre, mi madre y un hermano. Pertenezco a la  parroquia “La Virgen de la Gracia”, aunque de pequeño solía asistir más a una pequeña capilla que había cerca de nuestra casa, que después ha sido erigida como parroquia de San Juan Bautista.
Provengo de una región de la ciudad de Río, de la que provienen –gracias a Dios– una parte importante de las vocaciones sacerdotales de la archidiócesis. En mi caso, como en el de muchos otros, la llamada del Señor llegó a partir del testimonio de otro sacerdote. Esto me hace pensar con frecuencia en la importancia de tratar de ser siempre un sacerdote como Cristo me pide, no como yo quisiera. El testimonio de la propia entrega arrastra a una vida cristiana o consagrada, más que nuestras palabras. Después de un considerable tiempo de discernimiento, y una vez terminados los estudios de Marketing en mi ciudad, decidí ingresar al seminario diocesano.

En mi último año de formación en el seminario fui invitado, con otros dos seminaristas de mi clase, a trabajar en los preparativos de la JMJ de Río de Janeiro 2013. Para mí fue una gran alegría, sobre todo porque nunca me había tocado participar en una experiencia de fe de tal magnitud como la JMJ.
Después de más de un año de intenso trabajo en los preparativos de la Jornada, tuve la oportunidad de participar en el Encuentro de los delegados de juventud de todo el mundo organizado por el Pontificio Consejo para los Laicos en Rocca di Papa, un pueblecito cercano a Roma. Con esta ocasión tuve el privilegio de participar como diácono en la Santa Misa celebrada por el Santo Padre Benedicto XVI. Esta fue una gracia que jamás olvidaré.

La JMJ era inminente, y en el camino de preparación tuve otras bellísimas experiencias, en las que palpé claramente la mano providencial de Dios: experimentar la universalidad de la Iglesia; trabajar con los jóvenes voluntarios; experimentar la alegría de los jóvenes y las familias que contribuyeron a la acogida de los peregrinos; asistir a muchas conversiones y el regreso de muchos otros a la vida de sacramentos tras haber abandonado la Iglesia;… y un largo etcétera de gracias y bendiciones que sería imposible describir en estas breves líneas.
De cualquier manera, lo que sí quisiera contarles es mi experiencia de estar cerca del Papa Francisco durante varios encuentros, desde que llegó al aeropuerto de Río hasta el último día antes de su regreso a Roma. Tuve la oportunidad de organizar tres de los eventos de la JMJ: el encuentro con los jóvenes argentinos en la catedral, el encuentro vocacional, y la misa con todos los clérigos. En estos tres momentos le noté siempre muy atento y cordial con todos los que estábamos cerca de él. Recuerdo también que en la catedral, mi arzobispo, el Cardenal Tempesta, me presentó al Papa y pude conversar un momento con él.

El Papa me preguntó por las vocaciones, lo que me dio pie para explicarle que estábamos muy contentos porque, gracias a Dios, ahora tenemos muchas vocaciones sacerdotales. El Papa me dijo: “debe orar siempre por las vocaciones y cuidarlas para que sean buenas”. Aseguré al Papa esa oración; y el Papa me pidió con una enorme sencillez y sinceridad que rezara también por él. Y le respondí que contara con ello siempre.

Al término del encuentro con los argentinos, antes de entrar en el coche, se giró hacia mí y me dijo: “acuérdate de todo lo que te dije sobre la oración, reza por mí y por las vocaciones”. En ese momento le besé la mano y le dije que rezaría siempre por él. En otras ocasiones tuve la oportunidad de saludarle pero de forma más breve.
En el mes sucesivo a la JMJ, fui enviado a Roma para realizar la licenciatura en Comunicación institucional en la Universidad de la Santa Cruz y colaborar con el Pontificio Consejo de Comunicación social y en la oficina de las Celebraciones litúrgicas del Sumo Pontífice.

Aquí he aprendido muchas cosas: no sólo el idioma de Dante, sino también la cultura, el arte, la historia, las basílicas,… Además, he tenido otra nueva oportunidad de participar con el Papa en diversas celebraciones litúrgicas. En fin, una hermosísima experiencia que espero me sirva siempre como una gran fuente de sabiduría para servir cada vez mejor a la Iglesia.

 


Seminario de Información religiosa para periodistas de lengua española

Del 30 de enero al 2 de febrero, por iniciativa de la Facultad de Comunicación Institucional de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz y la Asociación ISCOM, tuvo lugar el Seminario de información religiosa para periodistas de lengua española con el tema Informar sobre la Iglesia en el pontificado del Papa Francisco.

Este seminario –dirigido a periodistas interesados en la Iglesia católica y en sus actividades de comunicación– ha ofrecido algunas claves de comprensión sobre la organización y funcionamiento de la Santa Sede, así como sobre algunas cuestiones de actualidad que se encuentran en la agenda de la información religiosa.

 


“En Roma he tenido la oportunidad de conocer el mundo entero. Estar aquí me ha1 ayudado a ampliar los horizontes de mi vida”.

Valentine Onwunjiogy
Doctorado
Comunicaciones
Nigeria

 


Congreso sobre el futuro beato Álvaro del Portillo


Con ocasión del centenario del nacimiento de Mons. Álvaro del Portillo, primer Gran Canciller de nuestra universidad, y ante la inminencia de su beatificación, la Universidad de la Santa Cruz llevará a cabo un congreso los días 12, 13 y 14 de marzo con el fin de profundizar en su amable figura, centrando la atención en tres grandes áreas.

En primer lugar su relación con el Opus Dei, sea como hijo y colaborador del fundador, San Josemaría, sea como su primer sucesor.
El segundo bloque temático buscará poner de relieve el modo con que su amor por la Iglesia se ha traducido, por un lado, en su notable aportación al Concilio Vaticano II y a la nueva Codificación canónica y, por el otro, en su servicio a las Iglesias particulares.

Por último, el tercer módulo pondrá en evidencia algunos aspectos más relevantes de su mensaje espiritual - eco de las enseñanzas de San Josemaría - que van desde la Nueva Evangelización, al sacerdocio, a la reflexión sobre fieles y laicos en la Iglesia, etc..

Las ponencias tendrán un corte prevalentemente académico (algunas históricas, otras más teológicas o canónicas) y presentarán ideas y pistas para ulteriores desarrollos.

Junto a las ponencias, se ha considerado oportuno ofrecer testimonios concretos y vitales que subrayen aspectos apenas esbozados en aquellas.


Nº 18 Enero 2014


Lo que cambió mi vida académica


Soy el padre Andrés Enrique Sánchez Ramírez, pertenezco a la arquidiócesis de México. En mi familia soy el más pequeño –y el único varón– de tres hermosos hijos que el Señor concedió a mis padres. Vengo de una familia religiosa, en la que la devoción a la Virgen de Guadalupe ha estado siempre muy presente. La primera vez que sentí la llamada de Dios a la vida sacerdotal fue cuando tenía apenas siete años. Se ve que Dios fue muy paciente conmigo, pues tuvo que esperar hasta mis veinte años para que yo le respondiera.
Fue precisamente en mi segundo año de carrera de derecho, que cursaba en la Universidad
Panamericana (Obra corporativa del Opus Dei en México), cuando decidí hacer un discernimiento profundo sobre lo que Dios quería realmente de mi vida. Fue proceso que duró un año entero, y que concluyó con mi ingreso en el seminario conciliar de México el 7 de agosto de 2000; un año muy significativo pues coincidía con el año jubilar.
En México realicé mis estudios de filosofía y, al comenzar mi segundo año de teología, los superiores me pidieron que continuara los estudios en la Universidad de Navarra (España) que también es Obra corporativa del Opus Dei. Desde ahí comprendí muy bien que Dios quería que mi vocación estuviera muy vinculada con la espiritualidad del Opus Dei que ya conocía desde mis estudios en la UP. En Pamplona pude descubrir la universalidad de la vocación: ver cómo, a pesar de las diferencias de razas, culturas, etc. la vocación es la misma. Fui ordenado diácono el 10 de abril de 2010 y posteriormente sacerdote el 11 de junio de 2011 por manos del cardenal primado de México.
Tras la ordenación fui enviado como vicario parroquial dentro de la arquidiócesis de México. En mis primeros tres años de ministerio pastoral estuve en tres parroquias diferentes trabajando con niños, jóvenes y adultos. Una de las cosas más hermosas ha sido trabajar con los jóvenes, y especialmente con los matrimonios jóvenes a través del movimiento familia cristiana. También he tenido mucha satisfacción trabajando con los niños pues soy consciente de que la piedad en los hombres se siembra desde niño: si logras formar un niño piadoso y creyente, lograrás un hombre piadoso incluso si en algún momento se desviara del camino.
Lo que más me ha impactado de la vida parroquial es que habitualmente tú no tienes que hacer nada para llegar a las personas, sino que “basta” estar disponible las 24 horas. Recuerdo que en mi tercera parroquia –la de Nuestra Señora del Sagrado Corazón– todos los domingos estaba por lo menos 5 horas en el confesionario y a veces tenía que celebrar tres misas. Terminaba cansado físicamente, pero a la vez lleno de una energía espiritual inexplicable. En la confesión descubrí lo importante que es que el penitente también ore por su confesor, algo que traté de inculcar siempre a mis feligreses.
Finalmente, en enero de 2013, me pidieron que viniera a Roma para completar los estudios en la Universidad de la Santa Cruz. La petición fue para mí una gran sopresa, pero debo reconocer que está siendo una experiencia única. Veo que ahora –tras la experiencia pastoral– los estudios me atraen más que antes; y he llegado a la conclusión de que han sido mis propios parroquianos los que crearon en mí este renovado afán por el estudio, pues cada vez que estoy en mi escritorio tras horas de intenso trabajo intelectual, continúo a preguntarme cómo respondería a mis parroquianos si me preguntasen sobre esto o aquello; cómo podría explicar estos misterios, que aquí vemos en profundidad, a la persona más sencilla y humilde de mi parroquia;… Una de las gracias más grandes que he recibido en mis todavía pocos meses de estancia en Roma ha sido concelebrar con el Santo Padre la Santa Misa de Navidad: ahí estuvieron espiritualmente todos mis parroquianos, y también todos ustedes que hacen posible –con su oración y apoyo económico a la Universidad de la Santa Cruz– que yo siga formándome en Roma para tratar de ser un sacerdote santo.
 


Fiesta de la Facultad de Derecho Canónico


El Jueves 16 de enero, la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz celebró su Fiesta académica en honor de su patrono San Raimundo de Peñafort. Participaron en la Misa, que tuvo lugar en la Basílica de San Apolinar, los profesores y alumnos de dicha facultad. Sucesivamente el Prof. Piero Antonio Bonnet, Juez Único de la Ciudad del Vaticano (posición específica dentro del sistema legal de un Tribunal), impartió una conferencia intitulada “El error sobre las propiedades esenciales del matrimonio”. Finalmente se tuvo un momento de convivencia fraterna entre los docentes y estudiantes.

 


3ª Semana de estudio para formadores de seminarios

Del 3 al 7 de febrero por iniciativa del Centro de Formación Sacerdotal, tendrá lugar la Semana de estudio para formadores de seminarios sobre el tema “La formación humana de los candidatos al sacerdocio”.
La reunión incluye, además de las conferencias matutinas por parte de expositores de amplia competencia en sus materias respectivas, la participación activa de todos los asistentes en los talleres de la tarde.
Como informan los organizadores, "los trabajos pretenden estimular la reflexión sobre los problemas prácticos que la cuestión plantea en la realidad actual. La diversidad de participantes, provenientes de diversos contextos culturales y eclesiales, será seguramente ocasión de un enriquecimiento mutuo, a través del intercambio de experiencias particulares".


Nº 17 Enero 2014


Una Navidad Romana

Soy Hezron Jhud C. Cartagena, vengo de la Isla de Cebú, Filipinas. Tengo 23 años y actualmente me encuentro realizando mi tercer año de teología en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz. Para una breve introducción creo que basta con esto.
Me gustaría compartir con vosotros mi experiencia de mi primera Navidad en Roma, hace ahora dos años. Pienso que antes de llamarla “mi primera Navidad romana” debería llamarla “mi primera Navidad lejos de mi familia”. Esto puede significar muy poco para algunas personas, pero para mí es muy significativo, pues provengo de una familia muy unida: mi padre, mi madre y dos hermanas mayores; y para nosotros la Navidad era un momento en el que esa unidad se manifestaba con una fuerza especial. Por ello estar lejos de ellos supuso para mí una experiencia es de particular importancia.
Recuerdo que aquellos días antes de Navidad fueron bastante “sobrios”. Con esto no me refiero a que Roma fuera una ciudad sobria o aburrida, sino a que la Navidad a la que estaba acostumbrado en Filipinas era decididamente distinta: en mi ciudad es tradición empezar la Navidad un poco antes de lo usual,… ya desde septiembre, no es raro ver a la gente hacer las compras navideñas en las tiendas que ya están coloridas y decoradas con los arreglos típicos de Navidad, y donde se empiezan a escuchar las canciones típicas de este período; solemos también terminar un poco más tarde de lo normal, es decir, en la fiesta del Santo Niño, el tercer domingo de enero, que es la fiesta que marca el final del período Navideño y el día en que todas las decoraciones regresan a sus cajas de origen para hibernar hasta el próximo septiembre.
Además, al terminar las clases de la Universidad el seminario comenzaba a vaciarse, y lo hacía rápidamente: los de segundo y tercer año de teología salían a sus respectivos lugares de apostolado; los europeos casi siempre iban a sus diócesis, pero los que vivíamos al otro lado del océano no podíamos viajar a casa. Por eso, en el seminario nos asignaron algún trabajo en algunas parroquias de diferentes lugares de Italia, para poder prestar algún servicio y pasar nuestras vacaciones.
Recuerdo que, en aquel contexto, llegó la noche de Navidad e iba a tener la enorme fortuna de pasarla junto al Papa. Hacía muchísimo frío mientras esperábamos –haciendo la fila– en la plaza de San Pedro (no suena tan mal ¿verdad?). Yo estaba muy ilusionado y con gran entusiasmo por asistir a la Misa de gallo celebrada por el santo Padre. Cuando llegamos a la plaza, vimos una larga fila de gente que daba círculos, esperando para entrar. Al ver esta escena pensé que no llegaría siquiera a entrar en la Basílica, y que tendría que conformarme con seguir la misa a través de una pantalla en lugar pacífico cerca de la columnata. Finalmente, gracias a Dios, pudimos entrar, e incluso situarnos cerca del baldaquino de Bernini. Mientras daba gracias a Dios, escuché al Aula de Música de la Sixtina entonando el canto de entrada, y vi al Papa aparecer en la procesión y subir al altar. ¡Le veíamos muy de cerca! Estaba maravillado por todo lo que estaba sucediendo. Al final, el Espíritu Santo me hizo ver que verdaderamente no podía estar en un mejor lugar: ciertamente estaba lejos de mi familia, pero… ¿no celebramos todos la misma fiesta y por la misma razón? Esa Navidad entendí esto de una manera diversa. Físicamente estaba lejos de mi familia, de mis padres y hermanas, pero al mismo tiempo, me encontraba con los demás miembros de mi familia, la Iglesia.
Pasaron muchas otras cosas después de esto. Tuvimos una pequeña fiesta en el Colegio, y los días siguientes visitamos diferentes iglesias en Roma. Tampoco me puedo olvidar de la excursión a la Toscana: me enamoré de Siena; estuvimos esperando que alguien –emulando a Galileo– tirara la manzana desde la torre de Pisa; seguimos las huellas de Dante en Florencia;… pero todas estas cosas eran anecdóticas después mi experiencia de Cristo en su Iglesia: ¡eso era más que suficiente!
Quisiera desearos un maravilloso 2014! Y que tengáis también vosotros vuestra experiencia personal del Niño Jesús.

 


 

Jornada de Estudio por el 50º Aniversario de la "Sacrosanctum Concilium"

El Martes 10 de diciembre, por la mañana, bajo la iniciativa del Instituto de Liturgia, de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz se desarrolló la Jornada de Estudio conmemorativa al 50º aniversario de la Sacrosanctum Concilium, la Constitución Conciliar sobre la Sagrada Liturgia.
Participaron el Rev. Prof. Franco Magnani, Director del Departamento Litúrgico de la CEI; el Rev. Prof. Juan Rego, de la Santa Cruz; y Mons. Juan Miguel Ferrer Grenesche, Subsecretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
Ha moderado el Prof. Mons. Antonio Miralles, Director del Instituto de Liturgia.

 


XXI Conferencia Anual de MCE

En varios idiomas el término desarrollo humano se está convirtiendo en un sinónimo de constante crecimiento personal. Esta es la razón por la que MCE (Markets Culture and ethics) dedica este año su conferencia anual, que tendrá lugar los días 24 y 25 de febrero, al desarrollo personal en las organizaciones. El objetivo de la conferencia es dar una oportunidad para reflexionar sobre la relación entre: un necesario marco institucional, la ética empresarial , y el desarrollo personal.
La conferencia propondrá ideas importantes desde la perspectiva de la filosofía narrativa, es decir, una linea de pensamiento que le permite a uno adoptar grandes ideas acerca de la perfección personal. Las reflexiones sobre el coaching pondrán sobre la mesa cuestiones antropológicas que no se han explorado totalmente en la filosofía.


N° 16 Diciembre 2013 


Redes para la pesca

Soy el P. Miguel Ángel Vera Chica de la archidiócesis de Portoviejo en Ecuador. En mi familia soy el último de 6 hermanos: mis 4 hermanas que son las mayores y los  varones que somos los pequeños. Viví en mi querido pueblo del Carmen hasta terminar el colegio y un semestre en Economía. A los 20 años decidí entrar al seminario tras un largo itinerario de experiencia en grupos juveniles, como catequista y coordinador de los mismos.
La experiencia del seminario fue muy bella. Al principio veía la ordenación como algo muy grande y difícil de alcanzar, pero Dios y María Santísima –a quienes rezo siempre– me ayudaron a seguir por el camino. Después de mi Ordenación Sacerdotal de manos de mi Obispo monseñor Lorenzo Voltolini, fui enviado a trabajar como Párroco junto con dos matrimonios misioneros que venían de Italia. Esta experiencia fue muy dura pero a la vez rica de muchos momentos que marcaron mi vida ayudando a tantas personas que a la vez, sin ellos saberlo, me ayudaron más a mi. 2
Mi archidiócesis es muy extensa y hacen falta sacerdotes: en estos momentos hay 4 parroquias sin sacerdote, pero debo decir que –a pesar de las dificultades– es muy dinámica y viva. La formación de equipos misioneros, la creación de guías, catequistas y grupos juveniles en las diversas comunidades y parroquias ayuda muchísimo a seguir manteniendo firme la fe de todos los fieles.
        Siendo originario de un lugar muy humilde y viviendo siempre en el campo, es decir, entre los plátanos y el ganado, el obispo decidió enviarme a una parroquia de pescadores, ¡a vivir sobre nivel del mar! Pero ahí fue donde logré pescar las más grandes experiencias de la vida, como persona y pastor. Una de Ellas, por ejemplo, fueron los 15 días que pasé en altamar pescando con mis feligreses, ¡eso nunca lo olvidaré, fue maravilloso! Poder contemplar la grandeza y la maravilla de Dios en la creación, mirando el cielo y la barca tan pequeña ante el inmenso mar.
Después de esta inolvidable experiencia como sacerdote y pescador, llegué a Roma para estudiar Comunicación social institucional. Debo decir que no fue nada fácil. Era un cambio muy fuerte pues no conocía la cultura, el idioma y después de vivir en un pequeño poblado a la orilla del mar, me encontraba en la Ciudad más famosa de la historia, donde también hace mucho tiempo otro pescador fue enviado para lanzar las redes en el vasto mar de una cultura totalmente contraria a su misión y que tampoco conocía.
Los estudios en la Universidad de la Santa Cruz fueron difíciles al inicio. Pero, con la ayuda que recibí por parte de los profesores y los mismos compañeros, he podido sacar adelante los estudios. Ahora puedo decir con toda libertad que estoy muy contento llevando con responsabilidad la vida sacerdotal y remando mar adentro en las profundidades de la vida académica: tejiendo las redes con las que servir mejor a la pesca que el Señor me encomiende.


 


Fiesta académica de la Facultad de Filosofía


El lunes 25 de noviembre, en la memoria litúrgica de Santa Catalina de Alejandría, la Facultad de Filosofía celebró la Fiesta académica en honor a su Patrona. Después de la Misa tuvo lugar la lectio magistralis del ordinario de filosofía moral y director del departamento de filosofía de la Universidad católica del Sacro Cuore de Milán, el profesor Massimo Marassi quien habló sobre el tema: “El método de la metafísica”.

 


“La Universidad me está dando una sólida formación filosófica a través de unos excelentes profesores”.
Jane Frei
Licenciatura, Filosofía
Canadá
 


 


Jornada de estudio sobre la "Intima Ecclesiae Natura" de Benedicto XVI

El Viernes 13 de diciembre la Universidad de la Santa Cruz, en colaboración con el Consejo Pontificio Cor Unum, tuvieron una serie de reflexiones sobre "El servicio de la Caridad: Corresponsabilidad y Organización", profundizando de este modo en el motu proprio de Benedicto XVI Intima Ecclesiae Natura. Estuvieron para presidir las dos sesiones de la Jornada de estudios los Cardenales Robert Sarah, presidente del Pontificio Consejo Cor Unum y Francesco Coccopalmerio presidente del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos.

 


N° 15 Noviembre 2013


Aprendiendo a ser sacerdote

Soy el P. Fermín Rigoberto Nah Chí, tengo 34 de años de edad y estudio la Licenciatura en filosofía en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz. Soy originario de la Arquidiócesis de Yucatán, México. Fui ordenado sacerdote en la fiesta de San Francisco de Sales el 24 de enero de 2011 junto con otro sacerdote. Pertenezco a la parroquia de San Pedro Apóstol de la comunidad de Yaxcabá en el estado Yucatán, y soy el menor de cuatro hijos. Los primeros meses de mi ministerio sacerdotal los ejercí como vicario parroquial en la comunidad de “San Francisco de Asís”, en Conkal, Yucatán, a unos minutos de la capital yucateca de Mérida. Tras algunas semanas de haber llegado a la parroquia, a principios de marzo, el rector del Seminario diocesano me dio la noticia de que había la posibilidad de que hiciera una experiencia de estudios de especialización en la Ciudad Eterna; me preguntó si estaría dispuesto a realizarlo, pues habían pensado que esa sería mi nueva encomienda para el siguiente ciclo escolar –que coincide con el calendario pastoral de la Arquidiócesis–; confieso que fue una propuesta que me desconcertó mucho, pues apenas iba conociendo e involucrándome en la realidad de mi nueva parroquia, apenas estaba “aprendiendo” a ser sacerdote, a ser pastor. Pero no lo pensé mucho tiempo y mi respuesta fue afirmativa.

Ante tal proyecto que me deparaba el futuro no muy lejano, fue una exigencia doble para mí el meterme de lleno –en los pocos meses que tenía– en la dinámica de la parroquia. En mi breve experiencia pastoral, una de las cosas que me llamó la atención fue ver a tantos jóvenes en las canchas deportivas, pero solamente a unos cuantos en las Misas dominicales; no existía una pastoral juvenil en la parroquia, no había una estructura parroquial que se ocupase de la evangelización de estos jóvenes. Allí entendí claramente lo que Dios me pedía en ese momento: ocuparme de estos muchachos y muchachas, acercarles a Cristo, crear una estructura parroquial, un espacio juvenil donde sintieran que en la Iglesia tienen un lugar propio y que se les toma en cuenta. Así fue como, con la ayuda de Dios, fui dando los primeros pasos en la misión, conociendo e identificando a aquellos jóvenes con liderazgo, invitándoles y formando con ellos el equipo motor de la pastoral juvenil.

Terminó mi período de vicario y vine a Roma con mucho entusiasmo para estudiar en la Santa Cruz. Ha pasado ya un año y medio desde que inicié mi nueva experiencia como sacerdote- estudiante. Durante este tiempo, he comprendido con mayor profundidad, que el ministerio sacerdotal no consiste solamente en el ejercicio de una pastoral parroquial, sino más bien, en llevar a cabo con alegría la encomienda o misión que nos da el Obispo; y hoy día, puedo decir con mucha seguridad que soy un sacerdote-estudiante feliz y que, en conciencia, me esfuerzo por vivir las exigencias académicas propias de la Universidad.

 


Simposio sobre los Evangelios en Joseph Ratzinger

Del 24 al 26 de octubre, por iniciativa de la Fundación Joseph Ratzinger y de la Conferencia de Rectores de las Universidades Pontificias de Roma, se llevó a cabo el Simposio "Los Evangelios: historia y cristología. La investigación de Joseph Ratzinger". El evento, que tuvo lugar en la Universidad Lateranense, reunió a investigadores y profesores de diferentes universidades, entre ellos al Rev. Bernardo Estrada, profesor de Sagrada Escritura en la Facultad de Teología. Mons. Luis Romera, rector de nuestra universidad y vicepresidente del Comité organizativo del Simposio describe la obra de Ratzinger como “una investigación sobre los evangelios que, con rigor histórico y agudeza intelectual permite llegar a Cristo y encontrarle auténticamente, de modo que su persona, su vida, su palabra, nos interpelen existencialmente”. El primer día se afrontó la investigación histórica sobre Jesús en los evangelios; el día segundo se estudió la figura de Jesús desde la perspectiva teológica que presentan los evangelios y otros escritos del Nuevo Testamento. Y el tercer y último día se estudió la propuesta del ‘Jesús de Nazaret’ de Joseph Ratzinger-Benedicto XVI.

 


“La Santa Cruz es para mí una comunidad dinámica y bien centrada formada de estudiantes y profesores católicos. Me siento agradecido y bendecido por tener la oportunidad de aprender y crecer en este ambiente”.

Zygmunt Mazanowski, T.O.R.

Licenciatura

Teología

Estados Unidos


Jornada de Estudio sobre los derechos humanos

El jueves 21 de noviembre la Facultad de derecho canónico de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, en colaboración con la Universidad italiana “Roma Tre” y con el alto patrocinio del presidente de la República, llevarán a cabo una Jornada de estudio que tiene como tema:

“Los derechos humanos, esperanza y decepción”.

La Jornada de estudio tiene como objetivo explorar los mecanismos y contenidos de algunas de las principales metamorfosis vividas en el ámbito de los derechos humanos en los últimos dos decenios. La Jornada contará con la presencia del cardenal arzobispo de Florencia, Giuseppe Betori quien presidirá el estudio durante la mañana y el cardenal Attilio Nicora, presidente de la Autoridad de Información Financiera (AIF), por la tarde. De nuestra Universidad participará como exponente el profesor José Tomás Martín de Agar.

 


Nº 14 Octubre 2013


Pastor de pastores

Soy el P. Aloshious Sathianesan, vengo de la diócesis de Neyyattinkara, que se encuentra en el estado de Kerala, India. En mi familia soy el mayor de tres hijos. Ahora sólo viven mi padre, mi hermana y mi hermano que ya están casados. Mi madre murió de cáncer en abril de 1997.

Puedo decir que nací en el seno de una familia católica practicante. A parte de la misa dominical y el catecismo, hacíamos todos los días la oración familiar y una vez por semana nos reuníamos en grupos de oración en las pequeñas comunidades parroquiales. Mi padre era miembro activo en las actividades de la Iglesia. Desde niño todo esto influyó mucho para ir descubriendo mi vocación. A los 15 años decidí entrar en el seminario menor, en el que estuve seis años. Después de terminar mi formación básica fui enviado al seminario mayor regional para estudiar filosofía. Posteriormente hice un año de experiencia apostólica en una de nuestras parroquias donde ayudé como catequista y en las cuestiones prácticas. Fue un año muy enriquecedor.

Después de esta experiencia apostólica mi obispo me ofreció la oportunidad de ir a Roma al Colegio Eclesiástico Sedes Sapientiae y a estudiar teología en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz. No puedo olvidar la formación espiritual y la atención que recibí en el Sedes Sapientiae, pero sobre todo, la formación teológica que recibí estudiando en la Santa Cruz. Al terminar mis tres años de bachiller en teología, fui ordenado sacerdote el 18 de septiembre de 2006. Por indicación de mi obispo y gracias a la beca de estudios que me concedió la Universidad a través de la fundación CARF (Centro Académico Romano Fundación) realicé mis estudios de licenciatura en teología dogmática terminando en 2008.

Ese mismo año comencé los estudios de doctorado, pero diversas circunstancias me llevaron a prestar servicio pastoral en una diócesis del norte de Italia durante cuatro años, y dedicaba mis tiempos libres a seguir avanzando en la tesis doctoral. En 2012 regresé a Roma para concluir el doctorado que espero defender este año.

Normalmente algunos obispos ven como pérdida de tiempo que un sacerdote realice estudios de doctorado habiendo tanta necesidad en las parroquias, pero en el contexto del cual provengo es muy necesario que haya sacerdotes que estén bien formados para ser luego formadores de formadores, es decir, aquellos que prepararán futuros sacerdotes para poder llegar al mayor número de personas.

Un pastor es valioso en cualquier parroquia, pero un formador de pastores, es mucho más valioso porque multiplicará sin lugar a dudas la fecundidad apostólica de la diócesis. Creo que ésta es una de las cosas que he aprendido en la Santa Cruz durante los casi 8 años en los que he recibido su apoyo no sólo económico y formativo, sino también –y, sobre todo,– espiritual. El estar en Roma más que un privilegio es una responsabilidad que te prepara para ser precisamente esto: pastor de pastores.

 


Inauguración del Año Académico 2013/2014

El lunes 7 de octubre, presidida por el Prelado del Opus Dei y Gran Canciller de la Universidad SER. Mons. Javier Echevarría, tuvo lugar la inauguración del Año Académico 2013/2014.

A las 9:30 hrs. se celebró la Santa Misa votiva del Espíritu Santo en la Basílica de San Apolinar. Posteriormente, a las 11:00 hrs, tuvo lugar el Acto Académico en el Aula Magna Juan Pablo II, con la intervención del Rev. Prof. Eduardo Baura, Ordinario de la Facultad de Derecho Canónico, con el tema "El asesoramiento del jurista".

 


“Vine a estudiar a Roma porque quiero aprender más sobre la Iglesia católica y participar en su vida y actividades. Vivir en el centro de la catolicidad y estudiar en la Universidad de la Santa Cruz significa estar en el lugar indicado, donde estoy seguro de recibir una cualificada educación católica”.

Alexey Gotovskiy
Licenciatura
Comunicación Social institucional
Kazajistán

 

 


Congreso Internacional "San Josemaría y el pensamiento teológico"

Del 14 al 16 de noviembre de 2013, por iniciativa de la Cátedra San Josemaría Escrivá de la Facultad de Teología, tendrá lugar la Congreso Internacional: "San Josemaría y el pensamiento teológico".

Como señalan los organizadores: "la amplitud y la originalidad de la enseñanza de san Josemaría –reconocido por muchos como precursor del Concilio Vaticano II respecto a la llamada universal a la santidad y a la santificación a través de las actividades temporales, seculares y civiles del cristiano− merece la atención de los estudiosos que se plantean la posibilidad de enriquecer la investigación teológica con la escucha de la palabra de los santos".

El Congreso, por lo tanto, "será una ocasión privilegiada para reflexionar sobre este tema a partir de un concreto corpus de doctrina espiritual que resulta particularmente adecuado a esta finalidad".


Nº 13 Octubre 2013


Un sacerdote valeroso

“En la Guaira me llaman ‘el milagro de Dios’, pero yo prefiero pensar que soy un ‘predilecto de Dios’. Prueba de ello ha sido la misa que he podido concelebrar esta mañana con el Papa Francisco”. De este modo y con mucho esfuerzo se expresa el padre Horacio Nelson Zúñiga de la Parra, valiente sacerdote colombiano que hace cuatro años estuvo al borde de la muerte a manos de sicarios de un cártel de narcotraficantes venezolanos y que el 14 de septiembre tuvo la dicha de concelebrar con el Santo Padre en la capilla de Santa Marta en el Vaticano.

El motivo de su encuentro con el Santo Padre fue la celebración de sus 45 años. Con tal motivo, su madre quiso ofrecerle como regalo la posibilidad de viajar a Roma para encontrarse con el Papa. “Escribimos al Papa el mes pasado –cuenta mamá Cira– para contarle la historia de Horacio y le pedimos sólo un minuto para que le diera su bendición. Ciertamente no nos esperábamos esta gracia tan grande”. Así, en la mañana del sábado 14, el padre Horacio no sólo concelebró en el mismo altar con el Papa, sino que experimentó toda su cercanía, su admiración y su amor por todo porque el padre Horacio representa: el valor de una Iglesia que sale de sí misma y va donde es más urgente su presencia, porque siempre hay un hombre que sufre y que hay que salvar, incluso dando la propia vida.

La historia de este sacerdote colombiano es una historia de violencia ordinaria. Pero también, y sobre todo, es una historia de amor, que inicia hace casi veinte años cuando el joven sacerdote nacido en Cartagena (Colombia), después de haber completado sus estudios en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, en Roma, fue enviado a desempeñar su ministerio pastoral en Venezuela, en la diócesis de La Guaira. El ambiente en el que trabaja es el de los jóvenes que viven en las calles, y son el “material” predilecto de los narcotraficantes para reclutar a sus vendedores de droga. El padre Horacio tiene un carisma que arrastra, y su celo apostólico le lleva en poco tiempo, no sólo a reunir entorno a sí a un buen grupo de jóvenes –arrebatándolos de las manos de los traficantes– sino que consigue iniciar una auténtica campaña de sensibilización para hacer visible la plaga que está infectando al cuerpo joven de la sociedad venezolana.

Sin embargo la situación empeora en 2009, cuando los señores de la droga deciden que este joven sacerdote tiene que ser eliminado porque ha comenzado a ser incómodo. La emboscada tiene lugar en plena luz del día, a la salida de un centro comercial de La Guaira. El padre Horacio es apaleado con bates de béisbol. Pasa horas tirado sobre el asfalto. Nadie se atreve a acercarse. Finalmente, un alma piadosa lo recoje y lo lleva al hospital. Permanece en coma durante cuarenta días, y no se espera que despierte. Su primer pensamiento es para sus jóvenes: “me los querían arrancar, pero no lo consiguieron y no lo conseguirán” fueron sus palabras, como recuerda mamá Cira.

No siente ya la parte izquierda de su cuerpo que está paralizada. Transcurre un período en Roma donde recibe atención adecuada. Logra caminar de nuevo aunque debe ayudarse con un bastón,... pero no puede esperar más y regresa a La Guaira con sus jóvenes. Allí forma una escuela diocesana que dirige él mismo. “Vivo con el temor –dice la madre– porque Horacio no se rinde, no tiene miedo y continúa ocupándose de sus jóvenes. Ciertamente lo hace dentro de los límites de su condición, pero está decidido”.

Después de su encuentro con el Papa, Horacio regresa a Venezuela con un espíritu aún más vigoroso. “Me siento más fuerte –dice– porque el Papa Francisco me ha confortado y ha dado un sentido nuevo a la poca sangre que he dado por Cristo”. La misma sangre que en Venezuela han derramado en estos años otros sacerdotes, que han pagado con la vida el precio de la redención por sus jóvenes de la calle.

Esta historia fue publicada en L'Osservatore Romano el 15 de septiembre pasado en la edición cotidiana en italiano. El P. Horacio Nelson Zúñiga de la Parra, es un ex-alumno de nuestra universidad donde obtuvo su licenciatura en filosofía en 2004.
¡Gracias padre Horacio por su testimonio de entrega y amor a Cristo y a la Iglesia!

 


V Curso de Actualización en Derecho matrimonial y procesal canónico

Del 16 al 20 de septiembre de 2013 tuvo lugar el V Curso de actualización en derecho matrimonial y procesal canónico, organizado por la Facultad de Derecho Canónico y dirigido principalmente a los operadores de los tribunales eclesiásticos.
Como señalan los organizadores: “la quinta edición del Curso de actualización quiso presentar a los operadores de los foros eclesiásticos de todo el mundo los principales desarrollos normativos, doctrinales y jurisprudenciales que han tenido lugar en los últimos años en el ámbito del proceso declarativo de nulidad del matrimonio y en otros ámbitos significativos de la actividad de los tribunales”.
La metodología que se siguió fue de carácter teórico-práctico, y quiso armonizar la exposición científica de las novedades de la canonística relativas a los capítulos de nulidad que presentan aspectos problemáticos en los tribunales eclesiásticos, con la presentación, el examen y la discusión de casos prácticos que habían sido previamente enviados a todos los participantes.

 


“La Universidad de la Santa Cruz me ha ofrecido la gran oportunidad de formarme para el futuro y prepararme para la Nueva Evangelización. Los estudios me han marcado el camino que la Iglesia debe tomar en estos momentos para establecer una relación real y efectiva con el mundo moderno”.

Adrián Ríos Bailón
Licenciatura
Comunicación Social Institucional
España 


Curso de actualización en Sagrada Escritura

El 4 y 5 de octubre próximo el Instituto Superior de Ciencias Religiosas de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz llevará a cabo un curso de actualización como parte de la actividad de formación permanente, dirigida especialmente a los ex-alumnos, profesores de religión, catequistas y a todos aquellos que deseen profundizar más en dicho ámbito. El curso estará compuesto de tres partes: la primera estará dedicada al contexto histórico de la Biblia, la segunda parte se centrará en la parte profética del Antiguo testamento y la última realizará un breve estudio sobre el sentido de la vocación en el Nuevo Testamento.


Nº 12 Mayo 2013


El cariño de Dios para los hombres

Soy Ernesto Yamaguchi Okuyama, ingeniero peruano de ascendencia japonesa,  fui ordenado sacerdote de manos del Prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría el 4 de mayo de 2013 en Roma.
Se pudieran preguntar ¿qué hace un ingeniero vestido de sacerdote? puedo decir que mi vocación ha sido un largo proceso de maduración, donde ha estado en juego, por un lado, la acción de la gracia de Dios que ha actuado suavemente, y por otra, mi libre correspondencia que se ha concretado en las circunstancias de mi vida.
Puedo decir que debo mucho a mis padres de quienes aprendí los primeros pasos de la vida cristiana, fueron ellos los que con su ejemplo y testimonio de vida activa en la joven comunidad de la parroquia de San Francisco de Borja en Lima, hicieron crecer en mí un amor entusiasta por la Iglesia y una verdadera identidad cristiana.
Años más tarde durante mis estudios universitarios tuve la oportunidad de frecuentar las actividades de  la Prelatura del Opus Dei, y aprendí a dar más fundamento a mi vida espiritual entendiendo su doctrina, y sobre todo descubrí la gran humanidad contenida en la fe, es decir, que la vida que vivía y a la que aspiraba tenía mucho que ver con Dios. Y así, comencé a rezar más personalmente, a confesarme y recibir la Eucaristía con más frecuencia, a tener una vida espiritual propia de una persona adolescente y luego adulta. En esos años de Universidad pedí la admisión al Opus Dei.
En mi último año de estudios comencé a trabajar, primero en el área de sistemas, luego en finanzas y administración. En tal período, a través del trato con los amigos y conocidos palpé las grandes aspiraciones del hombre y su sed de encontrar la plena felicidad que, en definitiva, no es más que el deseo de Dios. Así, fue calando en mi interior la idea de ser sacerdote para colaborar, de un modo más comprometido, al proyecto de la Nueva Evangelización que el Beato Juan Pablo II convocó para toda la Iglesia.
En los años de formación y ahora como neosacerdote he descubierto en el don del sacerdocio el gran cariño de Dios para los hombres, pues por el sacerdocio, Jesús sigue estando a lado de las personas, iluminando sus mentes y corazones a través de la predicación del sacerdote, dándonos su misericordia a través de la Confesión y fortaleciéndonos con su Eucaristía siempre a través de su sacerdote.
Ser de ascendencia japonesa, me aventaja en algunos valores como el sentido del compromiso, la laboriosidad y la piedad filial, que me servirán para ponerlos en práctica en el ministerio sacerdotal. Por lo demás, me resulta ciertamente inspiradora la historia de la colectividad japonesa en el Perú. Su evangelización ocurrió gracias al trabajo paciente y amistoso de los padres franciscanos y a las Madres de la Caridad que atendían maternalmente a los enfermos durante los primeros años de inmigración.
Mi mensaje para los católicos peruanos es que fundamentemos nuestra fe. Que de verdad creamos que las  enseñanzas de Cristo y los medios que nos dejó a través de su Iglesia son el camino para llegar a ser felices y vivir una vida en plenitud.  Como diría San Josémaria: “sólo podrá ser feliz en el cielo aquel que sabe ser feliz en la tierra”.
 


De 4 Continentes 31 nuevos sacerdotes

Provienen de doce países de cuatro continentes (Alemania, Kenia, Gran Bretaña, España, Argentina, México, El Salvador, Venezuela, Perú, Japón, Filipinas, Nigeria) los 31 diáconos que el sábado 4 de mayo fueron ordenados sacerdotes de manos del Prelado del Opus Dei en la basílica de San Eugenio en Roma.
Entre los nuevos sacerdotes destacamos a Keisuke Hazama, 39 años, de nacionalidad Japonesa y profesor de química. Descubrió su fe a los 21 años y recibió el bautismo en 1994 de manos del Beato Juan Pablo II.
 


“En la Santa Cruz se respira un ambiente maravilloso donde los estudiantes y profesores forman una1 auténtica comunidad académica. Nuestros estudios ofrecen una formación sólida inspirada en la fidelidad al Papa, al Magisterio y a nuestras iglesias locales. La Experiencia de la Iglesia universal nos enriquece tanto intelectual como espiritualmente”.

Ireneusz Rogulski
Licenciatura en Comunicación Social Institucional
Polonia

 


Bajo el cielo de Roma

El 8 de junio tendrá lugar en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz la primera velada de beneficencia intitulada: “Bajo el cielo de Roma”. Evento que tiene como finalidad ayudar en la formación de futuros sacerdotes a través de becas de estudios en favor de aquellos seminaristas que provienen de diócesis con mayores dificultades económicas. El evento dará inicio con un concierto de música clásica en la basílica universitaria de San Apolinar, seguida de una cena de gala en la maravillosa y privilegiada terraza de nuestra Universidad, desde la cual se podrán apreciar, bajo el cielo nocturno, los lugares más significativos de la Ciudad Eterna. Una velada excepcional donde algunos de nuestros estudiantes compartirán sus experiencias de Roma.


Nº 11 Mayo 2013


Sacerdote: un profesional de la Comunicación

Soy José Elías Calderón, sacerdote de la diócesis de Santa Rosa de Copán, Honduras. Fui ordenado Sacerdote el 27 de diciembre de 2003 y por encargo de mi obispo me encuentro en Roma realizando la especialización en ciencias de la comunicación social institucional.

Llegué a Roma en verano del 2006 y de inmediato inicié mis estudios en la Facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia Salesiana, en la que realicé mi primer ciclo de formación profesional. Fue una magnífica experiencia en la que pude adquirir conocimientos teórico-científicos además de las técnicas en el arte de la fotografía, radio, televisión e internet. La perspectiva salesiana me ayudó a descubrir el inmenso potencial de creatividad que encierran los medios de comunicación y la necesidad de que los sacerdotes dialoguen e interactuen con los medios.

En 2009 terminé mis estudios en la Universidad Salesiana y ese mismo año empecé a participar en los cursos de actualización para sacerdotes que ofrece la Universidad Pontificia de la Santa Cruz. A partir de esta experiencia se reforzó mi convicción de que el sacerdote de hoy tiene que formarse mejor en el campo de la comunicación. La Santa Cruz responde a este desafío, formando futuros responsables de la comunicación en las diócesis y en las instituciones eclesiásticas.

Puedo decir que estoy muy satisfecho, porque en este último ciclo de mi especialización, la Universidad de la Santa Cruz, me ha brindado una excelente preparación para el desempeño eficaz como responsable de una oficina de prensa o director de un medio de comunicación.

Soy consciente de la dificultad de hacer llegar el mensaje evangélico del que la Iglesia es depositaria y responsable. Un mensaje que, sin embargo, tiene que ser anunciado al mundo entero y por eso la Iglesia tiene que insertarse profundamente -y sin miedo- en la dinámica de la auténtica comunicación social. Ya lo subraya la Redemptoris Missio: El trabajo en estos medios, sin embargo, no tiene solamente el objetivo de multiplicar el anuncio. Se trata de un hecho más profundo, porque la evangelización misma de la cultura moderna depende en gran parte de su influjo (RM 37).

Yo mismo en estos momentos he iniciado un proyecto para mi diócesis que pretende orientar y animar el “ministerio de Jesús Pastor en y a través de las nuevas tecnologías”, sin olvidarnos de la comunicación por medio de la radio, que sigue siendo un eficaz instrumento de difusión debido a la gran extensión  de las diócesis en algunos países y a la dificultad que el sacerdote encuentra para llegar a sus comunidades, teniendo en cuenta la precariedad en las vías de acceso en algunos sitios durante el invierno y la carencia de sacerdotes para cubrir todas las necesidades. Por esta razón estoy cada día más convencido de que este sigue siendo el gran desafío que se presenta a mi diócesis actualmente, aunque en los últimos años ha dado grandes pasos hacia delante logrando un trabajo de pastoral conjunto y haciendo énfasis en la importancia de los medios para llegar a las comunidades eclesiales de base.

 


Exposición sobre el significado de la paternidad

La Fraternitad San Carlos, en colaboración con la Universidad de la Santa Cruz, presentó la exposición "Ninguno genera si no es generado. Hacia el descubrimiento del padre en Homero, Dante, Tolkien", que se llevó a cabo del 22 al 24 de abril de 2013. La inauguración de la muestra dio inicio con el saludo del Rector, Mons. Luis Romera.

La Fraternidad San Carlos Fundada en el 1985 por don Massimo Camisasca es una Sociedad de Vida Apostólica de derecho pontificio reconocida por Juan Pablo II en 1999.

 


“Siempre tengo en mente los sacrificios que realizan nuestros bienhechores para sostener mi formación. Este recuerdo me ayuda a ser más responsable como seminarista y como hombre”.

Giovanni Gemmani
Bachillerato
Fac. Filosofía
Italia

 


Un Compendio de la Christus Dominus

“En el ejercicio de su deber de santificar, recuerden los Obispos que han sido tomados de entre los hombres, constituidos para los hombres en las cosas que se refieren a Dios para ofrecer los dones y sacrificios por los pecados” (Christus Dominus, n.15).

El 6 de mayo de 2013, se llevará a cabo en la Universidad de la Santa Cruz, la presentación del Compedio del decreto conciliar Christus Dominus, sobre el ministerio pastoral de los obispos.

Entre los relatores se encuentran los profesores Mons. Luis Romera, Rector de nuestra2 Universidad, Johannes Grohe, profesor de Historia de la Iglesia y Philip Goyret docente de Teología y Vicerrector de la Universidad. Se contará también con la presencia del Prefecto de la Congregación para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, S.E. Cardenal Marc Oullet.


Nº 10 Abril 2013


Una fe que mueve sin moverse

Muchos habrán escuchado o leído la célebre vida de Santa Teresita del niño Jesús en su “Historia de un alma” y se habrán admirado de cómo desde temprana edad Dios inspiró en su corazón el deseo de salvar a muchas almas, por medio del sacrificio y la oración, estando incluso encerrada e “impedida” en un convento. Acto tan “desapercibido” que ahora es llamada Patrona de las misiones. ¡Me admira muchísimo! Pero me admira aún más entrar en contacto con aquellas Teresas de nuestra época, aquellas que están impedidas o encerradas – no precisamente en un convento – pero que han sido tocadas por Dios de una manera especial e inspiradas con ese mismo deseo de Santa Teresa.

Con 85 años de edad, Ersilia Ronchetti casada y con un hijo, fue visitada por una enfermedad a los 77 años que la dejó postrada en cama para toda su vida. Durante su juventud y edad madura trabajó muchísimo por la Iglesia, en la catequesis, la vida litúrgica, pero especialmente en la oración y el apoyo a las vocaciones sacerdotales a las que tuvo y tiene siempre un gran aprecio y cariño.

Su máxima ilusión era la de dar a conocer a sus chicos del catecismo la grandeza de la vocación sacerdotal llevándoles al seminario una o dos veces al año, tradición que inició en su parroquia y que se ha mantenido hasta hoy. Años más tarde Ersilia conocería una congregación religiosa a la que se entregaría fervorosamente adoptando cada año un seminarista y acompañándolo hasta el altar con la oración, sacrificio y apoyo económico.

Su esposo Mario Ronchetti, hombre de 90 años, a pesar de todo el sacrificio que esto le ha implicado, lleva siempre una sonrisa en su rostro, pues sabe – aunque no oculta con una lágrima en los ojos – que Dios está más cerca de ellos. Sabe que, aunque su esposa sufre constantemente con dolores que no la dejan dormir por días enteros, Dios actúa para bien de otras personas, pero sobre todo,  parafraseando a su esposa: actúa para bien de sus “hijos que ha llevado al sacerdocio”, ¡y vaya que ha sido fértil! pues son 12 los sacerdotes que ha acompañado con mucho esfuerzo y sacrificio, y digo con mucho esfuerzo pues provienen de un nivel social modesto.

Ocho son los años que lleva en cama, y ocho las vocaciones que ha conseguido para Cristo. Su amor y su fe intensa por los representantes de Cristo le ha llevado a convertir y a mover a otras personas de la parroquia a hacer lo mismo, creando así una cadena de oración y apoyo para las vocaciones. Y todo esto sin salir de su casa y ¡sin disponer de internet…!

La última vez que nos vimos, después que me hizo rezar el rosario con ella, le pregunté cuál era su mayor satisfacción en medio del dolor, ella me respondió: “mi satisfacción, lo que más alegría me da es cuando uno de mis hijitos, ya sacerdote, me visita y me confiere lo que yo más amo: la Eucaristía”.

Qué satisfacción -sin lugar a duda- que, desde su cruz de cuatro pies pueda aligerar la cruz de muchas almas jóvenes que, siendo llamadas por Dios, entregan su vida a Cristo y lograr que otras se enamoren de tan grande empresa como la de ayudar a un sacerdote. ¡Una fe tan fuerte que es capaz de mover sin moverse!
 


Jornada Filosófica

El miércoles 10 de abril,  por iniciativa de la Facultad de Filosofía de la Universidad de la Santa Cruz, se celebró una Jornada de estudio sobre: "El pensamiento metafísico-antropológico en el marco de la filosofía contemporánea". Entre los temas discutidos destacaron: la subjetividad, la ética de la relación, la verdad como propiedad trascendental y la libertad en la filosofía contemporánea. Participaron como conferencistas diversas personalidades de distintas universidades de Italia. De nuestra universidad intevinieron los profesores Juan José Sanguineti y el Rector Mons. Luis Romera.

 


“Estoy muy contenta de estudiar en la Santa Cruz. Vivir en Roma ha sido una gran oportunidad para encontrarme con personas y conocer el mundo, además de adentrarme en el centro de la cristiandad, no sólo desde el punto de vista de la teología sino sobre todo con la experiencia de la fe”.

Carmen Esteban Monasterio
Bachillerato en Teología
España

 


Jornada de Estudio: Economía y Ética

El 19 y 20 de abril se lleva a cabo la edición anual “Managment by Ethics” que organiza  el  centro de investigación social de economía y ética de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz: Markets Culture & Ethics (MCE). En esta ocasión se afronta el tema: Los desafíos en la empresa, familia y sociedad”.

Managment by Ethics es una iniciativa que se dirige a los líderes de empresas italianas con el fin de conjugar la experiencia del mundo empresarial con los principios éticos y antropológicos que la fundamentan. Entre los ponentes se encuentran Paola Binetti, miembro de la cámara de diputados de Italia, los Profesores Martin Schlag y Juan Andrés Mercado, ambos docentes de nuestra universidad y responsables del centro de investigación MCE; se contará también con la presencia de nuestro rector, Mons. Luis Romera y, para cerrar con broche de oro, se tendrá un charla conclusiva con el Cardenal Julian Herranz, expresidente de la Comisión Disciplinar de la Curia Romana.


Nº 9 Abril 2013


Como la levadura en la masa

Un denso resplandor de llamas se eleva crepitando hacia el cielo, el aire se vuelve aún más pesado e irrespirable. Arde el fuego, la mísera estancia pronto se destruye. Todo queda reducido a cenizas, los recuerdos de una vida, de una tradición, los muebles, la Biblia de páginas gastadas es quemada y carbonizada la humilde imagen de Cristo ante quien la comunidad católica cada tarde se reunía para las celebraciones litúrgicas. Mientras todo sucede la gente aterrada se aglomera para ver derrumbarse el esfuerzo y sacrificios de muchos años.

Así nos relata el acontecimiento el seminarista Aloysius Angga Windianto del Colegio Internacional Sedes Sapientiae y estudiante de segundo año de filosofía de la Universidad de la Santa Cruz, cuando experimentó en primera persona la persecución cristiana. “Fueron de hecho 4 las Iglesias que recuerdo haber visto ser quemadas durante mi niñez, experiencia que jamás olvidaré”.

Aloysius tiene ahora 24 años, de origen indonesio y único seminarista de su Diócesis. Llegó a Roma en 2011 para comenzar sus estudios de filosofía. Siendo el menor de 4 hermanos cuenta que por el trabajo de su padre, que ejercía la profesión de pintor, tenía que mudarse constantemente de ciudad en ciudad permitiéndole así conocer su fe, conocer personas que profesan otras religiones y vivir en zonas donde los cristianos son una minoría. “Recuerdo que en mi adolescencia yo era el único cristiano de mi clase, y todos lo sabían…Pero recuerdo también que mi madre por las noches nos leía algunos pasajes de la Biblia y así nos iba transmitiendo la fe”. Como no ha de ser así en un país donde el 88% son musulmanes, donde conviven protestantes, budistas, hinduistas y confusionistas y donde no es fácil testimoniar la fe católica que representa solamente el 1.5% de la sociedad.

A los 14 años hizo su primera comunión y a los 17 decidió entrar en el seminario. Cuenta que fue difícil decirlo a sus padres y que por ello prefirió mantenerlo en secreto hasta el último día antes de su ingreso. De los 22 jóvenes que entraron ese año sólo quedan 8 de su generación, en la diócesis de Surabaya que alberga alrededor de 100 estudiantes en su seminario menor y mayor.

Al preguntarle si tuvo dificultades nos responde que Dios le mando una prueba: “En mi 4º año de seminario tuve un accidente que casi me deja ciego para siempre…Yo le dije al Señor que si me quería sacerdote que me devolviera la vista, y así fue, milagrosamente no sólo no perdí la vista sino que hasta me ha hecho ‘ver’ Roma…”.

“Roma para mí es una gracia y una responsabilidad muy grande… – nos dice –, responsabilidad porque al ser el único seminarista de Indonesia en la Ciudad Eterna,  tengo la gran tarea de llenarme de ese ‘Sensus Ecclesiae’ para ser luego como esa levadura en la masa que va poco a poco fermentando con ese mismo espíritu a mis hermanos en el sacerdocio y a mis futuros parroquianos en Indonesia”.

 



Los Ordinarios Newton y Steenson visitan la Santa Cruz


El lunes 25 de febrero, Mons. Keith Newton, Ordinario del Ordinariato Personal de Nuestra Señora de Walsingham (Reino Unido) y Mons. Jeffrey Steenson, Ordinario del Ordinariato Personal de la Cátedra de San Pedro (Estados Unidos) visitaron la Universidad, acompañados de un grupo de profesores. Mons. Newton era anteriormente obispo en la Iglesia de Inglaterra hasta que entró en comunión plena con la Iglesia católica en 2011, mientras Mons. Steenson era obispo de la diócesis episcopal de Río Grande hasta que entró en comunión plena con la Iglesia en 2007. Durante la visita cada facultad tuvo la oportunidad de presentar su programa de estudios y se abrieron las puertas para una posible colaboración en la educación.



La Santa Cruz es como un gran hogar donde he crecido en el conocimiento y amor de Dios. La Eternidad no sería suficiente para agradecer a Nuestro Señor todas las bendiciones humanas y espirituales que he recibido en este lugar”

Joel Jacome Miranda
3er año Bachillerato en Teología
Ecuador

 



Poética, Comunicación & Cultura (PC&C)


Los días 22 y 23 de abril la Facultad de Comunicación Institucional de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz organiza su 6º congreso PC&C con el tema:
“La figura del padre en la serialidad televisa”. Tema importante en un momento donde la ficción en las series televisivas han alcanzado en los últimos años un
nivel de calidad técnica cercano al cinamatográfico, y donde el modelo narrativo usado desde siempre por la literatura popular y numerosos escritores clásicos ha sido el de la serialidad.Objeto del congreso es el estudio de la figura paterna en las series televisivas. El padre es la ventana por la que nos acercamos al tema de la familia para juzgar cómo esta viene representada. Un tema suficientemente amplio que se presta a comunicaciones muy variadas. El congreso interesará al público académico y a los apasionados de la ficción televisiva, y también a los creativos implicados en las series, al ofrecerles la oportunidad única de reflexionar sobre su propio quehacer profesional.
El congreso estará galardonado por expositores de prestigio de diferentes universidades y centros televisivos como Paolo Braga, de la Universidad Católica de Milán; Alberto Fijo, de la revista cinematográfica “Fila Siete” y Costanza Miriano, de la RAI, Tg3 nacional y colaboradora en varios períodicos de Italia.

 


Nº 8 Marzo 2013


Diácono del papa Francisco

Mi nombre es José Eric Moguel Farrera, diácono de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez en Chiapas, México. Nací en Cintalapa de Figueroa, una pequeña ciudad de 30 mil habitantes que conserva todavía el ambiente de trabajo de campo y donde existe una gran devoción a la Virgen María.

Durante mi infancia y adolescencia estuve un poco alejado de Dios, las cosas de la Iglesia no las consideraba importantes en mi vida; pero inesperadamente, en la Navidad de 1998, a mis 14 años, tuve una experiencia única de reconocer la presencia viva de Cristo en el sacramento de la Reconciliación y de la Eucaristía, y a partir de ese momento me enamoré de Él y decidí consagrarle mi vida.

En 2002, al terminar los estudios de bachillerato, ingresé en el Seminario Mayor Diocesano. Tras varios años de formación y duros momentos de prueba fui ordenado diácono el 12 de febrero de 2012. Meses más tarde el obispo me pidió viajar a Roma para realizar mis estudios en la Facultad de Comunicación Social Institucional en la Universidad de la Santa Cruz en Roma. Es por eso que me encuentro en la Ciudad Eterna viviendo con todos los fieles católicos del mundo este momento eclesial histórico: la renuncia del papa Benedicto XVI, el desenvolvimiento del cónclave, la elección del nuevo papa y sus primeros días de pontificado como Sucesor de Pedro.

Después de que Benedicto dejara el Vaticano, un extraño sentimiento invadía el ambiente en la ciudad, algo o alguien nos hacía falta, pero tenía la certeza de lo que ya antes él mismo nos había repetido en varias ocasiones: “es Dios quien guía a su Iglesia”. Y con esta actitud viví los acontecimientos sucesivos: la llegada de los cardenales y la elección del papa Latinoamericano. La noche de la fumata bianca casi toda la ciudad se dio cita en el Vaticano. Los ojos estaban fijos en la chimenea de la Capilla Sixtina y de repente el humo blanco comenzó a salir, gritos de júbilo y aplausos se dejaron sentir cuando el cardenal Tauran pronuciaba en el balcón central el tradicional Habemus Papam.

Mi participación como diácono asistente en la primera misa del papa Francisco fue una experiencia maravillosa, un regalo de Dios que nunca olvidaré. Como un mes antes de la renuncia de Benedicto XVI, el rector del colegio Tiberino donde vivo ahora, me aconsejó hacer la petición formal para servir en alguna de las celebraciones litúrgicas con el Santo Padre; justo cuando envié la solicitud comenzaba la Sede Vacante. La respuesta llegó en poco tiempo, y decía: “su solicitud será tomada en cuenta; en alguno de estos días podrá participar en alguna de las celebraciones con el Santo Padre”. Ese “algún día” se confirmó el mismo día de la elección del papa. ¡No podía creerlo!

Fue extraordinaria la experiencia de unirme en oración con el papa Francisco por el mundo entero y asistirle en su primera Misa de pontificado. Sentía muchos nervios y en cierto momento pensé que todo era un sueño: la belleza de la Capilla Sixtina, los hermosos cantos litúrgicos del coro, la presencia de los cardenales, y mi pobre persona al lado derecho del Vicario de Cristo. Pero ahora veo que ha sido una gracia enorme de Dios no sólo para mí sino también para mi pueblo y para mi diócesis.
El papa Francisco ha llegado en un momento en el que la Iglesia necesita sentir el cariño de su Pastor, de un padre que sabe tocar el corazón de los hombres y que muestra de palabra y con el ejemplo el camino que lleva a Jesús, el camino de la pobreza, de la sencillez y de la apertura del corazón.

 


Parroquia de Eslovenia visita la Universidad

Un grupo de familias provenientes de Eslovenia de la Parroquia de Jarše, diócesis natal del cardenal Franc Rodé, prefecto emérito de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, visitaron la Universidad Pontificia de la Santa Cruz acompañados por su párroco, el presbítero Andrej Jemec y por el padre Matej Pavlic, secretario personal del cardenal y estudiante de Derecho Canónico en nuestra Universidad.

La iniciativa,  promovida por el párroco, consistió en favorecer una peregrinación a la ciudad de San Pedro con familias numerosas. Estas realizaron un esfuerzo económico importante para transmitir su fe y su cultura cristiana a sus hijos de tremprana edad.

Las familias pudieron conocer los lugares más relevantes de la Ciudad Eterna, participar en una Misa en el Vaticano presidida por el cardenal Rodé y conocer las instalaciones de nuestra Universidad. La terraza de la Universidad fue el lugar elegido para inmortalizar la visita con una buena foto. El evento que marcó la peregrinación fue asistir a la partida de Benedicto XVI hacia Castelgandolfo el 28 de febrero, algo que no estaba dentro del plan, pero que fue un regalo de la Providencia. Aprovechamos la oportunidad para saludarles cordialmente esperando tenerlos de vuelta por nuestra Universidad.

 


“¡Estos años han sido maravillosos! Los grupos son reducidos por lo que te permite conocer mejor a tus profesores y compañeros. Puedes palpar que los profesores realmente quieren ayudarte y buscan estar siempre disponibles para resolver tus dudas. Aprecio mucho también el ambiente de oración y el testimonio sacerdotal que nos dan los profesores”.

P. Cory Stanley
Licenciatura
Fac. Teología
Estados Unidos


 


XVII Convenio de la Facultad de Derecho Canónico

Fe, Evangelización y Derecho Canónico

«Redescubrir los contenidos de la fe profesada, celebrada, vivida y rezada, y reflexionar sobre el mismo acto con el que se cree, es un compromiso que todo creyente debe de hacer propio, sobre todo en este Año» (Motu proprio Porta fidei n.9). En este contexto la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, organiza en Roma el 11 y el 12 de abril el XVII Convenio anual intitulado: Fe, Evangelización y Derecho Canónico.

El congreso tiene como objetivo profundizar la relación entre la fe y el derecho canónico, superando tanto aquella visión que reduce la canonística a una simple técnica, como aquella que reconoce un debilitamiento del derecho canónico causada por su estrecha relación con la fe y la teología. En cambio, en la tradición canónica se descubre la inseparabilidad entre el bien de la fe y la exigencia de justicia intraeclesial.

El congreso busca poner de relieve algunos temas como: la cuestión fundamental sobre la relación entre la fe y la razón en el ámbito canónico; los problemas jurídicos que conciernen al munus docendi Ecclesiae; los derechos y deberes de los laicos en la evangelización; el reconocimiento y la protección civil de la identidad cristiana tanto de las personas como de las instituciones que se inspiran en la fe; la importancia de la fe en la organización de la Iglesia, haciendo referencia al derecho misionero y a las herramientas que defienden la fidelidad doctrinal y moral.

 


Nº 7 Marzo 2013


Una gota en el océano

El 1 y 2 de febrero de 2013 tuvo lugar la segunda edición del seminario para empresarios francófonos titulado “Leadership des saints, sainteté des leaders”. Organizado por “The Thomas More Leadership
Institute” de París en colaboración con la Universidad de la Santa Cruz.
Asistieron al evento alrededor de 25 personas entre los que se contaban presidentes de compañías, miembros de consultorías y altos ejecutivos del Estado Francés que buscan formarse para influir positivamente en la sociedad.
Después de la bienvenida del Rector, Mons. Luis Romera, tuvieron lugar conferencias sobre las virtudes del líder, la unidad entre santidad y liderazgo, la figura de santo Tomás Moro como ejemplo para nuestros días, la vocación profesional, etc. El primer día los participantes encontraron al Cardenal Jean-Louis Tauran, Presidente del Pontificio  Consejo para el Diálogo Interreligioso. En la sesión de preguntas les alentó a seguir trabajando por formar auténticos líderes cristianos, según la doctrina social de la Iglesia. Les acompañó durante la comida y les expresó su apoyo y simpatía para seguir integrando a más líderes de la sociedad francófona. Luego se desplazaron a la Necrópolis de la Basílica Vaticana donde pudieron apreciar y rezar ante la tumba de San Pedro.
 Por la tardetuvieron la oportunidad de admirar la vista panorámica que se tiene desde la terraza de la Universidad. Pudieron ver los lugares más interesantes de Roma, empezando por las majestuosas cúpulas de la Basílica de San Pedro ySan Andrés apóstol, la fachada de Santa Inés en Agone, el palacio Madama, el palacio presidencial del Quirinal, y otros más. Cerrarón la jornada con una cena en la que el Cardenal Robert Sarah, Presidente del Pontificio Consejo Cor Unum, tomó la palabra para exhortarles a seguir de cerca los problemas de la Iglesia y saber contrarrestarlos a tiempo.
El segundo día comenzaron sus actividades con una Misa celebrada porMons. Guillaume Derville,  Profesor de teología dogmática de nuestra Universidad, quien recientemente ha publicado un libro sobre
la concelebración eucarística.
Para cerrar con broche de oro, visitaron el Colegio Eclesiástico Internacional Sedes Sapientiae donde, además de tener los talleres conclusivos, pudieron hablar y convivir con varios de los seminaristas que actualmente se benefician de las becas concedidas por la fundación francesa (DPTN www.dptn.org). Los seminaristas aprovecharon la ocasión para agradecer el esfuerzo y la dedicación en el compromiso por apoyar, también económicamente, a formar los futuros líderes de la Iglesia Universal.
 The Thomas More Leadership Institute es una institución dedicada al desarrollo personal de los líderes a través de la formación, capacitación y entrenamiento en la vida empresarial, social y cristiana.
www.thomas-more-leadership.com

 


The Missouri School of Journalism, huésped de la Santa Cruz

 

 Del 16 al 20 de enero, estudiantes de la Facultad de Periodismo de la Universidad de Missouri-Columbia fueron invitados por la Facultad de Comunicación durante su estancia romana al interno de su "Viaje por Europa 2013". Además de conocer las instalaciones de la Universidad, tuvieron la oportunidad de visitar Radio Vaticano, la Basílica de San Pedro y los Museos Vaticanos.
La Missouri School of Journalism en Columbia es formalmente la Universidad más antigua de periodistas en el mundo. Fue fundada en 1908 por Walter Williams, famoso por introducir el“Missouri Method” en el mundo de la Comunicación que consiste en aprender la teoría de los medios a través de la práctica en los laboratorios multimediales y en los medios sociales del mundo real.


 

 “Vine a la Universidad de la Santa Cruz porque escuché de renombrados canonistas de Estados Unidos que era importante estudiar en Roma para tener una visión completa del Derecho, y que en Roma, la Santa Cruz era muy activa y reconocida por sus contribuciones en el campo de Derecho Canónico como ciencia. Y puedo decir que es verdad, de hecho, después de 5 años de estudios en la Santa Cruz, puedo decir lo mismo a otros, pero esta vez por experiencia personal”.

Catherine Godfrey
Licenciatura en Derecho Canónico
Estados Unidos


V Curso de Especialización en Información Religiosa


 En el periodo de marzo a mayo de 2013, la Facultad de Comunicación de la Universidad de la Santa Cruz organiza, en colaboración con ISCOM (Asociación para la promoción de la Comunicación Institucional) y AIGAV (Asociación de periodistas acreditados en el Vaticano), el V Curso de especialización en información religiosa para periodistas, con el tema: Cuestiones de actualidad periodística sobrela Iglesia Católica.
El curso ha sido ideado para responder al interés de periodistas que se ocupan de la información religiosa y que buscan adquirir mejores instrumentos para comprender algunos aspectos de la vida de la Iglesia.  En esta edición serán abordados temas de actualidad vinculados con la organización de la Curia, el tema de la eutanasia, la administración de bienes dentro de la Iglesia y el status questionis sobre la pedofilia. El cuerpo de expositores está compuesto por docentes de varias universidades de Roma, agentes de comunicación social y personalidades de la Iglesia entre ellos el Dr. Salvatore Mazza, presidente de AIGAV y periodista del “Avvenire”; Rev. Davide Cito, profesor de nuestra universidad y miembro consultor de la Congregaciónpara el clero; mons. Salvatore R. Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la nueva evangelización.
 El comité organiza también visitas culturales a la Villa Pontificia de Castelgandolfo, al palacio de la Rota Romana y a las oficinas de la Congregación para la Doctrina de la Fe para conocer en primera persona la realidad histórica, jurídica y doctrinal de la Santa Sede.

 

 


Nº 6 Febrero 2013


Medio de comunicación para el mundo

Mi nombre es Joseph Tan, me encuentro en mi primer año de bachillerato en la Facultad de Comunicación Institucional de la Iglesia. Tengo 47 años y 21 años como sacerdote. La mayor parte de mi vida he sido profesor en el seminario de la archidiócesis de Cebú, en Filipinas.

Mi integración en el mundo de los medios de comunicación social, me dará sin duda los conocimientos necesarios para llevar esta importante herramienta en mi archidiócesis. Soy consciente de que la Iglesia no puede, en estos tiempos, ignorar los medios de comunicación en la difusión de la Buena Nueva.

Es de vital importancia que los seminaristas que no tienen la oportunidad de estudiar en esta Universidad, sean introducidos, tan pronto como sea posible, en este campo. Al regresar a mi país de origen, procuraré enseñarles todo lo que estoy aprendiendo en Roma y ayudarles a comunicar mejor la Iglesia.

 Puedo decir que más que la habilidad en manejar la tecnología digital, crear programas para la web de la diócesis y entender cómo funciona la opinión pública en relación con la Iglesia, he aprendido que la comunicación social proyecta un cierto tipo de camino espiritual; que compromete a todos sus fieles a vivir, día a día, la vida de Cristo para que cada católico sea un Evangelio vivo y un “medio de comunicación” para los que están alrededor y para el mundo.


 

“Habiendo estudiado arquitectura en Kenia, venir a Roma a estudiar teología significó un cambio radical. La experiencia de  estudiar en esta Universidad es ¡de verdad increíble!  Todos venimos de diferentes culturas pero nos une un sólo propósito. Hay algo especial que va más allá de aprender únicamente por los libros.”

Jotham Njaroge
Licenciatura en Teología
Kenia


Ars celebrandi.
Premisa para una fructuosa participación en la celebración eucarística.

 El Centro de Formación Sacerdotal (CFS) organiza del 21 de febrero al 2 de mayo de 2013 la segunda edición del curso “Ars celebrandi” dedicado este año a la Premisa para una fructuosa participación en la celebración eucarística.

“En el contexto de un enfoque prevalentemente práctico, el curso privilegia el nexo entre las premisas teológicas y la realidad celebrada. Después de haber recordado los elementos fundamentales del ars celebrandi, nos detenemos más específicamente en algunas partes de la estructura de la celebración eucarística, con la finalidad de permanecer fieles a los objetivos del Concilio Vaticano II y en continuidad con la tradición eclesial”,


Nº 5 Febrero 2013


“Amigos de la Santa Cruz” en CANADA

Presentamos a continuación el testimonio de uno de los organizadores del "Amis de l'Université de la Sainte Croix" en Canadá, que año tras año recaudan becas para la formación de sacerdotes y seminaristas en Roma.

El 19 de agosto de 2012, juntamos alrededor de 150 personas en la mansión "champêtre Fête" en el Manoir de Beaujeu, a orillas del río San Lorenzo, cerca de Montreal, Canadá. El evento comenzó con una misa solemne presidida por el obispo Noël Simard de la Diócesis de Valleyfield. A continuación tuvimos una sesión de preguntas con el profesor de la Universidad de la Santa Cruz en Roma d.Thierry Sol y mostramos un video sobre la formidable labor que realiza la Universidad en todo el mundo.

Después ofrecimos algunos talleres de formación doctrinal por grupos reducidos y terminamos el día con la cena de gala servida por los alumnos de la escuela de hostelería asociada a la Mansión.

Con orgullo y mucho trabajo detrás, puedo decir que logramos recaudar más de 30.000 dólares que hemos hecho llegar a la Universidad para ayudar a varios estudiantes. Además durante el año nos van llegando otros donativos de personas que no pudieron asistir al evento.

Actualmente tenemos más de 400 amigos en nuestra base de datos. Para el próximo año, nuestra meta es llegar a 200 invitados y conseguir más becas para la Universidad. Queremos abrirnos a nuevas actividades, pero por el momento, seguiremos organizando la "Fête champêtre" que es un medio muy práctico y que  ofrece buenos resultados en Canadá.

La "Fête champêtre" es una iniciativa que comenzó en 1994 a petición del Venerable Álvaro del Portillo, quien impulsó a un grupo de familias a colaborar con la Universidad de la Santa Cruz. Ellos son: el señor y la señora Jean-Claude Bleau, el Dr. Roger y Kaiko Miller y la familia Bouthillier. A éstas y todas las demás personas que hacen posible este evento ¡les agradecemos de todo corazón!


Nueva colección para la Biblioteca de la Santa Cruz

El 6 de diciembre de 2012, tuvo lugar la ceremonia de entrega de la IV edición de las obras completas de Søren Kierkegaard (1813-1855), editada por N. J. Cappelørn y publicada por el centro de investigación: Søren Kierkegaard Forskningscenteret de la Universidad de Copenhague.

La obra comprende 55 volúmenes (28 de textos y 27 de aparato crítico) en idioma original, donados a la Biblioteca por los esposos daneses Kirsten Bjarup y Kjeld Søndergaard, amigos y bienhechores de la Universidad, quienes estuvieron presentes en el encuentro.

Kierkegaard, de quien en el 2013 será el bicentenario de su nacimiento, está entre los autores más representativos que posee la Biblioteca –después de San Josemaría Escrivá y el Beato Juan Pablo II– con más de 300 documentos. Está además presente con el mayor número de obras en el Fondo de Cornelio Fabro, filosofo nacido en Udine, que fue traductor, editor y comentador de las obras de Kierkegaard y profundo conocedor de su existencialismo metafísico.



“En la Santa Cruz he descubierto que la fe es un gran tesoro que va trasmitido de generación en generación, de profesor a estudiante, para ser difundido a todo el mundo y cumplir el mandato de Nuestro Señor de llevar el Evangelio a todas las naciones”.

P. Riley Williams
Estudiante de I año de Teología Moral
USA.


Jornada de Estudio Viktor E. Frankl

Relaciones y vínculos de la existencia humana en las enseñanzas de Viktor E. Frankl, es el título de la jornada de estudio que se llevará a cabo el martes 26 de febrero de 2013 organizada por la Asociación de Logoterapia y Análisis existencial Frankliano de Roma y la Facultad de Filosofía de la Universidad de la Santa Cruz. Jornada abierta a todo el público y a los estudiantes de filosofía de las diversas Universidades Pontificias.

Viktor E. Frankl (1905-1997), neurólogo y psiquiatra austriaco, fundador de la Logoterapia. Sobrevivió desde 1942 hasta 1945 en varios campos de concentración nazis, incluidos Auschwitz y Dachau. Fue a partir de esa experiencia que escribió su famoso libro: “El hombre en busca de sentido”.


Nº 4 Enero 2013


El suceso que cambió mi vida

Querido lector, antes que nada, aprovecho la oportunidad que se me da de contar mi historia vocacional para agradecer tu oración y el esfuerzo económico que realizas para hacer que muchos de nosotros podamos cursar nuestros estudios en Roma. Quiero decirte que este acto de generosidad no pasa desapercibido en mi comunidad. Mi nombre es Johannes Häuselmann, tengo 25 años y soy el mayor de tres hijos. Actualmente me encuentro cursando mi segundo año de filosofía en la Universidad de la Santa Cruz y pertenezco a la asociación clerical de la “Obra de Jesús, Sumo Sacerdote”.

Soy de Suiza y viví la mayor parte de mi vida en Zúrich. Despúes de estudiar economía encontré un buen trabajo en un banco. Aunque de pequeño mis padres me inculcaron la fe católica, por el ambiente en que me movía fui perdiendo la fe poco a poco, a medida que mis bolsillos se llenaban de dinero. Mi corazón se vaciaba cada vez más de Dios y sus cosas, y lo único que me interesaba era divertirme y pasar los fines de semana de fiesta en fiesta con los amigos. En aquellos años lo último que hubiese querido era ¡ser sacerdote!

Pero Dios tiene sus caminos, Él hizo que un suceso diera un giro de 180º a mi vida: a mi madre le diagnosticaron un cáncer y murió a los 41 años. Fue en esta situación cuando comencé a cuestionarme el verdadero sentido de la vida. Al morir ella, mis abuelos se encargaron de nosotros. Su testimonio y la intercesión de mi madre en el cielo abrieron mi corazón para encontrarme de nuevo con el Señor. Recuerdo que una ocasión mis abuelos me convencieron para hacer un retiro espiritual con la comunidad en la cual me encuentro ahora, y fue después de cuatro años de estar en contacto con esta comunidad cuando decidí entregar mi vida entera a Cristo y seguirlo como sacerdote.
Después de 2 años de formación espiritual llegué a Roma para comenzar mis estudios de filosofía. Este es mi segundo año en la Santa Cruz y puedo decir que las clases y la formación en general son muy interesantes. Se ve y se siente que la Iglesia es verdaderamente católica porque !hay estudiantes de todo el mundo!

Es hermoso poder unir armoniosamente la vida intelectual con la vida espiritual, pues cada mañana uno tiene la posibilidad de visitar la capilla de la Universidad y estar un rato delante del Señor, especialmente los jueves de adoración en los que el Santísimo está expuesto toda la mañana y se tiene la bendición con la celebración Eucarística a medio día. Estoy convencido de que la formación recibida en esta Universidad me ayudará muchísimo para después realizar mejor mi servicio pastoral en una de nuestras tierras de misión, sea en Europa como en Uruguay, Rusia o Kazajistán.

La asociación clerical de la “Obra de Jesús, Sumo Sacerdote” fue erigida en 2008 por la Congregación para el Clero. Su espiritualidad consiste en vivir cotidianamente el lema de Juan Pablo II “Totus Tuus” mediante la consagración al Corazón Inmaculado de María y mediante la adoración eucarística.


Convenio sobre el Mensaje Social de San Josemaría

En octubre de 2012 se tuvo el convenio sobre el Mensaje Social de San Josemaría en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz promovido por “Harambee”, organización de solidaridad que nació el 6 de octubre de 2002 con motivo de la Canonización  del fundador del Opus Dei.

Mons. Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei, intervino recordando los 10 años de la canonización de San Josemaría, agradeciendo a Dios por este pastor ejemplar que con su heroica correspondencia a los dones espirituales y humanos, hizo posible entre otras cosas, que miles de personas en todo el mundo sintieran el deseo de ayudar a hombres y mujeres de países con dificultad económica.

En la primera parte intervinieron diversas personalidades del continente africano entre ellas Mons. Fortunatus Nwachukwu, jefe del Protocolo de la Secretaría de Estado, así como algunos responsables de diferentes proyectos en Sudan, Madagascar, Benin, Nigeria y Camerún. Por la tarde intervinieron responsables para la promoción de Harambee en Europa y América a favor de Africa, compartiendo historias de generosidad de tantas personas que hacen posible esta labor.

Con ocasión del Décimo aniversario, Harambee decidió otorgar el Premio para la Promoción e Igualdad de la mujer, a la nigeriana Ezinne Ukagwu, que desde el 2002 dirige el centro de desarrollo rural de Iroto, lugar en el que se han formado alrededor de 50,000 mujeres.



Ya era un sacerdote cuando el Beato Juan Pablo II se convirtió en una persona muy importante para mí. Fue casi como un sueño realizado poder venir a Roma y visitar su tumba; ver cómo literalmente miles de personas, hasta la fecha, le siguen visitando y obteniendo gracias por su intercesión.

 

P. Przemek Sliwinski
Doctorando
Facultad de Comunicación
Polonia


Facultad de Derecho Canónico


El jueves 21 de febrero 2013, Claudio Papale, prof. de Derecho Penal de la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Urbaniana impartirá un seminario para profesores intitulado:
Fases de la “Iter Criminis”, antecendentes para el perfeccionamiento del actual proceso (Can. 1328 CIC).
Claudio Papale es oficial de la sección disciplinar de la Congregación para la Doctrina de la Fe. En 2006 publicó su libro “El derecho a la vida y el magisterio de Juan Pablo II” y en 2007  el “Proceso Penal Canónico”.


Nº 3 Enero 2013


Síntesis de las principales actividades realizadas en el año académico 2011-2012.

A continuación les presentamos una síntesis de algunas de las actividades realizadas en la Universidad.

Por segundo año consecutivo, el Centro de Formación Sacerdotal (CFS) organizó un curso de actualización para sacerdotes sobre el tema: La pastoral de la confesión. A este curso le siguió el seminario Ars praedicandi, de febrero a abril, que ofreció a los participantes instrumentos para mejorar la preparación de sus predicaciones.
El mismo CFS luego organizó la segunda semana de estudio para formadores de seminarios, con el título: el ministerio de la dirección en los seminarios de la cual emergió la importancia del papel que juegan los educadores en la formación de futuros sacerdotes.

El proyecto Markets Culture and Ethics (MCE) realizó el II ciclo de seminarios sobre la historia del pensamiento económico, afrontando argumentos de gran relevancia en el mundo actual. En colaboración con el Consorzio Elis, MCE organizó también el convenio: La creación de valores compartidos, una economía sostenible.

Por invitación de la Congregación para la Educación Católica, la Universidad recibió a un grupo de expertos del European Higher Education Area in a Global Context, en el ámbito de las iniciativas para el “Proceso de Bolonia” y para el mutuo reconocimiento de los estudios ofrecidos por las instituciones académicas europeas. Se tuvo también la jornada de estudio realizada por los representantes de las universidades pontificias, para determinar las posibilidades y los procedimientos para el reconocimiento de títulos académicos a nivel internacional.

La Facultad de Derecho Canónico estableció un acuerdo de colaboración con la Institut de Formation Théologique de Montreal, para la formación de canonistas.

A petición de la Facultad de Teología, el Rector Magnífico decretó la creación de la Cátedra de San Josemaría Escrivá para el departamento de Teología Espiritual.

Con ocasión del 150º aniversario de la unidad de Italia, una delegación de rectores de las Universidades y Ateneos Pontificios romanos, dirigidos por el presidente de la Conferencia de Rectores, Mons. Luis Romera – Rector de nuestra Universidad – fueron recibidos en el Quirinale por el Presidente Giorgio Napolitano.

La Facultad de Comunicación recibió la visita de un grupo de estudiantes de la Columbia School of Journalism de New York, llegados a Roma para tener una serie de encuentros sobre el tema: Covering Religion in Rome.

Fue inaugurada – con la presencia del Gran Canciller, Monseñor Javier Echevarría – la muestra del artista Romano Cosci in camino con Cristo, dedicado a San Josemaría en el 110º aniversario de su nacimiento e introducido por la bendición de la imagen de Nuestra Señora, Sede de la Sabiduría, que preside ahora el Aula Álvaro del Portillo.

La ganadora de la IV edición del Concurso Literario convocado por la oficina de atención al estudiante con el tema: La experiencia de la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, fue la estadounidense Kathryn Plazek.

 


La universalidad de la Santa Cruz

Con ocasión de las fiestas Navideñas y Año Nuevo, los estudiantes de la Facultad de Comunicación Institucional de la Universidad de la Santa Cruz, de diversas nacionalidades, quisieron preparar un video para felicitar a sus amigos y bienhechores de todo el mundo las fiestas. Con mucho gusto lo compartimos y les deseamos un fructífero y fecundo Año Nuevo.
http://www.youtube.com/watch?v=q7AqvClsZ-c&feature=player_embedded#


"La Santa Croce ofrece una formación de alta calidad.  Crea profesionales capaces de servir realmente a la Iglesia. Estoy muy agradecida por la oportunidad de estudiar aquí y aprender cómo ayudar mejor a la Iglesia a avanzar en un campo tan crucial en el mundo moderno".

Stephanie DeVito
2º año de licencia en Comunicación Institucional,
Florida (EE.UU)

 


Jornada de estudio - Robert Spaemann

El jueves 10 de enero, la Facultad de Filosofía realizará una Jornada de estudio en honor a Robert Spaemann, con ocasión de la publicación de su libro en italiano Natürliche Ziele: Fini naturali. Storia e riscoperta del pensiero teleologico (Editorial Ares).
Se contará con la participación del Card. Camillo Ruini, el prof. Sergio Belardinelli, el Prof. Leonardo Allodi, así como el mismo Robert Spaemann.


N.2 Diciembre


Ssekukulu ennungi!


Somos Honoratus V. Kazibwe y Ndiwalana Lawrence, seminaristas de primer año de teología, pertenecemos a la archidiócesis de Kampala en Uganda, África del este.

Nuestras memorias de la Navidad o Ssekukulu en nuestra madre lengua, es una de las fiestas más grandes del año en nuestro país. Tradicionalmente los niños después de la escuela suelen ir por las calles cargando ramas de ciprés por toda la vecindad acompañados por sus profesores y cantando villancicos. Después cada grupo por su parte ensaya su obra teatral navideña que suelen presentarse el domingo de “Laetare” o la tarde del 23.

Las fiestas por lo regular inician cuando terminan las clases y todo se encauza al 24, la noche santa de la venida de Cristo a la tierra, que se caracteriza por los festejos y la algarabía. En la Noche Buena las calles están llenas de niños corriendo de casa en casa pidiendo y llenando sus canastas de dulces y comida (plátanos dulces hervidos, camote, yuca, verduras, etc).

Cada hogar comparte algo de lo que tiene con los vecinos, dando así un verdadero sentido al espíritu mismo de la Navidad, que nos lleva a dar y compartir todo con los demás. Como niños también a nosotros nos tocó vivir esos momentos recorriendo y buscando los mejores árboles navideños de la villa decorados con luces y adornos de papel periódico y artesanías particulares de nuestra zona hechos en casa por las mamás y las niñas.
Los regalos son muy sencillos y prácticos, en su gran mayoría elaborados por nuestros propios padres o abuelos. Los regalos más codiciosos son las vestimentas tradicionales de nuestra gente Baganda, tanto los kanzu para los hombres y como los gomesi para las mujeres.

En la mañana de Navidad, los niños se levantan muy temprano para escuchar la tradicional música  navideña del legendario Philip Bongole Lutaaya (cantante ugandés). En este día nuestras madres nos consienten muchísimo con el mejor menú del año. A media mañana todo la villa se reúne en la Iglesia vestidos con la mejor ropa para participar en la Santa Misa.
No cabe duda que en Roma se come muy bien, pero nada comparado con nuestro abundante oluwombo comida muy nuestra hecha en casa y preparada con mucho cariño. En Navidad la comida es tan abundante ¡que uno puede indigestarse fácilmente!

Por la tarde todos asisten al centro de la villa para participar en los tradicionales bailes y cantos navideños disfrutando de las bebidas típicas de nuestra zona como el Tonto, Amalwa y Mwenge bigere. Las fiestas de Navidad son celebradas en este ambiente de fraternidad y convivencia, donde cada uno aporta de lo que tiene, entre cantos y bailes, parte esencial de nuestra cultura Africana.

Aprovechamos la ocasión para agradecerles –también de parte de todos los estudiantes de la Santa Croce- su generosidad y les deseamos una Feliz y Santa Navidad!

“Tubagaliza Ssekukulu ennungi!”


IX Encuentro Romano de Emprendedores

Del 16 al 18 de noviembre, se llevó a cabo en la Universidad el IX Encuentro Romano de Emprendedores sobre el tema “En busca de la verdad” organizado por el Centro Académico Romano Fundación. Asistieron al evento más de 80 personas, en su gran mayoría familias de España, benefactores de la Universidad de la Santa Cruz.

Los participantes tuvieron la oportunidad de realizar algunas visitas culturales como la Cárcel Mamertina donde San Pedro estuvo encerrado justo antes de su martirio, la necrópolis situada debajo de la Basílica de San Pedro y otros lugares importantes de la ciudad. También visitaron y convivieron con los seminaristas del Colegio Internacional Sedes Sapientiae donde actualmente viven alrededor de 85 seminaristas de más de 30 países distintos. Finalmente pudieron participar en el Ángelus y en la posterior bendición dominical del Papa.

Las ponencias de los profesores de la Santa Cruz fueron presentadas en un clima ameno y agradable, entre ellos el Rector Mons. Luis Romera. También fue un placer de escuchar a la defensora del vínculo del Tribunal Eclesiástico Metropolitano de Madrid, María Álvarez de las Asturias.

A varias semanas del evento, hemos recibido notas de agradecimiento de algunos benefactores por las atenciones recibidas. Los seminaristas recambian sus agradecimientos principalmente con las oraciones y el empeño por formarse mejor sabiendo que son ustedes los que han hecho posible estudiar y vivir en la ciudad eterna.


¡La Santa Cruz me dio una gran bienvenida!

La metodología de enseñanza es impresionante pues me he integrado rápidamente a pesar de la dificultad de la lengua. De una manera u otra, toda nuestra vida espiritual -por medio de la oración- está relacionada con lo que hacemos aquí”.

Eddy Avelino Gerardo De La Cruz

Estudiante de 1º Bachillerato de Teología
República Dominicana


Fiesta de la Facultad de Derecho Canónico

El miércoles 9 de enero de 2013 la Facultad de Derecho Canónico celebra su fiesta académica en honor a San Raimundo de Peñafort, patrono de los juristas y abogados. La actividad dará inicio con la Celebración Eucarística a las 9:30am y seguirá con la alocución de S.E.R el Cardenal Giuseppe Versaldi, presidente de la Prefectura para los Asuntos Económicos de la Santa Sede con el tema: “La capacidad de esposarse en el magisterio de Benedicto XVI”.


N.1 Diciembre


¡Vale la pena!

Mi nombre es Alvaro Tajadura,  soy un sacerdote español de la diócesis de Burgos. Entré al seminario a los 17 años después de haber participado al último encuentro que tuvo el Beato Juan Pablo II en Madrid, un evento que cambió mi vida totalmente.

Aún recuerdo aquellas palabras que se grabaron en mi corazón:  “Querido joven, si sientes la llamada de Dios que te dice sígueme, no la acalles”, porque os puedo asegurar que “vale la pena dedicar la vida por Cristo y por el Evangelio”.

Fui ordenado sacerdote el 3 de Julio de 2009. Semanas despues, gracias a mi Obispo, Mons. Francisco Gil Hellín, volví a Roma para especializarme en el área de Ciencias de Comunicación Institucional y así poder brindar una mejor ayuda a mi diócesis.

Estoy mi tercer y último año en Roma y puedo decir que ha sido un don inmenso vivir mis primeros años de sacerdocio en el corazón de la Iglesia.
El hecho de estar muy cerca del Papa, palpar la universalidad de la Iglesia, ver cómo todos, sacerdotes y seminaristas, a pesar de nuestra diversidad de culturas, podemos compartir una misma fe y un mismo ideal junto a la roca sólida de Pedro, es lo que me quedará de estos años aquí.

Estudiar en la Universidad de la Santa Cruz y vivir en el Colegio Tiberino ha sido también otra de las bendiciones del Señor, no sólo porque he recibido una buena formación académica, sino porque la convivencia con los sacerdotes en el Colegio Tiberino me ha ayudado también a comprender otras realidades que vive la Iglesia.  Recuerdo por ejemplo el testimonio de uno de mis compañeros, un sacerdote de China, que hace unos meses fue capturado y encarcelado por ejercitar su ministerio.

Testimonios como éstos y muchas otras experiencias me han hecho ver que verdaderamente ser sacerdote: “vale la pena”.

 


Misa inaugural del Año académico 2012/2013

 

El lunes 8 de octubre, en la Basílica de San Apolinar, el Vice Gran Canciller de la Universidad, Mons. Fernando Ocáriz, presidiò la Santa Misa votiva del Espìritu Santo por la inauguración del Año académico 2012/2013.

El acto académico con la lectio magistralis tuvo lugar el lunes 5 de noviembre con la presencia del Gran Canciller de la Universidad y Prelado del Opus Dei, SER. Mons. Javier Echevarría.

"Todos nosotros debemos ser protagonistas, con Cristo, de los actos de gracia que esperamos en los próximos meses – ha dicho Mons. Ocáriz en la homilía, refiriéndose al inminente inicio del Año de la fe querido por el Papa Benedicto XVI. El Señor y la Iglesia se esperan de nosotros un compromiso renovado para revitalizar las raíces de nuestra fe. Contamos con la asistencia del Espíritu Santo, que Jesús nos ha enviado del Padre”.
“La fe nos es absolutamente necesaria también en el estudio de la teología y de las otras ciencias eclesiásticas – ha añadido el Vice Gran Canciller de la Universidad –. Este estudio no se puede desarrollar si no es en plena fidelidad a la Revelación, transmitida por la Sagrada Escritura, de la Tradición viva de la Iglesia e interpretada por el Magisterio”.


Samuel Bonilla

“El ambiente que se vive aquí es lo que siempre he querido tener, veo también que muchas puertas se me han abierto en el campo intelectual por ejemplo, la posibilidad de aprender inglés y ¡otras lenguas!”                                                                                                               Estudiante de Telogía


 

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